Sombras de la pérdida

Una sala lúgubre sin sonidos de esperanza alguna, y la compañía desesperante de personas que no quieres ver ni escuchar. Esperan la noche y saciar una sed de veredicto, con la intención de mostrar una cara de apoyo tras la muerte inesperada, hacer antesala de frente al rechazo y conjeturas inapropiadas. Tú cuerpo se siente dividido en una realidad fragmentada con las únicas ganas de escapar de esa sala y correr sin un sentido, vivir tu pérdida, sin fingir, sin dar explicaciones, sin recordar lo que solo quieres olvidar.

La sombra despiadada del juicio especula en tu espalda y no puedes huir, no puedes salir, tienes que vestir conforme te indican, tienes que sentarte en ese sitio lleno y vacío de aprecio real, tan frío que sientes tus pies congelar, pero al mismo tiempo no sientes, no puedes pensar, no escuchas solo asientas con la cabeza, mientras te desconectas del mundo presente.