La noche entró en mi habitación
Rápidamente comenzó a llover,
y como en otros poemas,
nunca más quiso salir.
La lluvia a veces me entristece,
No sé si es porque cuando llueve casi siempre estoy solo,
o tal vez, lo que me entristece es lo oscuro,
y ese grisáceo resplandor que tiene la lluvia que
imita la noche con iguales resultados.
Entonces, sin llamarlas, llegan las promesas vagas,
que nunca se cumplen.
¿Quién besó la piedra?,
¿Quien la manchó de sangre nueva, confiada?
Que traigan sus labios rotos y que nos muestre otra vez,
que por el roce de un beso,
mueren los labios a veces.
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