Muerte que desciende y asciende
Desde la infancia te escucho,
corona de espinas que susurra en voz ajena, nocturna y serena.
Te transformas y vistes las pieles de otros;
Con una enigmática sonrisa en cada rostro, de voluntad caprichosa, libre.
Eriges una sombra primaveral que envuelve las noches.
De sublime manto te conviertes en siniestra desde las entrañas, y viceversa, en ese coqueteó te entregas.
tu presencia y ausencia es misterio que me atrae;
Muerte sosiega, muerte serena y triunfante,
sonríe al destino de ser la única inacabable.
Silenciosa, desciendes y asciendes, en el ciclo de lo eterno sin tiempo.
la vida y la muerte, entrelazadas en la inflorescencia del abismo,
que desciende y asciende al ser, en un baile sin fin.
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