Cuenta la historia que, en la región de Acervo, durante el siglo pasado, en pleno auge de la ciencia, vivió Kismel, su infancia y adolescencia las pasaría en su terruño, allí se dedicaban a labores del campo y artesanías. Su formación tuvo lugar en la escuela local, donde contó con grandes educadores, en especial a Anju, de avanzada edad, pero con lucidez y saber de ensueño, al punto de merecer el rótulo de “Abuelo del pensamiento claro”, aunque la verdad sea dicha, no se conoce si tuvo hijos, razón por la cual, biológicamente hablando no tuvo como ser abuelo, este formador con sus orientaciones, logró despertar en Kismel
toda una hematopoyesis de emociones, destinadas a interesarse e indagar en pro del conocimiento.

Acervo, era en su mayoría rural, no obstante, por su cercanía a la ciudad de Medca, contaba con espacios como biblioteca y centro de estudios de vanguardia, adalid de los descubrimientos y avances de la época. Este entorno, más la fornida experiencia del “Abuelo del Pensamiento Claro” en cultivar conciencias, llevaría a Kismel
a un estado impregnado de curiosidad en pro del arjé científico. Sus compañeros de clase muchas veces le criticaron por departir más con los docentes que con ellos, algunos se referían hacia él, como el “joven de las locuras, cuerdas”, esto, dejando de lado que el tipo de tertulias y disertaciones de más agrado de aquel púber no eran las que acostumbraban sus contemporáneos, por ello la afinidad estuvo del lado de sus profesores. Cuando se culminaba el ciclo formativo en esa región, para la mayoría los casos se tenían dos caminos, el primero dedicarte a los asuntos y negocios de la familia o lograr educación cualificada en las grandes ciudades. Respecto a Kismel, su familia consideró que lo ideal era continuar con sus estudios, no obstante, a pocos días de su viaje, Anju le citó para conversar sobre algo de gran relevancia, durante el encuentro, este compartiría información que cambiaría el curso de vida y devenir de Kismel.

Lo comentado a Kismel se puede rotular como confidencial, Anju durante varios minutos visiblemente emocionado y con gran sentimiento entregó a aquel joven la información más relevante de su vida académica, este le habló sobre algo hasta ese momento y cierto tiempo después desconocido para la mayoría, expresó la información que conocía sobre la “Bacteidiosincrasia”, con sus ojos llenos de brillo por la emoción visceral, su voz por ratos entrecortada y carente de aire, Anju esbozó lo conocido, Kismel, recordaría por el resto de su existencia aquellas palabras “la Bacteidiosincrasia obedece al vivir, sentir y ser de personas inteligentes, analíticas dedicadas, científicas, organizadas, que conocen muy bien eso que muchos ignoran, pueden de ver el mundo desconocido por nosotros, son una especie de sinergia de adelantados en las ciencias conocidas y otras que más adelante se conocerán” Kismel, bastante conmovido por tal descripción y el jubileo con el que su maestro se expresaba, preguntó: dónde están? ¿Quiénes son? deseo saber más sobre ellos, profundizar sobre la Bacteidiosincrasia. Su maestreo tuvo un momento de silencio, luego tras un moderado pero suave suspiro respondió, están entre nosotros, cómo es posible exclamó Kismel, por qué no había escuchado nada de ellos, porque no tienen afán de protagonismo, respondería el abuelo del pensamiento claro, además agregó, la sociedad misma ha inviabilizado su saber y hacer.

Seguidamente Kismel, preguntó si tenía más información sobre los actores de la Bacteidiosincrasia, además de lo comentado, se dice que un número importante de ellos, se reúnen una vez cada cierto tiempo, en cada encuentro cambian de lugar, viajan de todas partes, en estos espacios además de compartir avaneces y logros, muestran cómo mejorar el trabajo desarrollado, son días de alegría, ciencia, fraternidad y aprendizaje de alto nivel. ¿Cómo hacer para encontrarlos maestro, dijo el Joven, respecto a ello, respondió Anju, de otrora cuentan que es menester conversar con Stephaju, ella es? Preguntó Kismel, “la niña de los sueños” respondió Anju, además “no puedes encontrar algo especial sin una persona igual” esta niña con su sapiencia para interpretar los sueños es la brújula para descubrir lo no conocido. ¿Disculpe usted maestro exclamó Kismel, “Por qué algo de esta importancia, ¿está relacionado con los sueños? Importante pregunta Kismel, tardé tiempo en lograr una respuesta, es así porque ellos, los responsables de la Bacteidiosincrasia, sólo pueden ubicarse con actos que vayan de lo real a lo irreal, cuando sueñas se parte de un acto físico, tangible, real de quien sueña pero no es igual lo recordado después de soñar, esa fusión de real e irreal es el único medio, por esta razón, Stephaju, es la clave, antes de tu siguiente pregunta, acotó Anju, que asumo estará relacionada sobre si hice la búsqueda, la respuesta es sí, lo intenté pero no pude logarlo, adicional a esto, hace años no sueño y cuando lo hago no logro recordar lo soñado, la última vez que sucedió, cuando ubiqué a Stephaju y conté lo soñado, ella me entregó una interpretación corta, simple y contundente “tu no lo lograrás pero alguien formado por ti, sí podrá hacerlo”.

Terminado el encuentro el joven se dirigió a casa a contar a su familia su decisión poder resolver, lo que su maestro no pudo, la familia por lo distinto a lo acostumbrado en la época y contario a lo que ellos querían para él, no brindaron apoyo, tampoco harían oposición al camino que pretendía tomar, el abuelo sabio, entregaría a Kismel, los elementos, víveres y monedas necesarias al joven famélico de conocimiento, para hacer más llevadera su épica búsqueda, finalmente recordaría que para el éxito en la pesquisa a emprender, debía emplear el pensar metrológico. Así pasaron los días y semanas en la búsqueda de esas personas con cualidades, conocimiento y formación extraordinaria, visitó distintos lugares y regiones, sus sueños inicialmente no serían de mucha ayuda, estos no tenían mucho sentido con su objetivo. Estuvo en pueblos conociendo y aprendiendo sus costumbres, aprovechando de la mejor forma la confluencia de saberes, ocasionalmente disfrutaba de las festividades de los lugares encontrados en su recorrido. Toda esta transmitancia de sucesos sería caldo de cultivo para llevar a buen puerto, su inédita exploración.

Una mañana al despertar, Kismel recordó lo soñado, este sueño en particular discrepaba de los anteriores, en este, él se encontraba ante dos caminos, en uno de estos veía un hermoso valle, lagos, villas y vegetación, el otro, por el contrario, estaba desértico, lúgubre y con una aparente ausencia de agua, este sueño se repetiría por varios días. Supo que era el momento de ubicar a Stephaju, la razón sentía en su interior que ese sueño era clave para su realizar la tarea encomendada por su maestro. Este raciocinio sin que Kismel, se diera por enterado, sería el inicio del uso de aquello que el “Abuelo del pensamiento claro” mencionó, lo conocido como Pensar Metrológico. En una de las villas cercanas a dónde se encontraba escuchó de una mujer que, a pesar de los años, mantenía aspecto Juvenil. Durante el recorrido a la villa donde según habitantes de los pueblos visitados estaba una gran y moderna ciudad, adornada con jardines, engalanada con montañas de hermosos paisajes, el joven viajero quedó maravillado por tan bello lugar, esta ciudad también contaba con varios centros de estudio, academias y liceos en todos los artes y saberes. Fue tal el agrado de Kismel con aquella ciudad que decidiría sedimentar la activa búsqueda de la niña de los sueños, permaneciendo un poco más de lo previsto, de esta forma, en la primera noche que pasó en aquel lugar, su sueño tendría un leve cambio, básicamente era el mismo, pero en esta ocasión en el camino lúgubre, en medio del horizonte se veían unas letras en el siguiente orden T-E-C-A-B, ¿qué significa? se preguntó, muchas veces, sin lograr respuesta convincente.

En medio de una caminata por la ciudad, se interesó por un concurrido lugar con personas de maravillosa presencia y vestir, en ese sitio había múltiples salones con utensilios y aparatos para él desconocidos, quiso preguntar a alguno de los asistentes, pero les notó tan concentrados, placidos y felices que no le pareció oportuno, llamó su atención los variados acentos, colores y tinciones culturales, observadas en aquel recinto. Terminando el día, dejó a un lado aquella hermosa ciudad, para llegar la villa donde esperaba encontrar a Stephaju, en su camino de varias horas recordaría su sueño en especial aquel lugar y sus asistentes, recordaría que en varios de los pueblos visitados encontraron escenarios concurridos con personas elegantes y de grata presencia. Al llegar a la villa emprendió la búsqueda de Stephaju con la agradable sorpresa que esta, sería más rápida de lo pensado, al llegar a la plaza central, divisó a una joven entre varias personas, tenía cuerpo de mujer, al acercarse y saludar, notó su rostro y voz de niña, percibía su buena aura, ella, de pocas palabras, largos cabellos y mirada profunda. Seguidamente solicitó ayuda con la interpretación de lo soñado, sentados en una de las bancas de aquella centenaria ágora, tras una atenta escucha, Stephaju diría “por lo general caminos difíciles, llevan a destinos maravillosos, tu terruño, su nombre, nace de “folk”, estos, son el corazón de lo que te ha traído hasta aquí, y las letras? preguntaría Kismel, sentidamente emocionado, significan “Bacte”, respondería Stephaju, ¿Bacte? exclamaría Kismel, así es, el fin de tu búsqueda, acotaría la Niña de los Sueños. Es decir, ¿qué? en ti está la respuesta, interrumpiría Stephaju, tu cita con el destino está en 2-0-2-2. Al pasar unos segundos en reflexivo silencio, Kismel lo entendió, esos dígitos correspondían con el cuadrante geográfico de la Bella Ciudad. Una escalofriante sensación atravesó todo su cuerpo, seguidamente experimentó una enorme calma y satisfacción al punto que las reyertas de su microbiota intestinal cesaron. No eran hiperbólicos aquellos sentimientos, estaba muy cerca de lograr la importante e histórica labor encomendada por su maestro.

Rápidamente con profundo agradecimiento, Kismel se despidió de Stephaju y retornó a la bella ciudad, justo al lugar que había colmado toda su atención. A razón del departir del joven Kismel con aquellas valiosas personas, el mundo conocería la idiosincrasia de los Bacte, mejor aún, su Folklo´re.

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