Él estuvo ahí en el nacimiento de mi padre, dándole su nombre.

Estuvo ahí en alegrías y penas, en risas y angustias.

Estuvo ahí en la construcción de todo una familia.

Estuvo ahí cuando mi padre encontró con quien pasar el resto de su vida.

Estuvo ahí esperando la noticia de mi nacimiento.

Estuvo ahí guiándome por el camino correcto, siempre con el consejo oportuno.

Estuvo ahí observando como muchos caían, pero poseían una fuerza heredada que los hacía siempre levantarse las veces que hagan falta.

Estuvo ahí diciéndonos sus últimas palabras, sus últimos deseos.

Estuvo ahí, viéndonos llorar, aunque él no pidió eso.

Estuvo ahí, viéndonos enterrarlo, aunque él no pidió eso.

Estuvo ahí, a mi lado, cuando yo no pude estar al suyo en los últimos momentos.

Está ahí, ahora, viéndome, guiándome, otorgándome la fuerza necesaria para seguir adelante.

Estará ahí, viendo como se cumple ese milagro del que tanto hablaba.

Estará ahí, confiando en mí .

Estará ahí, observándome como es que cumplo mis metas.

Pasará tiempo y él estará ahí cuando yo este ahí, esperándome en la puerta; me abrazará, me sonreirá, me tomará de la mano y me guiará; durante el camino me preguntará si todo lo que hice me hizo sentir feliz, yo le responderé lo de siempre:»sí abuelito».´

Él me sonreirá.

Por último….

Él estará ahí, conmigo, en frente de quien siempre estuvo, está y estará ahí.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS