Hay un impulso trasnochado y blasfemo arrastrándome a lo más vil del camino. Un mal pensamiento punzandome las entrañas y desafiando mis instintos pacifistas. No he podido lidiar con ellos. No sé si es odio o rencor pero es un ente que viene en mi sangre. A veces retumba mi alma de bondad y a veces me enciende una ira nauseabunda que me aleja a lo más profundo de la montaña. No tengo amigos. Los ojos del universo me persiguen y me retiro a la soledad, ese es mi refugio, ella es mi mayor victoria. Todos se fueron y aquí sigo yo en la misma pocilga que construí en la infancia. He tratado de escapar pero una voz interior irresistible me dice que este es mi lugar. El tiempo se olvido de mi y no tiene piedad. La misma camisa, los mismos días, monotonía, letargo, las mismas tardes,los mismos versos …estoy harto de lo mismo. Un día partiré a la noche y derribare con mis uñas las murallas de rechazo, pues no muy lejos de aquí conquistare la libertad y se derretiran estas cadenas.

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