Trasformaciones de vida,
Simulacros de emociones,
Ligados a experiencias únicas,
De recuerdos que nunca volverán.
Expectativas cumplidas e incumplidas,
Camuflados de sabores y sinsabores,
De pensar que hicimos para merecer,
Cumplir los sueños anhelados.
Perspectivas de vida,
Que son como espejos que no emiten su forma,
Que no cumplen su idea real,
De conocer a través de la vida transcurrida.
Navegando su vida en barcos a la deriva,
No encontrándose a uno mismo,
Ni mucho menos con las personas,
¿Sera que desperdiciamos el tiempo en cosas sin sentido?
Pero en la carretera de las fantasías, caminamos,
Demostramos de qué estamos hechos,
Buscando el destino a través de esfuerzos,
Y abrazamos los sueños fantasiosos sin conocernos nunca.
El tiempo, maldito aliado,
De creernos eternos, sin serlos,
Sin siquiera habernos conocido,
Sin siquiera haberlo transcurrido.
Detalles de existencia, que no encontramos,
Que no buscamos, que no vimos,
Pero el lapso de vida es tirano y cruel,
Y no se detiene en lo absoluto.
Y en el final de los días sucedidos,
Haremos una introspección,
De lo vivido, del tiempo servible o no,
De calcular si valió o no la pena nuestra estadía.
Pero las arrugas del alma,
Nos demostrarán, todo lo vivido
Y si las sonrisas fueron largas,
O las lágrimas fueron eternas.
Y el abrazo de la vida,
Lo lidiaremos con el sin sabor o sabor,
Del paso a través de ella,
Y si el cometido de vivir o morir, fue útil o inútil.
Pero solo los instantes de vida nos demostrarán,
Si el tiempo es solo una cuestión de números,
O una búsqueda continua de nosotros mismos…
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