Capítulo 1
¡El Pez de la Perseverancia!
Nos levantamos para escalar la cima más alta de la cumbre de nuestro pueblo mientras los aldeanos se quedaban confundidos al ver a un chico tan energético que tenía ansias de saber más de las artes marciales, además de todo eso mi idea era mostrarle a Jorge que la perseverancia le podría ayudar a subir la cumbre más alta de la aldea además de que nunca se podría rendir cuando finalmente vea que es una persona digna de seguir con el entrenamiento le dejaría que parase aunque debido a algunas complicaciones el gobernante de China mandó algunas cartas a los pueblos vecinos para reclutar armamento para la guerra llamada La Guerra de los Dragones donde según el buscaría y encontraría un dragon llamado Sheng Long para obtener así el poder maestro, pero dejando de lado eso había algunas cosas que él no sabía además de que la montaña era alta le ayudaría a intentar crear y hacer su Chi debido a las múltiples flores y la vegetación muerte que estaba allí únicamente para ser revividas con el poder de la energía, sin contar en nada le dije a Jorge que si podía subir la montaña podría ganarse un increible premio y pasar a la siguiente prueba a lo que el chico algo ingenuo se la creyó por lo que escaló y escaló la cumbre pero se cayó repedidas veces. Por lo que a pesar de saber que nunca lo lograría finalmente lo logró y trepó la gran cima, y yo estaba muy sorprendido ya que solo pocas personas eran capaces de sumir a la cima el primer día y según la leyenda un bonito y hermoso pez vivía en el lago debajo de la cima, y al ver a Jorge subiendo la montaña quiso intentarlo por igual pero sin ningún logro hasta que finalmente dejé de lado al pequeño pez por lo que yo también decidí subir la cumbre al subir un poco vi que mi amigo estaba sentado en un lago donde caía agua del suelo algo a lo que llamamos catarata mientras los dos mirábamos concentrados en la cima decidí mostrarle a Jorge el poder que se podía ejercer con le Chi a lo que le mostré e hice un movimiento algo extraño usando las manos para que finalmente la flor marchita recobrara la vida, después de eso le dije que si completaba las tres pruebas le concedería el deseo de poder usar el Chi con la condición de usarlo en su máximo poder cuando la situación se agrave a lo que asintió y dijo si la prueba era realmente subir la cumbre. A lo que yo le dije que para ser un maestro en ese arte debería de subir la cima sin rendirte y a pesar de que te tardaste un poco lo lograste por lo que le dije que en efecto se había ganado la primera parte del entrenamiento, a lo que el chico me pregunta mientras admiramos el bello paisaje de nuestra aldea cuando estará realmente listo. A lo que le respondo con toda sinceridad que no lo sabía debido a que ese prueba era más fácil que las otras y además que cada una de las pruebas contendrán al menos una lección que se debía de memorizar a lo que confundido asiente un poco y veo una pequeña silueta subiendo el monte, primero pensé que se trataba de alguno aldeano y poblador del lugar que intentaría subir el monte pero al ver que era la catarata la que tenía la silueta sabía perfectamente que no se trataba de un humano sino más bien de el pez que era muy similar a una carpa dorada la cual había conseguido subir el aro de color rojo y según la leyenda aquel que logrará subir la colina después de intentarlo tantas veces se le concerdería un deseo. Miramos atónitos la escena pero finalmente el pez no pudo ceder y se cayó hasta el fondo del lago a lo que los dos nos miramos confundidos. Finalmente cae la noche y los dos bajamos la cumbre al ver preocupados al pez que se había caído. Después divisamos que el pez continuaba subiendo de nuevo la catarata a lo que nosotros no podíamos ceder tanto por lo que cruzamos un puente a nuestra choza y nos dormimos. Al día siguiente después de comer unos fideos con un poco de pan fresco nos dirigimos a sembrar y recolectar algo de verdura y llevamos el carrito para atender el puesto de mi padre, a lo que después de llevar todas las cargas de comida al pueblo mi padre preguntó si no sentían como si alguien logrará subir el monte. A lo que le contesté que en efecto Jorge había intentado subir a lo que él confundido dice que no se refería a su amigo y más bien se refería a otra cosa nos vimos algo confundidos pero al recordar al pequeño pez que en la noche seguía subiendo la catarata recordamos a ese amiguito nuestro por lo que rápidamente subimos hasta la cumbre más alta a lo que nos damos cuenta de que en el lago y nos dimos cuenta de que el pez que extrañamente Jorge le llamó Koi por su extraña similitud con su pez de la infancia nos dimos cuenta de que el pez además de estar algo feliz ya que saltaba y brincaba de emoción le pedía a Jorge que lo llevará aún más alto a lo que me doy cuenta de que aparece otra catarata más alta que la senda Amarilla a lo que le dije a mi amigo que subiera la cumbre junto al pez a lo que él accede e intentaron una y otra vez para poder llegar a la Puerta del Dragón llamada así por su extraña forma de dragón a toda la catarata pero aún así atónito por darme cuenta de que había otra cumbre encima de otra cumbre de una cumbre hubiera una de las puertas más famosas de la historia. Por lo que ambos fueron hacía la puerta, Jorge escalando y en cambio Koi nadando por la catarata finalmente ambos consiguieron subir ya que yo los estaba animando los dos saltaron de formas opuestas, primero Jorge saltó hacía el lago y el pez Koi saltando de el otro lado y temiendo los dos que se fuera al caer un resplandor ejerció sobre el pescado que se convirtió en un majestuoso dragón de colores brillantes y vivos como lo eran el rojo y el amarillo y en cambio Jorge no sintió ningún cambio pero al decirle al muchacho que bajara la cumbre el lo hizo en un abrir y cerrar de ojos. Confirmando que esa puerta del dragón no solo convierte a los peces en uno sino que convertía a la persona perseverante en un velocista con grandes capacidades de escalar y nado, veo sorprendido que el dragón me observa a lo que sale volando sin nada más que decir desde ese día Jorge fue una persona mucho más atlética a lo que le dije que su siguiente prueba era la de la confianza en un lugar alejado de nuestra alde
a.
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