Renacer de los escombros,

manteniendo fuertes los principios,

levantando muros que protejan

con ventanas al futuro,

donde la luz de la esperanza brille.

Cada paso cuenta, cada minuto, cada día,

Reconstruyendo, tras perderse en el camino,

recordando el pasado, sanando las heridas,

transformando cicatrices en nuevas energías.

El desaliento, el dolor,

la pena infinita, la agonía,

la muerte…

El barro derribó diques y barreras,

Y allá donde el agua,

soberbia y arrogante, la devoró…

Como un tenaz guerrero,

con las manos encalladas y doloridas,

luchando contra el lodo

demostró la fuerza implacable de la existencia.

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