No sé por qué te la pasas en mi mente, si se supone que por eso no me permití continuar con esto. La conexión es clara, pero la vida es muy complicada, y digamos que quiero sentir que es más un capricho que cualquier otra cosa. El año se va a terminar y quiero comenzarlo sin dudas ni percances, y no sé si tú eres algo de eso. No sé si el remedio es alejarme y poner distancia. No sé qué quiero olvidar si nunca empezamos nada. Solo entiendo que es algo que no me puedo permitir. No eres ni te acercas a lo que yo deseo tener, por eso creo entender que solo es un capricho de mi mente, aunque no sé por qué ese capricho tiene algo de cariño. La verdad es que, si debo admitir algo, es que llegaste a mi vida en un momento de gran vulnerabilidad y me ayudaste a repotenciar lo que hoy soy, algo que en ese momento no era capaz de ver claramente. Es algo por lo que estoy agradecida. Además, viéndote cada día, he logrado sentir gran admiración por ti. Aunque ni yo misma lo crea, a veces me pregunto qué haces, cómo estás, o si has pensado en mí. Si, como yo, por las noches los momentos que compartimos juntos aparecen en tu mente y te preguntas si hay algo que hubieras podido hacer mejor o diferente.
Vida complicada, sí, la de ambos, pero también curiosidad por saber qué hubiera pasado si… Enamorarte, no. Sacarte de mi cabeza, parece que tampoco.
Te veo muchas veces como un caballero y otras veces te veo de otra manera. Realmente se me ha complicado ponerle nombre a lo que siento, pero quiero escribir para lograr calmar unos pensamientos que parecen no tener paz. Cuando ya no tengo mi cabeza en tus caricias, la tengo en tu mirada.
Si no me gustas, ¿por qué siguen mis pensamientos insistiendo? ¿Será que debo alejarme, aunque no quiera? ¿Hacer esta vez algo por mí o, por lo menos, pensando que será un bien para mí? Parece que donde no hubo nada, y a la vez hubo todo, ese lugar es de donde más cuesta salir.
Puedo decir que después de todo no sé y no tengo muy claro qué decir o qué hacer. Y sabes qué es lo peor, de alguna forma u otra, la vida parece haberse empeñado en unirnos o encontrarnos, sea de una manera o de otra. Definitivamente quiero escribirte en modo de despedida, quiero sacarte de mi mente, aunque se haga un poco difícil. Carta, tú que quizás me entiendes, ve y dile que me despido y que no puedo seguir soñando despierta, imaginándome cosas que quizás nunca pasen. El capricho de niña esta vez no se dio, y así fue mejor. La admiración y el agradecimiento no cambiarán, y de eso estoy totalmente segura. Pero si tengo que escoger entre tú y yo, la primera opción siempre será mi única opción. Cuídate, amigo.
OPINIONES Y COMENTARIOS