La Tentación del vacío

Activamos la pólvora y volamos en pedazos, nubes de gas tóxico, psicodelia densa y extraña, rituales y danzas prohibidas son nuestro plato fuerte, nos llevan las nubes entre pequeños remolinos, entre aves juguetonas, las aves del fuego, las aves del mar, las aves mensajeras de los muertos no traen noticia alguna, no somos mensaje, hoy no. Activas la segunda carga explosiva y se desfigura tu rostro, tus intestinos ahora son lluvia, y mis lagrimas ahora son aire, aire denso, aire pesado, el aire del espacio que no consta de moléculas de oxigeno sino de radiación nauseabunda, el aire perdido de las dunas en marte que nunca conocimos, el aire del desierto, desierto, desierto. Nos estiramos, los conceptos toman formas extrañas, no entiendo lo que no entiendo, no entiendo lo que entendía, no entiendo lo que estoy diciendo. Mis manos son ahora hojas, hojas del silencio abrazadas por las corrientes de más y más radiación nauseabunda, hojas del lenguaje secreto, hojas del lenguaje indescifrable de las aves que en ellas habitaban, ahora somos nada, nada con nada, nada sin nada, nada mas nada, todas ecuaciones igual a cero.

El arte de la fragmentación, el arte de la destrucción, eso que tanto nos seducía desde niños; ese deseo de lanzarnos al enorme camión que avanzaba muy pegadito a nosotros, ese mareo que nos invita a lanzarnos al vacío cuando el miedo es más intenso, es más intenso, putamente intenso. El arte de la rendición, de no luchar, de darnos por vencidos sin ni siquiera hacer un intento y cagarnos de risa por ello, ¿aún hay dinamita? Porque me pesa mucho el todavía tener rostro, el sentir mis putas mejillas frías, me parece falta de educación tener ojos aun, y mucho más esta molesta necesidad de escuchar mis propios lamentos. Por favor actívala, vuélame en pedazos, que las ondas expansivas santifiquen mi mensaje, que la sangre en micropartículas sea mi mensaje, que las vísceras huecas, mas huecas que nunca sean mi mensaje, con mucho amor y cariño para todos ustedes, para la posteridad, ¿si entendiste el mensaje? vuélame los dientes, estállame la lengua porque nunca tuve nada bueno para decir, vamos presiona el botón con lo que te queda de dedos, aun tienes un índice y un pedazo de anular, con eso es más que suficiente, llévame a la super nova de la consciencia, arrástrame a los mil infiernos de la angustia conceptual, quiero ser aire, quiero ser polvo, quiero ser color, quiero ser sonido, quiero ser mierda que fertilice, quiero ser humo que ahogue.

Esta prohibido a los humanos ver lo que estamos mirando, oír lo que estamos escuchando, sentir lo que estamos palpando, no hay formas, no hay color, no hay tiempo, solo estamos ante la incertidumbre, bailamos ante la incertidumbre, reímos con la incertidumbre, somos incertidumbre, nos transfiguramos yo soy tu y tu eres yo y ambos no somos nadie, y nadie es igual a ambos, y eso nos da mucha risa, porque imbécil, tu explosión aun me dejó dos dientes, tengo un pedazo tosco de lengua sangrante así que medio puedo decir algo, menos mal que ya no tengo mejillas, no tengo nariz, ni pelo.

Chorreamos partículas extrañas y agua, mientras nos olvidamos del olvido, mientras recordamos la nostalgia, esa nostalgia de estar aquí en el paraíso, ese que tanto extrañábamos, el que nos prometían nuestros padres y nuestros amigos, la promesa de mamá al vernos nacer sin respirar, ese soborno para que no murieramos ese día. Ese cielo que sabíamos estaba allí esperándonos, porque lo merecíamos, lo buscábamos en esas largas noches mirando estrellas, insultando a la luna, tomando cerveza y fumando cigarros hasta mas no poder. Los ojos anhelantes, quisiera tener ojos y algún pedazo de parpado solo para llorar una última vez, una última vez, de felicidad, de alegría, pues ahora estoy aquí mirándome a mí mismo mirándome mientras me miro, en este paraíso de alcohol y de heroína, este paraíso con demasiados ángeles muertos, demasiados, demasiados, de estatuas, de seres estáticos, extáticos quizá, somos una parábola, una fábula del arcoíris, pues si te acercas mucho a nosotros ya no veras nada, porque ya no existimos, nunca lo hicimos, solo ahora, ahora que ya nada puede ser, ahora que todo es imposible, eternamente imposible y eso nos hace felices porque somos muchos, porque solo estoy yo.