un nuevo año comienza.

Ya es el día 18. 

Me encuentro sentada, acabo de desayunar, mi hija frente a mi aún terminando la tortilla de huevo y la arepa que tanto le gusta que le prepare. 

Revisando mis memorias, encuentro varios archivos que la verdad me gustaría borrar y no volverlos a ver. Pero me.doy cuenta que no soy una computadora donde puedes seleccionar archivo y borrar, aunque pensándolo bien, ni siquiera la nube borra en definitivo lo que se ha subido. En fin. Todos esos archivos son importantes en mi vida, así sean duros de recordar y me saquen lágrimas, en este preciso momento siento un impulso fuerte de pararme de acá y meterme al baño a llorar, solo que no puedo por qué tengo trabajo que hacer en el compu, cosas pendientes y con límite de gestionar, solo plazo hasta hoy de enviar unos documentos. Pero por dentro lloro y grito, me cuestionó y cuestionó a los demás, sobre todo a esos que se han arrimado a mi vida. Pero así y todo han dejado huella que recuerda que eso no se debe volver a repetir. 

Prosigo mi vida aún medio del dolor. Y es que el dolor nos hace darnos cuenta que estamos vivos. El dolor hace parte de vivir. Aprendo a gestionarlo. Fácil no es. Cómo tampoco es fácil empezar a escribir para poder plasmar en una pantalla de celular algunas ideas, sentimientos que llenan tu vida y la desbordan. Pero aquí estoy haciéndolo y siendo valiente por mi misma. Tal vez tú leas mis lineas o tal vez no. Tal vez puedas sentirte identificado conmigo o tal vez no. Pero aquí estás leyendo y si llegaste hasta aquí es por si. En algún punto de tu vida también has sentido y pensado como yo. 

Y es que la vida te pone demasiadas lecciones y aveces no sabes cómo resolverlas, y cuando eso pasa puede que tomemos la decisión de procastinar en ellas, yo lo hago muchas veces. Todos los hacemos, hasta tu lo haces. Es normal no saber siempre que se debe hacer. 

pero bueno, yo dejo hasta aquí. Por qué tengo mucho por hacer 

y me dió gusto escribir y más gusto me dará su pudiste leerme.

la vida está llena de altibajos y solo yo decido si bailar al sin que me toca o quedarme sentada. 

Etiquetas: memorias

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