El Amigo de papá

Advertencia, contenido explicito! 

Lo conocí desde que tengo memoria, de esos amigos que son de toda la vida, cada fin de semana se reunía en casa, abogado y contador un hombre culto y bien educado, un hermano casi casi para mi papá, apasionado del futbol como mi viejo, ambos aficionados del mismo equipo, cada fin de semana era pasarla en el patio de la casa con el asado, las cervezas, la tv, una botana, viendo los partidos y escuchando esas charlas interminables que tenían sobre lo que ocurría entre semana, lo que habían leído por ahí o alguna noticia relevante, a mí me encantaba escucharlos, siempre aprendía mucho sobre sus discusiones y me la pasaba genial, el tiempo paso, crecí y me convertí en una chica sexosa, deseosa de gozar los placeres sexuales que mi juventud y mi libido me exigían, pero eso no evitaba que siguiera esa tradición de estar con ellos los fines de semana, pero una tarde como tantas las cosas con el amigo de papá empezaron a ponerse interesantes, yo ya más desarrollada siempre andaba por la casa con shorts diminutos y blusas pequeñas, a él ya se le había hecho costumbre verme así y bueno a mi viejo tampoco le molestaba.

Faltaba cerca de un mes para mi cumpleaños cuando tuvimos un momento «incomodo» entramos a la casa por más comida y como estábamos en la cocina preparando todo lo que necesitábamos los roces entre ambos eran inevitables porque el espacio era un poco reducido, él muy educado siempre pedía permiso antes de pasar, pero ya con unas cervezas encima solo se pasaba y bueno yo traviesa como siempre me pegaba lo más que podía, en una de esas pude sentir su paquete en mi trasero y bueno creo que a ambos nos gustó porque me miraba apenado y volteaba para todos lados pensando si alguien nos había visto, yo solo pude sonreírle, regresamos al patio y esa tarde solo nuestras miradas se cruzaban cada que se podía. Después de eso la tensión entre ambos creció y nos tardábamos más al entrar a casa por lo que se necesitaba. Mi papá tenía la costumbre de que en el entre tiempo de los partidos se metia al baño y se tardaba casi todo el descanso, antes de nuestros momentos «incomodos» charlábamos de la escuela, me daba consejos, me ofrecía su ayuda si en algún momento tenía problemas con las materias, yo maravillada en escucharlo, siempre me pareció un hombre muy culto, muy correcto y nada complicado en explicar cualquier tema del que se hablara, eso para mí era admirable.

El fin de semana previo a mi cumple cuando entramos por las provisiones y justo en el momento donde nos repagábamos me abrazo y yo empecé a mover mi trasero como tratando de atrapar su verga entre mis nalgas, ya la tenía dura, se sentía grande, me abrazo por la cintura y me dio besitos en la mejilla y en el cuello, tardamos unos minutos así y tuvimos que salir para no levantar sospechas, llego el medio tiempo y papá corrió al baño, tuvo que ir al segundo piso porque el de la planta baja lo había ocupado como bodega provisional, entonces entramos de nuevo a la casa, como mi mamá había salido con sus amigas estábamos solos, me cargo y me subio en la barra de la cocina yo lo abrace con mis brazos y piernas y empezamos a besarnos con esas ganas que desde hace semanas ya nos traíamos, empezó a tocarme, sus manos parecía que querían romper mi ropa y sentía su lujuria, ambos estábamos ya muy calientes, me bajo de la barra y me puso de espaldas, empezó a restregarme su verga en mi colita mientras sobaba mi vulva y mis tetas, todo sobre la ropa sabiendo que no teníamos mucho tiempo, yo me puse de rodillas y empecé a sobrarle la verga así todo sobre la ropa que ajuste para notar más el tamaño que ya era lo suficientemente grande, le di muchos besitos así y él solo me miraba, justo en el momento que estaba por sacársela escuchamos que la puerta del baño se abrió y nos tuvimos que regresar al patio.

Pero papá tardo en salir, nosotros un poco confundidos entramos a ver qué pasaba ¿Por qué tardaba tanto? el partido estaba por comenzar, en eso bajo apurado me dijo que tendría que ir a su trabajo porque le había llegado mercancía que esperaba hasta media semana, como era sabado pues le llego antes, obvio su amigo se ofrecio a acompañarlo pero mi papá le dijo que iba rápido, que no se tardaría mucho y se fue (no era la primera vez que nos quedábamos solos de hecho fue mi niñera muchas veces cuando estaba más peque y mis papas salían), nosotros nos miramos, era la ocasión perfecta, sin mis papas en casa no tardamos mucho en entregarnos a nuestros deseos, nos quedamos en la sala y empezamos a besarnos, a tocarnos, el me recorría con sus manos, con su boca, yo lo dejaba tocarme por donde quería, estaba sentada sobre él y sus manos me tocaban mientras movía mi trasero al ritmo para que su verga estuviera entre mis nalgas, obviamente ya estaba muy mojada, nos levantamos y me cargo me llevo a mi recamara, frente a mi cama me arrodillo y se sacó su verga enorme, firme, perfectamente depilada, olía a su loción, súper limpia y brillosa, yo empecé a besarla, le daba pequeñas lamidas desde la punta hasta su escroto y al revés, él me la pasaba por la cara, me daba leves golpes con ella, no decia nada, solo me miraba, sorprendido y excitado, empecé a chupársela poco a poco, puso sus manos a los lados de mi cabeza y empezó a cogerme por la boca, sentía sus movimientos como si quisiera atravesar mi garganta, poco a poco la fue metiendo más y más hasta que logro metérmela toda, mi frente chocaba con su ombligo, me dejaba así unos segundos yo sentía que me ahogaba.
– «Resiste!, se obediente» yo solo podía asentir, me la sacaba de golpe
– «Abre la boca!» me ordenaba, como siempre he sido muy obediente pues lo hacía, así fueron varias veces.
– «Pinche chamaca caliente, se notaba que te morías por chuparme la verga, te la comías con la mirada y eso que ni te la había enseñado» yo solo podía asentir, cuando la sacaba de golpe me daba instantes para respirar.
– «dime ¿Cuánto se te antojaba?, ¿ya la quieres adentro?» su actitud dominante y su mirada llena de lujuria me ponían más caliente.
– «Desde hace mucho quiero tu verga» agitada le conteste.
– «Desnúdate quiero verte completita!» Me levanto y mientras se quitaba la ropa, yo obediente empecé a desnudarme no traía mucha ropa así que no tarde y cuando me tuvo ahí completamente desnuda frente a él su mirada solo con verme hacia que mi piel se erizara.
– “Pinche escuincla mira nomas como estas!» ese hombre culto que rara vez decia malas palabras se transformó
– «Ven que ya quiero cogerte! y no tenemos mucho tiempo» me dio la mano y me tumbo en la cama, empezó a comerme toda, con su lengua y sus dedos me penetraba y se comía mis fluidos, yo empecé a retorcerme por sentir los espasmos del orgasmo acompañados de un squirt, me vine en su cara, lo moje todo, yo quede temblorosa y con la respiración cortada, no podía ni hablar.
– «Ay mamita mira nomas como te pusiste, ¿ya quieres mi verga?» solo pude decir un si entre cortado, me tomo de la cintura y me jalo hacia él.
– «La querías tanto, la pediste a gritos, si no te conociera diría que eres una puta de primera» y me la empezó a meter, poco a poco, movimientos lentos, mis talones en sus hombros, sus manos en mis tetas, después en mi cuello, empezó a moverse más rápido
– «así te gusta verdad?» eufórico acelero, sentía como me llegaba hasta el fondo, no tarde mucho en tener otro orgasmo más intenso él se salió y metio sus dedos, empezó a moverlos muy duro y mi orgasmo fue más potente, lo volví a bañar completo, así temblando me levanto, me puso de rodillas.
– «Abre la boca perra!» y volvió a cogerme por mi boca, su verga con mis jugos estaba deliciosa, yo no me la podía creer, que ese hombre que era una figura de respeto y educación me estaba cogiendo de esa manera.

Después me levanto me puso de espaldas y me la metio de una, así como me tenía me abrazo con una mano y con la otra rodeo mi cuello, empezó a moverse muy rápido, yo no podía gritar porque me costaba respirar, solo quería más, cuando me vino otro orgasmo me la saco y me tumbo en la cama, así empinada me la volvió a meter de golpe y mientras me cogía muy duro me nalgueaba fuerte, jalaba mi cabello, mis nalgas ya estaban rojas, yo lloraba de placer y de dolor, pero quería más, había soñado ese momento con él que solo le pedía que hiciera de mi lo que quisiera.
– «Soy completamente tuya, cógeme como te plazca» le rogaba.
– «Claro que eres mía, te cogeré siempre, no solo hoy, tienes un culo divino, cuando te vi crecer siempre te me antojaste y ahora te tengo aquí, claro que eres mía, eso no lo dudes» esa tarde me entregue completamente. Después de tantas embestidas y de tremenda acomodada de matriz.
– «Ven acá puta que ya me voy a venir» me puso de rodillas y se corrió en mi cara, chorros de leche caliente me cubrieron mientras gritaba, yo empecé a limpiarle su verga deliciosa, cuando termine tomo unas toallas de papel y me limpio la cara, me levanto y me dio un beso y nos tumbamos en la cama, empezamos a charlar de cuanto nos teníamos ganas. Los minutos pasaron.
– «Crees que nos dé tiempo echarnos otro?» me pregunto, le llame a mi papá y me dijo que estaba esperando a que llegaran los que le llevaban la mercancía, porque le dijeron que ya iban a llegar pero ya tenía más de una hora esperando y que probablemente tardaría un par de horas más, como estaba el alta voz nos miramos y sonreímos porque sabíamos que podríamos coger de nuevo.

Nos acomodamos en la cama desnudos mientras nos comíamos a besos me tocaba por todas partes, mientras su verga ya estaba dura y mi vulva ya estaba escurriendo así que me volteo y empezó a penetrarme suavemente, lento, el apretaba mis tetas, jugaba con mi clítoris, mordía mi espalda, mis hombros, luego giramos y de espaldas sobre el me levanto un poco de la cadera y empezó a hacerlo rápido, me giro y ahora estaba frente a él cabalgándolo, apretaba mis tetas, mis nalgas, me besaba, me mordía los labios.
– «Que rica te ves así con mi verga dentro de ti, dime que eres mía», yo obediente.
– «Soy tuya completamente, cógeme cuando quieras, como tú quieras» acelero los movimientos y me daba nalgadas yo me enderece y movía mi cadera en círculos con su verga hasta adentro de mí, no tarde en tener un orgasmo pero esta vez ya con las pocas fuerzas que me quedaban apenas pude contenerlo, sentía que me desmayaba. Mientras él continuaba penetrándome apretaba mis tetas, me daba nalgadas, jalaba mi cabello, después de algunos minutos (yo ya casi me desmayaba) me tomo fuerte por la cadera.
– “princesa ya me voy a venir, déjame llenarte” solo pude aceptar moviendo la cabeza mientras sus manos apretaban mi cintura acelero y sentí como exploto dentro de mi, como su leche me llenaba, cuando termino me la saque y con mi lengua me apure a dejar la súper limpia. Cuando termine volvimos a tumbarnos en la cama, estábamos agotados.
– «Entre semana vas a mi despacho, quiero cogerte ahí y en muchos lados más, eres mía no lo olvides» me beso y nos metimos en la regadera, teníamos que apurarnos porque ya casi eran las 3 y no terminamos de ver el partido, pero me miraba con la misma lujuria.
– “Ahorita te pones un pantalón o un short más grande porque tienes esas nalgas rojas” mientras me las sobaba, salimos de la regadera y nos cambiamos rápido, bajamos y nos fuimos a ver el resto del partido, papá llego después de las 4 pm, nosotros estábamos charlando del juego como si lo hubiéramos visto como de costumbre y le platicamos las jugadas y anotaciones que no vio (gracias que existen los resúmenes).
– “Ay hija traigo un hambre, se tardaron un montón”, mientras prendía el asador.
– “No papi, ahorita yo te preparo de comer, ¿usted también quiere que le prepare una hamburguesa? Obvio como buena hija tenía que atenderlos.
– “Ay si chaparrita, de pronto me dio mucha hambre también” nos mirábamos sabiendo lo que había pasado.
– “OK entonces en lo que tú preparas la comida, nosotros vamos poniendo la mesa y vamos por otras cervecitas porque ya casi llega tú mamá” y cuando ella llego, comimos, charlamos.
– “Oye Wen entonces mañana te confirmo si el miércoles o jueves nos vemos para ayudarte con Historia”. Me guiño el ojo.
– “Es verdad! Ya hasta lo había olvidado, Papi le platique que tengo problemas con historia y me va a dar asesorías, entonces me confirma, para ver si me da tiempo venir a casa a dejar mis cosas” estaba súper emocionada.
– “A no te preocupes, si quieres paso por ti a la escuela, cuando terminemos te vengo a dejar, sirve que me invitan a cenar, les parece?”, mis papas aceptaron y el plan quedo listo. Fueron muchas veces que lo hice con él, a veces en su despacho, en casa, en hoteles súper lindos, aprendí tanto de él que lo recuerdo con mucho amor, por trabajo me fui a otros estados y dejamos de vernos, aunque seguido nos llamábamos por telefono, para recordar esas ricas tardes que vivimos, con la promesa de que cuando regrese volveré a ser suya.

Gracias por leerme, espero que mis historias les hagan pasar un ratito muy rico y recuerden que no es mi intención ofender a nadie, solo compartir las aventuras más calientes y sexosas que he vivido, si leíste hasta aquí te mando un beso enorme.

Siempre tuya: Wendy GV.

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