¿Amor o Desamor?-Borrador

¿Amor o Desamor?-Borrador

newblack

21/11/2024

Y por fin, después de mucho tiempo salimos a vacaciones hicimos una lista de actividades que teníamos que hacer por ser mejores amigos.

Ese mes siempre fue cálido, fue lleno de abrazos y besos, fue muy emotivo, cada uno se iba de vacaciones, o nos poníamos a ver una maratón de películas o series.

Cada semana iba a tu casa para ver alguna maratón, o leer, o simplemente no hacíamos nada. Siempre fuimos muy unidos, pero ese día se sentía en el aire una tensión, te pregunté que sucedía, pero no me dijiste nada, pensé que tal vez estabas enfermo o simplemente estabas pensando, pero lo que no me imaginaba fue que al hacer el amago de levantarme me ibas a besar, al principio no te correspondí pero luego del shock inicial me olvidé de todo.

Al separarnos me dijiste que ya no podías ocultar todos los sentimientos que tú tenías hacía mí, yo te gustaba. En el fondo de mi mente sabía que había estado enamorada de él todo el tiempo, pero tuve que alejar ese pensamiento por que lo único que hacía era lastimarme al ver que no era correspondida, pero en ese momento esos pensamientos revivieron y con más fuerza.

Te dije lo mismo, y luego de un par de encuentros nos hicimos novios. Nos conocíamos de toda la vida, por lo que los dos conocíamos los gustos de otro. Me llevaste al lugar que siempre te dije que soñaba con ir, cada día que pasaba contigo se sentía como una experiencia nueva, un camino desconocido.

Todo el mundo sabía de nuestra relación, nuestros padres nos aceptaron, nuestros amigos estaban muy felices, y yo, yo estaba muy feliz de estar a tu lado, salíamos a todos nuestros lugares favoritos, disfrutamos cada momento juntos como si fuera la primera vez. Pero llegó la tormenta, al año de estar juntos, sentía que algo estaba pasando, no solo en la forma en la que decías que tenías planes con tus amigos o en la forma en la que me mirabas, sino por que cuando nos reuníamos estabas muy distante o simplemente me respondías con monosílabos estando en el teléfono, las únicas veces que te comportabas como el año pasado era con las reuniones de nuestras familias o con nuestros amigos, siempre cuando te preguntaba que pasaba cuando pasabas horas en el celular y llegabas tarde a todos lados, me respondías que dejara de preguntarte o que dejara de ser tan paranoica.

No le presté atención, empecé a salir más con mis amigas al saber que no ibas a estar en casa, cuando veía una película volteaba para reírme contigo, pero recordaba que estaba sola, fui a fiestas, a eventos, y simplemente cuando nos encontrábamos en casa nos tratábamos como desconocidos.

Hasta que un día todo se fue por la borda, había salido con mis amigas y faltaba mi mejor amiga, (tal vez había salido con el pretendiente que no me quería decir) pensé. Te había dicho que regresaría tarde, pero en la pijamada sentí una punzada en el corazón, como si alguien me estaba traicionando, no le presté tanta atención hasta que algo dentro de mi cabeza me dijo que fuera a casa, esa vocecita me lo repetía una y otra vez, hasta que por fin les dije a mis amigas que sentía que algo estaba pasando, me dijeron que me relajara, no les hice caso, ellas al ver eso, apuradas me dijeron que me quedara, al mismo tiempo compartieron una mirada, y con ello se dijeron todo, algo dentro de mí sospechaba que ellas sabían algo que yo no pero la otra parte decía que tal vez estaban preocupadas por que ya era tarde.

Seguí sin prestarles atención, me cambié y salí de ese edificio, todas me intentaron detener pero logré salir, sentí que ese día todo estaba en mi contra, se me había quedado el celular, mi billetera y por si fuera poco al dar un paso en la calle, comenzó a llover, estaba sin paraguas, con frío, pero camino a casa. En un momento medité si fue buena idea salir de ese edificio, pero mi conciencia me dijo que ya íbamos a llegar.

Seguía caminando por la calle, hasta que al final llegué a nuestro apartamento, entré como si mi vida dependiera de ello, saludé al portero y el me correspondió el saludo, a la vez que me miraba con algo de pena, ignoré su mirada y subí a mi piso, en la entrada todo estaba en silencio, llegué a la sala y encontré tus zapatos, pensé que tal vez estabas cansado. Estaba subiendo, pero escuché una voz que conocía muy bien, me dije que tal vez era la vecina, terminé de subir las escaleras y ahí simplemente me quedé helada con la imagen que tenía frente a mis ojos, vi como besabas a mi mejor amiga, como la tocabas, como le decías que no se preocupara por que yo llegaría tarde, y que todavía no sospechaba nada, al ver esa escena mi mano soltó de golpe uno de tus zapatos, los dos se voltearon a la vez, se veían conmocionados y a la vez avergonzados.

Me trataste de explicar que no era lo que parecía, pero simplemente te lance el zapato que tenía en la mano, y acertó con tu cara, te grité que jamás me volvieras a buscar ni hablar.

Me fui de ahí, en la recepción el portero me dijo que trató de advertirme, le dije que gracias por todo, y con lágrimas en los ojos me dije que tenía que salir de ahí, con lo que no contaba que me chocaría con un pecho muy duro, por un instante temí que fuera un familiar de él, ya que por estas fechas lo visitaban mucho. Al subir la mirada me encontré con el mejor amigo de mi reciente exnovio.

Era con el último que me quería encontrar, además de ser arrogante y tener el ego por los cielos, me conocía bastante bien, ya que fue uno de mis tantos amigos de la infancia, él y yo a medida que crecíamos nos distanciamos más y más. Llego hasta el punto que en el momento en el que me mudé, no lo reconocí, hasta que me dijo su nombre: Ethan Walker, el niño que me molestaba el pelo, que me hacía la vida imposible, ese niño se volvió irreconocible, la pubertad le sentó muy bien.

Tenía complexión delgada pero musculosa y poseía esa clase de rostro masculino que es difícil de ignorar.

Superaba el metro ochenta, mejillas hundidas, pómulos altos, nariz perfilada y un par de ojos grises, sus brazos estaban cubiertos con una serie de extraños tatuajes y cabello negro.

Sí, estaba muy, pero muy guapo, obviamente nunca le diría eso. Regresando al presente:

Me saludó con una sonrisa burlona, pero fue decayendo a medida que notaba mis ojos llenos de lágrimas, me preguntó que pasaba, y con mucho cuidado me levantó la barbilla con una mano, para encontrar algún golpe o moretón, no encontrar nada, me hizo la misma pregunta, quería responder pero el nudo de mi garganta iba aumentando cada vez que quería hablar.

Él al ver esto, me puso su brazo sobre mis hombros y me guio hasta su apartamento, en el momento que llegamos me sentí como si estuviera en casa, no solo por el olor a galletas, sino por que se sentía con una sensación cálida.

El camino fue muy silencioso, me dijo que iba a visitar a su mejor amigo, pero prefería llevarme a su apartamento que estar con él. Al llegar tuvimos que correr ya que todavía estaba lloviendo, al entrar me sentí como en casa.

Ethan me preguntó que si quería algo de tomar, pero yo le dije que no, empezamos a hablar, pero la tensión era palpable, sabía que él se preguntaba porque me encontró tan destrozada. En algún momento de silencio, simplemente me derrumbé, dejé caer todos mis muros y mi máscara, él se sentó a mi lado y me abrazó, me sentí en ese momento segura en sus brazos, me dijo que si me quería descargar que lo hiciera que él no me iba a juzgar. Y sí, le conté todo, como nos conocimos, hasta la infidelidad que montó con mi mejor amiga y encima en mi propia casa, la que yo había comprado con mis ahorros y que él simplemente estaba de arrimado, en ese momento pensé que no solo había perdido a mi novio, el que en algún momento fue mi mejor amigo, sino que también perdí a la persona que trataba como mi hermana.

Ethan me preguntó que porque no los había sacado a patadas, pero la verdad es que por más que fuera no podía hacerlo, no tenía el valor. Al decirle eso me dijo: pues si tú no los sacas, la otra opción es vender el apartamento, saldrías beneficiada ya que los papeles están a tú nombre y con ese dinero puedes comprarte tu casa o un apartamento, lo que prefieras. 

Esa noche en la habitación de invitados (porque sí no iba a dormir con él, por más que fuera todavía seguía dolida, necesitaba mi momento a solas) Me puse a pensar la opción de Ethan, era lo mejor que iba a hacer, por que yo no iba a dejar que mi ex viviera gratis en un apartamento que ni siquiera era suyo. El problema era que yo tenía todas mis cosas allá, por lo que te puedes imaginar, sí, tenía que ir otra vez pero a recoger todo, pensé en ir en el horario de su trabajo, pues aprovecharía ya que la casa estaría sola, también pensé en quemar su ropa o botar las cosas y la ropa, pero eso lo decidiría en la mañana, y luego de dar muchas vueltas en la cama, por fin caí en los brazos de Morfeo.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS