Hollar y Lisous el Elefante Dorado

Hollar y Lisous el Elefante Dorado

David Sanchez

14/01/2025

Prólogo

Los Reyes de Oriente

Los tres Reyes magos han sido una de las historias más populares que hablan de la magia y felicidad de los regalos, sin embargo desconocen la historia de los tres Reyes magos que han llenado de felicidad tanto a niños como a grandes, sus nombres son Melchor, Gaspar y Baltasar cada uno de ellos con un transporte correspondiente Baltasar montaba un elefante africano, debido a que eran un animal que representaba perfectamente su lugar de origen, Gaspar el que era el más joven de todos montaba un camello y al igual que con Baltasar representaba su lugar de origen Arabia, por último teníamos a Melchor el más sabio de los tres, que según las historias, montaba un caballo representando a Europa, se cree que venía de Inglaterra. Los tres tenían una misión muy importante; tenían que seguir una estrella para llegar con el Mesías, el nuevo rey de su época, sin embargo ninguno de ellos se convencía de ir, fue en ese momento que Gaspar se dió cuenta de que esa estrella que brillaba con intensidad representaba algo.

-Es un suceso sin precedentes, esto solo ocurre cada 300 mil años -Dijo Melchor.

Los tres se quedan viendo un pergamino antiguo, que indicaba una estrella enorme junto con Venus y Júpiter. Finalmente Gaspar abrió la puerta de su pequeña cabaña de madera, la noche resplandecía e irradiaba brillo, luego de eso Gaspar dice.

-No logro comprender cómo este movimiento anunciará cambios a la humanidad -Dijo Gaspar con algo de entusiasmo.

Baltasar, confundido por sus explicaciones dice.

-No sucede nada, absolutamente nada.

Melchor y Gaspar lo convencen un poco, finalmente Melchor dice.

-Yo nunca me equivoco, si esto sucede, anuncia el nacimiento del Mesías a la humanidad, una estrella por aquí -Señalando arriba- Júpiter aquí….

En eso Baltasar nada convencido dice.

-¿Están locos?, es sólo una estrella más -Dijo irritado.

Melchor le dice.

-Baltasar, no solo es una estrella más, sino más bien anuncia lo siguiente, Júpiter es el padre, Venus la madre y la estrella el hijo, -Dice convencido- El Mesías que ha de venir, padre, madre e hijo se alinearán.

-Me temo Melchor, que estás loco, ninguna estrella nos dice nada -Dijo más enfadado- No va a haber ningún Mesías, ni rey alguno, ustedes son unos locos.

Baltasar golpea la puerta y la cierra con fuerza, los dos se miran, Melchor se sienta en el suelo, mientras que Gaspar empieza a reflexionar sobre las tonterías que dijo. Pasa el tiempo y los tres Reyes Magos preparan sus cosas para el viaje, Baltasar seguía algo irritado por sus explicaciones extrañas. Cuando estaban listos para partir, prepararon un plan para sobrevivir hasta llegar a Jerusalén lo más rápido posible.

-Será sencillo, cruzaremos el desierto, luego buscaremos la ruta de las cordilleras, y finalmente Jerusalén -Dijo Gaspar.

-¿Te refieres a viajar tanto, para llegar físicamente a Judea? -Pregunta Baltasar- Eso es demasiado e inútil, cómo ya mencioné no hay ningún Mesías.

-Baltasar tiene razón, no puedes arriesgar tanto, ¡es solo una estrellita que brilla demasiado! -Dice Melchor.

-¿Qué rayos te pasa? -Reprime Gaspar- Tú mismo descubriste la estrella, ¿acaso tu fé desapareció?

Melchor intenta evitar que Gaspar empaque, sin embargo lo aparta y continúa preparando su camello llevando regalos para el Mesías.

-Gaspar, estás hablando de un viaje peligroso, cansado y complicado ¿pretendes ir tú solo? -Pregunta Melchor.

Gaspar continúa arreglando sus cosas y en eso voltea al cielo y dice:

-No, de ninguna manera pretendo que ustedes me acompañen.

Melchor mira a Baltasar, y Gaspar les dice.

-Baltasar, ¿tú no podrás negarte cierto?

Baltasar le dice.

-Ya sabes lo que pienso de esto, es una ridiculez, no pienso acompañarlos en su absurda travesía -Dice- Además pienso que podemos ver el suceso aquí lo mismo que allá.

Gaspar esperanzado, voltea al cielo y dice.

-Vayamos, les prometo que no se arrepentirán.

Melchor le dice.

-Hablamos de desperdiciar meses de nuestra vida Gaspar, es inútil simplemente yo no voy.

Baltasar lo mira, y con una cara de pesimismo dice.

-Pero prometes llevarme mis dátiles, frutas e incienso, no puedo perder mi comodidad en el desierto -Dice algo enfadado- Por lo menos quiero tener los mejores sitios de alojamiento en Judea.

-Llévalas pues, serán dos camellos en lugar de dos -Dice Gaspar.

Gaspar mira nuevamente a Melchor, aún sin convencerse Baltasar le dice.

-Melchor no te opongas, carga rumbo a Judea, además tienen la mejor comida de todo Oriente.

Está bien tú me convenciste, solo porque soy el más sabio aceptaré -Dice Melchor.

-Sí claro, aunque solo les estoy siguiendo su juego, no creo nada del rey, ni mucho menos que sea hijo de Dios -Dice Baltasar- Me parece una completa barbaridad, aunque sea cierto lo dudo, será un invento para robar a los alquimistas más poderosos de Oriente.

-Ja, no te preocupes, yo los protejo -Dice Melchor.

-Yo estoy algo convencido, sin embargo sé que esa estrella debe de significar algo importante.

-Sigo pensando que es una mera estrella y ya -Dice Baltasar- Oigan, ¿forzosamente deben ser camellos?, prefiero a mi elefante.

-Eso es cierto, y yo necesito un caballo, es algo pesado con tantos años cabalgar sobre un camello -Dice Melchor.

-Bueno, ya que vamos a viajar en animales que nos representan, esto sería un honor ante el Mesías -Dice Melchor.

-Ya te dije que no hay ningún Mesías, no digas tonterías frente a la gente, digamos que vamos allí por un bautizo -Dice Baltasar.

Melchor se sube al caballo, y en cambio Baltasar saca a su elefante de su lugar de descanso, un pequeño corral, o grande para este caso, Gaspar guarda sus otros dos camellos y se sube a uno, llevando consigo regalos para el Mesías.

-¿Es necesario oro?, si es un nacimiento ¿para qué rayos necesita oro? -Pregunta Baltasar.

Luego de eso y ya montado en su corcel los voltea a ver a los dos.

-Jajaja, no es necesario un regalo tan excéntrico, creo que tomaré prestado el incienso de Baltasar -Rió Melchor.

Baltasar los mira confundido, que no puede más que mirar.

-En todo caso yo me pongo el oro, debido a que todo es un invento de alguien, me llevo lo más caro, si resulta un engaño al menos será mío -Dice Baltasar.

Gaspar mira y le dice.

-Bueno, me llevo la mirra, que es de lo poco que puedo ofrecer al niño, ahora que me quitaron el oro.

Los tres Reyes de Oriente se embarcaron en una travesía para encontrar al supuesto Mesías, sin embargo el relato que acaban de escuchar se considera un mito algo mal contado, aunque con algunos hoyos de guión es un relato que ha pasado de generación en generación. Sin embargo todos pueden concluir que este relato no está bien en cuanto a la historia original se refiere, hay varias inconsistencias que pareciera un relato inventado, nada más alejado de la verdad. Sin embargo la tradición es de origen Francés y debido a esto hubieron unas figuras hechas por un supuesto artesano que se encontraban al sur de Francia resultan algo extrañas…

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