Fuiste un juego para mi

Pintaste mi alma como un villano,  

Mentías, herías, dañabas, decías «amar», decías «desear».  

Pero de seis palabras, dos eran falsos deseos. Con el cuchillo que cortabas tus venas, tu sangre derramada era la que detenía mi corazón.  

Que traición, que decepción; menguante como tus palabras, traicionera como tus palabras, decepcionante como tus palabras  

Y clamabas amor, cariño, deseo.   

Tomaba de tí pero no quería, tocaba tu cintura pero era como ver una pintura, decía cada vez esos «te amo» pero no eran sinceros; como tus acciones.

Tuviste que clamar todo lo que hacía por llorarte, por clamarte, pero era falso. Todo en tí carecía de verdad y solo me causabas pesar…

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