Ella
Ella tenía en claro lo que arriesgaba, pero no imaginó, no quiso creer lo que iba a destruirla.
Ella seguía a su ritmo creyendo que por fin la vida le sonreía, y fue allí donde algo sucedió, algo que la cambió totalmente, donde el corazón se mostró tan cruel en decir nuevamente: qué fácil es pasar del amarillo al negro, del día a la noche, del amor al odio. Terminó el fin de semana y ella resignada dijo: «Es increíble como él logró ser tan deslumbrante y aterrador, pero qué hay de su alma, de lo que existe aún en lo más profundo su corazón, nunca lo sabrás, porque él ya no es lo que era».
Hace unos días, ella tuvo el valor de enfrentar sus sentimientos, el amor que siempre hubo para él, aunque sus caminos se tornaron diferentes por malos entendidos, donde ella cegada por el enojo no observó más allá de lo evidente.
Los sentimientos ahora son tan claros, donde lo más probable es que ella termine destruida y en la ruina. Si él tan solo conociera todo lo que hay detrás de esas miradas y esas palabras que salen de sus labios, entendería lo enamorada que está de él.
Han sido tiempos difíciles, y la verdad es que aunque él no lo note, debe saber que ante muchas dudas, ella sigue creyendo en el amor que un día inició como un juego en esa noche donde sus cuerpos dieron rienda suelta a sus más oscuros deseos, desatando así el principio de su propio apocalipsis.
Esas noches se mantienen como fotografías en su recuerdo, él no lo sabe y jamás sabrá lo que ella escribe a nombre de su ausencia.
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