En el alba de un amor, un sueño florece,

Un edén prometido, un alma gemela.

Corazones entrelazados, almas que se conocen,

En un baile eterno, donde nada revela.


Risas y susurros, promesas al viento,

Un futuro brillante, un presente contento.

Pero el tiempo, implacable, su huella imprime,

Y el amor, a veces, su brillo merma.


De las caricias tiernas a la fría indiferencia,

Del «te amo» al silencio, una gran distancia.

La rutina invade, la pasión se esfuma,

Y el amor, en ocasiones, se vuelve rutina.


Buscamos un compañero, un alma afín,

Que nos inspire, que nos haga sentir.

Que nos ayude a crecer, en cada instante,

En un viaje eterno, sin titubeante.


Mas olvidemos, en este ir y venir,

Que valemos más que un simple sentir.

Que el amor más puro, es saber soltar,

Y en la libertad, nuestra alma encontrar.


Si amas de verdad, dejas volar,

Y permites que el destino pueda guiar.

Pues el amor verdadero, es aquel que libera,

Y en la ausencia, sigue siendo una fuerza.


Así que recuerda, cuando el amor se acabe,

Que tu valor, nunca se debe de rabiar.

Eres un universo, infinito y grandioso,

Y mereces un amor, puro y poderoso.

JTA.

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