Nuestros pies siguen caminando, pisoteando el aburrimiento, la desidia, los celos; todo lo malo se va borrando a nuestro paso, pues siempre seguimos caminando «juntos», para lo bueno y para lo malo.

Nuestras bocas son el alimento vital, en nuestras miradas siempre hubo y habrá complicidad, en nuestras manos siempre está la ayuda desinteresada, en nuestros corazones sigue guardándose un poquito más de amor cada día; porque si tu y yo jugamos, no ganas tu, no gano yo, siempre ganamos nosotros, siempre gana el amor.

Mirarte, es como ver un hermoso arcoiris, un fenómeno natural al que se entrega uno alegremente, por un instante, para deleitarse; pero yo no me conformo con un instante de ti, yo quiero sentir continuamente tus brazos a mi alrededor, quiero entregarme a ti, quiero abrir cada día mis ojos para ti, aunque luego me vuelva pequeñita cuando me devuelves la mirada.

Porque contigo puedo ser yo; contigo no tengo que usar disfraces ni máscaras, contigo puedo ser la loca que soy, porque me gusta amarte hasta la locura, oírte sin que me hables, hablarte con la mirada y mirarte con mis manos.

Porque eres el sueño realizado, el cuento de hadas que se vuelve realidad, eres la estrella que más brilla en mi cielo nocturno.

Porque la vida es vida, si tu estas conmigo.

Mi rey, mi mundo.

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