En la época donde la ciencia, el arte, la cultura y letras iniciaba su apogeo a nivel global, en la capital, específicamente al sur, vivía Ater, un joven inquieto y osado, enamorado del saber, aquel púber era consciente de las posibilidades que este, (el saber) aportaba para vida. Ater, confiaba en que el conocimiento, incidía en el destino y la vida misma. Las posibilidades del joven para adquirir el anhelado conocimiento eran muy limitadas, debido a la falta de dinero para pagar el servicio (tutores) que, en ese tiempo, eran indispensables para formarse. Poco después de su onomástico número 19, Ater conocería a su gran mentor Socel, hombre culto, letrado y visionario, quien notó en el púber gran potencial, con el paso de los años y la dedicación de Socel, el Jóven del sur de la capital contaría con la mejor formación de su tiempo.
Sin que se viera venir, llegó la muerte de Socel, dejando en Ater además de un profundo agradecimiento, la inquietud de ayudar a otros a formarse y crecer académicamente, fue así como este, emprendió la gesta más importante de su vida, fundar la academia de Artes, Ciencias y Letras “UNASC” Unidad Nacional de Aprendizaje del Sur de la Capital, naturalmente el camino por recorrer no fue nada fácil, formarse era un privilegio de pocos, los gobernantes querían al pueblo crédulo y dócil, al ser la educación un proceso liberador, iba en contra de sus intereses. Poco a poco lo que Ater denominó “Vivir la UNASC” tomó fuerza y cambió vidas, el ambiente en ese claustro, estaba atiborrado de saber, respeto, disciplina, concertación y debate, lo anterior bajo la consigna “Educación para Todos”. Cuentan que Ater entregó su alma a ese gran sueño, años después debido a la colosal aceptación de la UNASC en la región, recibiría el apoyo y financiación de gobernantes, con ello pudo llevar su método y formación a todo el País, el mencionado claustro, seria pionero de educación a distancia, este centro formativo al que propios y formados se referirían como “el Alma de Ater”, esta siguió cambiando vidas y forjando el devenir de sus discentes, creciendo y posicionándose para convertirse en UNAD. “Mi Alma Mater”
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