Y con el poco tiempo de vida que llevo… descubrí muchas cosas y, a decir verdad, la mayoría son malas.
Descubrí que por mucho que persigas al destino siempre te quedas atrás de él.
Descubrí que para ella… la vida que le di no le fue suficiente.
Descubrí que en este mundo… lo que sientas solo vale si puedes cobrar por ello.
Descubrí que, el fondo del abismo… es un lugar demasiado obscuro y solitario.
Descubrí que no basta con las riquezas para ser feliz.
Descubrí que el amor se alquila y que la depresión está a la orden del día.
Descubrí que no puedes estar cuerdo con una cuerda amarrada a tu cuello.
Descubrí que el pasado te puede atormentar sin importar el tiempo que pase.
Descubrí que… el amor propio depende de las muestras de amor que recibas de niño.
Descubrí que al parecer… ser arrastrado por la corriente es la mejor forma de vivir.
Descubrí que las flores mustias son las únicas que se quedan en el jardín.
Descubrí, pero no entendí… que… las sombras te pueden perseguir incluso en la oscuridad absoluta.
Descubrí que al estar entre la espalda y la pared… tampoco puedes ir a los lados porque te tachan de cobarde.
Descubrí que las lágrimas, las verdaderas lágrimas, no sé ven.
Descubrí que todo el tiempo que vives solo rezas, que no llegue el final de tu vida… aunque eso no aplica a mí.
Descubrí que el decir algo más de una vez… no lo vuelve verdad.
Descubrí que no siempre hay un arcoíris al doblar la esquina.
Descubrí que no basta con luchar.
Descubrí que nada está escrito, pero aun así pienso, o pensaba, que todo pasa por algo.
Descubrí que… las heridas duelen más cuando nadie las puede ver.
Descubrí que el sempiterno es una mentira.
Descubrí que si siempre sigues hacia adelante vuelves al mismo punto.
Descubrí que solo necesitas una cosa, un solo instante, para querer morir.
Y lo que más me dolió descubrir es que aún me quedan demasiadas cosas por descubrir.
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