No hay una sola razón que me invoque a negar que yo estuve por algún tiempo en un centro psiquiátrico. Y no, no fue por alteraciones mentales o alguna enfermedad. Tan solo fue por ese estado de tranquilidad que al mundo no le agrada. Es cierto que mis estados de empatía estaban levemente alterados, pero también es cierto que yo jamás le hice daño a nadie, es más, nadie me importaba como para prestarle atención y eso no es una enfermedad, ese es el don de la prudencia.
Aquel día, no fue diferente, yo solo compraba un libro. Nada tengo yo que ver con lo que ocurrió en la librería. Nada, ni siquiera conocía el nombre de la vendedora y hasta el día de hoy no me importa. Al final del día no creo que nadie sepa mi nombre y así está bien.
Ese día quizá hice oídos sordos a los gritos y vista ciega a la sangre, quizá, pero hasta el día de hoy mi estado de conciencia me dicta que no escuchamos nada y esto se debe a los audífonos y el bullicio de la música. No ví, porque mis ojos estaban ocupados leyendo las sinopsis de los libros. Tal vez debí hacer algo cuando me acerqué a la caja a pagar, pero qué iba a hacer yo. Yo no podía hacer nada, los pleitos de los amantes, son los pleitos de los amantes y no seré yo quién se ponga a decirle al mundo como batallar en esas guerras. No seré yo quién le diga al mundo que deje de matarse, a fin de cuentas los que quieran matarse, que se maten, eso está bien si es que quieren morir. No veo fallas en mi lógica y no veo la razón para que eso sea tratado como un desquicio mental.
Por qué acusarme, yo nunca acuse a nadie cuando me apuñalaron en medio de la calle y la muchedumbre que pasaba no vió la sangre. Yo nunca acusé a nadie cuando me asaltaron y golpearon junto a un grupo de transeúntes que estaban ciegos y sordos. Yo nunca acusé de locura a la gente por esos actos de prudencia e indiferencia.
El mundo es indiferente ante los males y dolores de otros, el mundo no enseñó a ser indiferentes, y esta no es una enfermedad mental.
…
Y ahora, ¿Cómo se siente?
Está recuperada, ahora es usted empática con el dolor y urgencias de los otros. Ahora es usted más sensible.
¿Ahora está usted sana?
…
No, si nunca estuve enferma.
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