Todos hemos experimentado el amor de distintas formas, cada uno cuenta con una historia que los ha marcado positiva o negativamente. Por lo que en la obra “El Principito” del autor Antoine De Saint-Exupéry nos enfocaremos en este sentimiento y los sacrificios que muchas veces nos pudo haber generado un desgaste emocional. La reseña tiene como objetivo llegar a jóvenes y adultos para aprender a valorar este sentir tan profundo, sincero y muchas veces difícil de conllevar; estará compuesto por seis párrafos donde resaltaremos fragmentos del libro en estudio, así como diversas fuentes que nos brindarán su punto de vista y permitirán comprender a mayor escala el tema por reflexionar.
Para comenzar, rescatamos un fragmento del autor López (2021) en su análisis de la obra mencionada donde nos da a conocer el significado de amar:
Aprender a amar conlleva bregar con esas contradicciones, tolerando su molestia, y hacerlo con ternura: esta es la gran lección que ha encontrado el principito en la nostalgia de su flor. Y a veces, solo a veces, cuando ambos lados aprenden y son muy generosos, cuando el sentimiento está más enamorado que herido, el reencuentro es posible.(p.80)
Podemos interpretar que el saber amar implica saber establecer límites, aceptar y luchar con las complicaciones que existen de la mejor manera posible. Si ambas partes están más enamoradas que dolidas entonces existe una pequeña probabilidad de que se vuelvan a juntar. Por lo cual comprendemos que el amar es un proceso que en ocasiones es muchas veces más complicado, hay que saber cómo cultivarla, entender que la otra persona tiene sus imperfecciones al igual que nosotros, que el amor implica el aceptarnos tal y como somos. Entonces surge la pregunta ¿Estamos siendo justos con las personas que amamos aceptando sus desperfectos? Porque el verdadero amor es eso; comprensión, aceptación, tolerancia, empatía y entre otros, por lo que debe existir un mutuo sentimiento.
Por otro lado, López (2021) en su trabajo de análisis de la obra en mención nos da a conocer una situación donde el amor no se valora como se debe:
La rosa se nos presenta refractaria al amor. No hay amor donde reina el narcisismo, porque el amor requiere un movimiento hacia el otro, una interacción de ida y vuelta entre iguales. El narcisista solo pide, solo espera, porque todas sus interacciones gravitan sobre él mismo. (p.78)
Se representa a la rosa como alguien vanidosa, caprichosa y egoísta, un ser que no le importa nada más que ella misma, si eso existe en una relación entonces no está destinado a prosperar. Por lo tanto, no hay que conformarse con lo poco que nos dan y eso se logra cultivando el amor propio, de esa manera lograremos demostrar nuestros sentimientos con más sinceridad. Así pues, es posible tener una relación sana cuando las dos partes se respetan y se valoran, cuando se tienen un aprecio mutuo, basado en la comprensión, empatía y comunicación. Por eso, es importante promover estos valores para que el vínculo amoroso crezca y se fortalezca positivamente.
Por consiguiente, se nos presenta una faceta diferente de la rosa, distinta a la que inicialmente nos habían mostrado. La autora Suárez (2021) destaca esta perspectiva en el siguiente fragmento:
Finalmente, La Rosa llora la partida de El Principito, pero no le intenta disuadir de su marcha, incluso le anima a que intente encontrar la felicidad a donde sea que se vaya. Es una manera muy adulta de ver el amor. (p.18)
En este punto, la flor demuestra una gran madurez al enfrentar la situación en la que se encontraba. A pesar de sentirse triste por la partida del Principito, respetó su decisión y le brindó sus buenos deseos. Estas acciones demuestran el profundo cariño que se tiene por la otra persona, incluso si eso significa separarse. A través de este gesto, la rosa nos brinda una importante lección, el amor no siempre es posesivo ni egoísta, sino que puede ser generoso, significa valorar la libertad y el bienestar del ser querido por encima del interés de control.
Seguidamente, mencionamos un fragmento del autor De Saint-Exupéry (1943) donde refleja el arrepentimiento del narrador por no haber comprendido a la flor:
¡No supe comprender nada entonces! Debí juzgarla por sus actos y no por sus palabras. ¡La flor perfumaba e iluminaba mi vida y jamás debí huir de allí! ¡No supe adivinar la ternura que ocultaban sus pobres astucias! ¡Son tan contradictorias las flores! Pero yo era demasiado joven para saber amarla. (p.15)
Aunque muchas veces las palabras pueden ser mal interpretadas, es importante también valorar las acciones que la otra persona hace por demostrarnos su cariño, por ese motivo el protagonista reflexiona sobre lo injusto que fue con la flor, se dio cuenta que debió valorar más cómo la existencia de ella le daba sentido a su vida. A pesar de las complicaciones que llegan a existir en una relación debe predominar la comunicación y los valores; así como El Principito, nosotros debemos llegar a comprender que el amor requiere de madurez y empatía. Además, comprender que el amor es un proceso de aprendizaje, el cual requiere de paciencia para lograr aprender a amar verdaderamente. Tomemos cada experiencia pasada como una enseñanza, para a través de ellas poder crecer y mejorar nuestra manera de amar.
Asimismo, De Saint-Exupéry (1943) da a conocer un momento donde el personaje experimenta el arrepentimiento, cuando reflexiona:
Mi flor es efímera—se dijo el principito—y no tiene más que cuatro espinas para defenderse contra el mundo . ¡Y la he dejado allá sola en mi casa!». Por primera vez se arrepintió de haber dejado su planeta (p.28)
El arrepentimiento del Principito al darse cuenta de que dejó a su flor desprotegida, sola en un pequeño planeta, vulnerable frente a cualquier peligro y con solo unas frágiles espinas para defenderse. Es una sensación que muchos de nosotros nos podemos sentir identificados, porque no nos percatamos de las consecuencias de nuestras decisiones. Por ello, es importante recordar que el amor, por su naturaleza frágil, requiere de nuestro cuidado, protección constante y lo más importante, busquemos siempre fortalecer esas conexiones con mucha dedicación y perseverancia.
Por último, el autor De Saint-Exupéry (1943) nos transmite en este fragmento el profundo valor que implica amar a alguien:
—Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.(p.35)
Así pues, apreciamos cómo el protagonista se dirige a la multitud de rosas y rescata muchos aspectos de su flor, así como también recuerda los momentos compartidos. Esta situación se puede reflejar en muchos de nosotros, llegar a recordar aquellas vivencias con esa persona y que por razones que desconocemos ya no están juntas, es allí cuando se atesora aquellas etapas que ya no volverán. Es así, cómo nos cuestionamos ¿Por qué esperar que sea demasiado tarde para darnos cuenta de lo preciado que tenemos?, cuando lo ideal es valorar nuestro presente, a los seres que tenemos a nuestro lado.
Finalmente, podemos concluir que la relación del principito y la flor se puede reflejar en muchos de nosotros, con todas las dificultades y diferencias que existen, nos enseña a valorar los momentos vividos y atesorar los pequeños detalles, entender que el amor abarca mucho más que una sola palabra, sino que se demuestra con actos. Con justa razón los invitamos a reflexionar sobre sus relaciones a lo largo de sus vidas y si en realidad encontraron el verdadero significado del amor en las personas más cercanas a ustedes.
Referencias Bibliográficas:
De Saint-Exupéry, A. (1943). El Principito. Freeditorial. https://web.seducoahuila.gob.mx/biblioweb/upload/el%20principito.pdf
Suárez, V. L. (2021). “El Principito” y el motivo de su relevancia en el presente [Tesis de titulación de periodismo, Universidad Miguel Hernández de Elche].
https://dspace.umh.es/bitstream/11000/26596/1/TFGSu%c3%a1rez%20Botindari%2c%20Luciana%20Victoria.pdf
Lopez, J. A. (2021). El color de la vida: La propuesta ética de Saint-Exupéry en El Principito. http://surl.li/zosyrp
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