Pesadilla

Pesadilla

MAG MA

06/04/2018

Y así me encontraba frente a tí, viendo esos ojos, esos labios ese cuerpo que tantas veces vi, sentí y me sintió. Ida, sin poder comprender lo que me estaba pasando “Cómo me gustaría despertar ahora mismo” pensé. Es impresionante la reacción de tu cuerpo y de tu mente en momentos de emociones tan extremas, y en este caso tan dolorosa.

Viéndote me quedé sintiendo esa dualidad de emociones que sigo sin poder asimilar. Mi mejor amigo estaba sufriendo y quería consolarlo abrazarlo, decirle que todo estaría bien, que yo estoy con él porque es mío, mi amor, mi alma gemela… pero al mismo tiempo, el amor de mi vida me decepcionó de tal manera que mis rodillas temblaban y mis piernas ya casi no podían mantenerme en pie, las sentía desvanecerse.

Aún espero despertar.

Como puede ser que una llamada telefónica de la voz de esa mujer que esperé jamás escuchar, cambie mi vida de un minuto a otro. Increíble lo que cambia y lo que puede ocurrir de palabra a palabra, y de lagrima a lagrima, y de una llamada a la acción.

En ese momento quería desaparecer, irme corriendo, olvidarte y nunca verte de nuevo, y al mismo tiempo quería que esos últimos segundos a tu lado fueran eternos, aunque sea con lagrimas siguiendo el camino hacia mis pies, aunque fuera así no me quería ir.

Tus ojos parecían absorberme y el dolor en mi cabeza, en mis entrañas se apoderaba de mí, sentía que quería explotarme el cuello del nudo en la garganta que parece que jamás se irá. Como me gustaría despertar.

¿En qué momento me perdí? en que momento mis alucinaciones llegaron a creer que éramos perfectos? ¿En que momento pensé que sería buena idea dejarte entrar? ¿En que momento entraste!? y ¿En que momento me dormí que no me acuerdo?

Alguien despiérteme.

Por favor.

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