No entendía como ese perro y ese gato se amaban tanto:
pero fue que el perro siguió siendo el perro
y el gato siguió siendo el gato.
Luego me pregunté que pasó con ellos
que no los volví a ver…
Y sucedió
que el gato quiso que el perro fuera como él,
y el perro quiso que el gato fuera como él.
Y así todo acabó.
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