Ella llegó a mí en el invierno, mi invierno,
cuando el sol dudaba en darse u ocultarse,
cuando la lluvia vacilaba en irse o arreciarse,
cuando el viento aún dudó en darle vida a la veleta.
Ella llegó cuando el desierto estaba todo revuelto.
Ella hizo de la lluvia un rocío en primavera,
y del viento un bálsamo sin duda.
Ella fue casi todo.
febrero 10 -1982
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