Acabamos de salir del aeropuerto de Girona Costa Brava con el vehículo
oficial, el protocolo índica que en el vehículo sólo pueden
desplazarse personal trabajador de la administración. Es uno de esos
días de primavera previos al verano en el cual el calor ya comienza
a hacer su presencia, las ventanillas aún abiertas. En un momento,
cuando enfilemos la autovía que nos llevara a Barcelona las
cerraremos y el aire acondicionado empezara a enviarnos aire frío.
Estamos a la altura del hotel Vilobi, entre la primera y la segunda
rotonda de una carretera que nos sacará del aeropuerto.

Yo aún no la he visto, mi compañero sí. Llama mi atención y me señala
a una mujer caucásica de unos treinta años, pelo corto ensortijado
de color cobrizo. Viste vaqueros una camiseta oscura y lleva puestas
unas zapatillas de deporte. En su espalda carga con una mochila
enorme y un trozo de cartón entre sus manos con Girona escrito con
rotulador azul en letras casi tan grandes como su mochila. «Tú
que hablas inglés, dile que hay autobuses que van a Girona» me
dice. Se orilla en el arcén y comenzamos nuestra conversación

  • «Hi!»
  • «Hi!» me responde, sin hacer amago de entrar en el coche. Quizás el
    tamaño del coche o mi uniforme la disuaden.
  • «You know there are buses from the airport to Girona city, right?»
  • «Yes, I know. But I prefer travel in this way»
  • «You can’t travel with us for protocol»
  • «No problem» y me sonrió.

Creo que me dijo de donde era, no era inglesa eso seguro. Quizás alemana
o austriaca.

Cuando nos alejamos ella seguía en el arcén llevando su mochila y su
cartel indicando Girona en letras azules. » ¡ Qué extraño que en
estos tiempos elija esa forma de viajar con los autobuses o el BlaBlaCar!» comentó mi compañero y yo pensé en la libertad de
no tener horarios y poder despertarte cada día con una vista
diferente. De haber trabajado tanto el apego como seleccionar de
entre todas tus cosas y retener los pocos bártulos que entran en una
mochila. Libertad para elegir a tus compañeros de viaje, de
continuar el viaje en un vehículo o a pie. La libertad
de fluir, de tomar cada decisión en ese instante, de poder desviarte
y tomar otras rutas … Libertad de tomar tus decisiones.

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