AL AMIGO QUE SE NOS FUE

JOSE E DIAZ

El destino inesperado, como un viento cruel,
Te arrancó de este mundo, querido amigo Esau,
Aunque tus ojos ya no vean, tu risa será eterna,
Tu luz se quedará en nosotros, brillando más allá del sol.

Tu juventud alegre, tu energía incansable,
Hoy la recordamos con dolor y gratitud.
Fuiste un amigo fiel, un compañero leal,
Dejaste huellas profundas, marcadas en el alma.

Tu partida nos llega en silencio,
Como un susurro de la vida que se apaga,
El 15 de diciembre el cielo te reclamó,
Y aunque te vas, tu esencia nunca morirá.

Ahora, en los brazos de Dios, te encuentras,
Un lugar de paz, sin más dolor ni tristeza,
Tu sonrisa sigue iluminando nuestro ser,
Como un faro en la oscuridad, para nunca dejar de creer.

Que el viento te lleve a la vida eterna,
Allí, donde no hay despedidas, solo amor sin fin,
Nos quedamos con tu legado, con tu risa en el viento,
Esperando un día reencontrarnos, en el infinito, al final del camino.

Descansa en paz, querido Esau,
Tu memoria será el puente hacia la eternidad.
Nos guardas en tu corazón,
Y nosotros te llevamos en el nuestro, siempre.

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