Instancias eternamente agotadoras,
La vida parece prensada de manera cruel,
Pero hay posibilidades de evadirse,
Como de esconderse o extinguirse.
Aparentemente, no totalmente,
Como un fantasma entre las páginas blancas,
Dejándolas rojas por las heridas del pasado.
Y así seguir el largo trazo,
Que no fue planeado,
Que no fue el que quise,
El que quisimos,
Pero es el que rige.
Turbulencias afectan mi nave,
Sabemos que pasarán,
Y cuando cecen,
Valoraremos la Tierra más de lo que imaginamos.
Nadie supo en qué momento llegamos,
Nadie nos avisó,
Que la vida adulta era dura,
Como los asfaltos agrietados.
Pero existe también,
La fe,
La sensación de que se puede,
Ver un nuevo amanecer.
Donde la flora nos haga delirar con su belleza,
donde ilumina la naturaleza,
Donde sigan habiendo sorpresas,
Y que la vida sea la mayor riqueza.
No soy soberbio,
Aprendo de todo,
Pero escribir no es una escuela,
Escribir es algo que difícilmente puede ser explicado.
Es como si un conglomerado de ideas quisiesen salir,
Y salen,
Quizá no son las que deseaste,
Ni son,
En su totalidad la mente de este lastre.
OPINIONES Y COMENTARIOS