El lado oculto del saber

El lado oculto del saber

Elías

19/01/2025

Cantantes famosos que terminan suicidándose en la cúspide de su carrera, actores famosos suicidándose en su punto de fama más alto, científicos suicidándose tras cambiar el mundo, deportistas que alcanzan el éxito máximo suicidándose… Gente con todas las comodidades materiales del mundo ahorcándose… Creo que aquí está pasando algo.

Los científicos lo llaman depresión, pero eso no es suficiente para explicar la problemática que estas circunstancias representan para el hombre, y la sociedad humana. Quiero que entendamos esto desde una perspectiva empírica, y personal.

El ser humano tiene lo que se llama equilibrio personal, lo cual es el punto medio que existe entre el bien y el mal dentro del propio hombre, cuando el bienestar dentro del hombre progresa, también lo hace el malestar.
Podemos entender entonces que el bien y el mal son conceptos absolutos a la vida del hombre, y propiamente personales, conceptos que evolucionan con la experiencia de la persona.
El hombre dentro de este equilibrio personal, tiene también lo que se llama neutralidad existencial, lo cual es un paradigma que sostiene que la vida del hombre siempre debe ser neutra, por lo que, a más felicidad, también más tristeza.
También el hombre tiene lo que es el equilibrio del conocimiento, mientras más conocimiento también más preguntas.

El «bien» no existe bajo ningún concepto, sino que es algo que se lleva de la mano con el mal, siendo el bien y el mal aspectos infinitos dentro del ser humano, definidos por su propia materia personal. Superar el mal, lleva al bien, pero así mismo, el bien también lleva a nuevos males.

El «éxito» como concepto social, es lograr destacar dentro de la sociedad humana de forma diferente, sin embargo, la autenticidad que representa el éxito social también representa la evolución dentro de las propias dudas y preguntas existenciales del individuo dentro de su grupo personal.

El hombre para llegar a «A» debe también llegar a «B» donde «A» es bueno y «B» es malo. Por lo que para llegar a un ámbito «bueno» hay que llegar a otro «malo» y de esa manera encontrar el equilibrio humano, dentro de la vida personal del individuo.
No existe el bien como materia aislada o individual al mal, sino que el bien es algo que se desarrolla en igual medida y en igual valor que el mal, porque el hombre, tiene un equilibrio de calidad de valor dentro de su conciencia, y esto hace que el mal y el bien siempre existan emparejadamente dentro de su propio pensamiento.

Imagínense al hombre como un recipiente, que está vacío, pues para llenarse, debe tomar la arena del ambiente, sin embargo, al tomar la arena y completar el frasco, el frasco se vuelve mucho más pesado, y más trágica su ruptura.
El hombre es un ser que siempre tendrá el mal adonde quiera que vaya, y la plenitud dentro de su propia existencia, recae en su capacidad de vivir con el mal.
Por ende, el fin del hombre dentro de sí mismo, es cada vez encontrar maneras más creativas y complejas de superar el mal y aprender a vivir con él, pues, el hombre ha nacido con el único objetivo de resolver el mal, pero para esto, debe aprender a disfrutar del bien, por lo que, en última instancia, el hombre es para superar los males que el bien trae consigo.
Todo bien viene con un mal, y todo mal viene acompañado de un bien, no pueden estar solos y no pueden vivir aisladamente, para tener el bien también hay que tener el mal dentro de nuestra existencia humana.

Por esa razón es que la persona el ser humano y el hombre tienen el único fin de adaptarse a su maldad y su malestar, con el único fin de ser capaz de internalizarlo y volverlo algo absoluto dentro de su conciencia libre y plena. Porque lo que hace libre a un hombre, es la aceptación de su malestar como una extensión de su conciencia, el bien como la expresión del ser, y la vida, como el resultado de la existencia realizada.

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