Uvas envenenadas
Vuelvo a casa y el conductor lleva puesta ésa canción, ésa de ROXETTE.. sé que la puedes adivinar, al igual que yo la has escuchado antes, incluso me atrevería a asegurar que la grabaste en algún cassette qué quizás ahora esté perdido por ahí en alguna caja de zapatos olvidada en algún cajón
Mismo cajón donde hay unas cartas apiladas, unas tarjetas de Village, unos cuantos libros con dedicatoria, tal vez un peluche sin oreja, unas entradas a los juegos, unas fichas viejas, unos cuadernos con hojas secas de otoño pegadas en la portada y unos cabos de cigarros manchados de labial
Vuelvo a casa y suena ésa canción de ROXETTE ya sabes cual
Ésa qué alguna vez intentaste aprender, ésa qué éramos muy chicos para comprender
Ésa qué pusieron cuando ya casi se acababa la fiesta, recuerdas que te saqué a bailar, recuerdas que teníamos los labios con suflé, perfumado con el perfume de mí hermano, con una de sus camisas favoritas, peinado con gel te invité a bailarla venciendo por primera vez mí timidez
Después de la primera estrofa nos abrazamos aprendiendo abrazar recién, dejaste suavemente tus brazos sobre mis hombros caer, delicadamente mis manos rodearon tú cintura y tú mejilla colmó la mía como en aquellas películas que veíamos a escondidas
Uno al final nunca sabe cuánto puede durar una canción, porque ésta creo que ha durado toda la vida, creo nunca a dejado de girar como nosotros en la pista
Con tan poquito de luz y tan poquitos años, con tan poquitos pasos aprendidos, con tanta boca y tantos labios llegando al estribillo intentado un primer beso a ciegas los dos, con los ojos cerrados los dos, ayudándonos de la respiración para calzar tú beso en mí beso, al fin encontrarnos con algunos destellos de luz de la puerta del baño, al fin besándose como en los sueños afiebrados de los 14 años, besándose por instinto, sin lección, por corazonada, porque la luna, porque la piel quería aprender, porque ya se acababa el tiempo de permiso, porque la canción, ésa canción, ésta canción
Ésta canción en inglés que ni siquiera sabíamos que decía, creíamos que hablaba de nosotros, yo niño del campo, tímido, pensativo, ahuasado, tan provinciano qué me era imposible decirle tío a tú padre, aún con ése acento cantadito al hablar. Recién acostumbrándome al cemento, a la iluminación de las calles, acostumbrado al brasero, a ir a buscar leña para el fuego, tiznado en la frente y en las manos, enamorado aprendiz de enamorado, sabe dios cuantas veces te pisé los pies en aquel baile, sabe dios sino te habré apretado con mucha fuerza en ése lento, sabe dios sino te habré besado cómo cuando mordía un damasco o cuando colmaba una sandia con harina tostada bajo el naranjo. Tú tan señorita de ciudad con televisor a colores, con casa firme y poco patio, sin gallinero, sin peuco, peuco, sin chanchos, sin caballos, sin lecha al pie de la vaca, sin chivos, sin patos.
Tú tan perfumadita, con puerta de fierro, con timbre, con teléfono, con catecismo de sábado.
Tú tan peinadita en el colegio la más bonita del recreo, la bandera los lunes en la mañana, adiscreción, tomen distancia, cantábamos el himno patrio
Tú con yogu – yogu con las galletas museo, con tú sandwich de mermelada de mora en el tupper, yo haciendo fila para la leche, con el galletón, con mí pan con chancho envuelto en una bolsa de fideos SUAZO, éramos diferentes en algunos pasares y detalles, pero nos igualabámos en las ganas de besar, en las ganas de vivir sin aquella dictadura, en las ganas de no obedecer las militares reglas de la escuela, nos hacíamos iguales en ésa esperanza, éramos iguales en los años
Ésta canción me llevó a todos esos lugares que con tanta ansias de libertad habitamos, me trajo hasta el olor de aquellas golosinas que compartimos, de la historia secreta de nuestros besos que no fueron muchos, pero precisos para aprender a besar y practicarlo
Después del primero en aquella fiesta casera con suflé en los labios, recuerdo también aquel beso qué compartimos bajo el puente a un costado del Estero por donde cortabámos camino aunque te lo tenían prohibido por los marihuaneros
Cuidado con los marihuaneros nos decían en ése tiempo ja te acuerdas? Aunque ése día en especial se hacía super necesario nuestro atajo porque habían repartido cajones de uva en la escuela
Ése asunto de la uva supuestamente envenenada con cianuro , uvas de exportación, uvas blancas, uvas negras, inmensas
Entonces te ayudé a llevar las tuyas y justo bajo el puente nos sentamos a descansar un rato y compartimos un racimo
Pusiste una uva en tú boca y preguntaste sí quería quitártela, acepté aquel juego, caí dulcemente en la trampa, entonces nos besamos como se besan dos amantes qué cursan octavo grado
Nos besamos con pepitas y boca frutal, cómo compartiendo pecado, Eva y adán, nos besamos sin miedo al veneno, nos besamos CAPULETO Y MONTESCO, nos dimos besos cómo para guardar para todo el invierno , nos besamos como JUMA Y JUVENTINO en el pantanal, nos dimos de ésos besos que se daban los náufragos de la laguna azul, nos dimos todos ésos besos
De pronto un mensaje en el teléfono me avisa que ya voy llegando a casa, qué no olvide mis pertenencias, qué califique el viaje y cancele el total al conductor… Uno nunca sabe cuánto puede durar una canción ❤️
OPINIONES Y COMENTARIOS