Al contemplar las silenciosas noches del día a día, vienen a mí las memorias de ese afectuoso y tierno aroma de mujer, palpitante y excitante, convirtiéndome en un salvaje amante, que muchas veces te visita de madrugadas, incurriendo en los caprichos más sucios y bellos que nadie aún puede reproducir, ni siquiera imaginar, llegando a la cúspide del placer y hasta perder el sentido de tanta pasión.
Las clandestinas noches llegan encubiertas de maliciosas fechorías con el único plan de suavizar ese cuerpo pasmoso, con mis yemas suaves al punto de ni siquiera tocarte.
Tus intimidades describen una ilusión que es como inspeccionar lo prohibido y lo más apetecido, es quedarme atrapado en esa fragancia que no tiene similitud alguna en este mundo, con un poder aplastante y un sabor de diosa dispuesta a crear un fuego que es incapaz de quemarnos, pero a la vez es consiente en derretirnos.
Hasta llegar al momento que se interpreta como la invitación más perfecta, en donde se desgarra todo, desde el inicio de una molécula hasta el último cabello y deseas que el tiempo no rescinda, que se extienda al infinito, ingresando en la suavidad más extraordinaria de la creación ¡¡¡¡¡ Así es cuando pienso en ti!!!!!!
pam
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