Pensamientos impuros

Pensamientos impuros

Pablo Bosque

11/01/2025

— Bendígame Padre, porque he pecado — mientras realizaba la Señal de la Cruz —. Nunca he…

— Juan — interrumpe el Padre — no le había tenido por aquí, como monaguillo debería saber que podríamos tener una comunicación más fluida sin la rejilla, pero bueno, tendrá sus razones, nunca me ha dado problemas así que respetaré sus formas. Dime qué te acusa hijo mío.

— He mentido Padre — decía con voz cortada mientras tragaba el nudo en su garganta.

— Eso no está bien, pero… eres bastante pequeño aún como para que tus mentiras te pesen tanto en la conciencia — había notado la incomodidad del joven y sabía que era buen muchacho, así que no quiso reprenderlo fuertemente —. ¿A quién has mentido?

— A mi padre, el señor Ramírez.

— ¿Y sobre qué le has mentido?

— Otro pecado que debo confesar Padre — resonó su nariz antes de seguir —, tuve pensamientos impuros.

— Entiendo, el Señor es misericordioso y perdona a todo aquel que esté realmente compungido por sus pecados — hizo una breve pausa, tenía que pensar con claridad, se tomaba seriamente la tarea de guiar a los jóvenes en el camino correcto —. Tu familia es muy devota desde que tengo el placer de recibirlos en mi parroquia, pero no creo que tu padre no te hubiera comprendido si dijeras la verdad.

— Es que tenía que hacerlo, no podía decirle lo que pensaba mientras… — se quedó en silencio sin saber cómo terminar su frase.

— Mientras observabas a una señorita — completo el Padre, que tenía muchos años de experiencia y podía ayudarle con el empujón que necesitaba.

— No Padre, no era una señorita — las lágrimas cayeron de sus ojos como una presa desatada que abría un gran agujero después de la larga espera.

—… — atónito por lo que acababa de escuchar no podía responder.

— Por favor Padre dígame — la súplica del tono retumbaba en la confesionario —, ¿el Señor podrá perdonarme?

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