Cómo el arca de la alianza
desentrañando el misterio
he viajado a tranco lerdo
hacia el sol de la vanguardia.
Me sumergí en un desierto
con sed en busca del agua,
huyendo del interés
de mis viejas madrugadas.
La arena quemó mis pies
cubiertos de heridas y llagas,
para suplir otra vez
Cuál penitencia sagrada.
Si allá en el seno de Abraham
mi historia fuera juzgada
solo fuí tinta y papel,
mientras tu voz lo dictaba.
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