Esclavo de los dioses (cap:4)

Esclavo de los dioses (cap:4)

MAO_MC

12/09/2024

Harlen (part:2)

Hoy me siento feliz, me pidieron que ayudara a tratar a los heridos. Parece que finalmente nos están aceptando en la ciudad. Cuando llegamos todos los trataban con indiferencia, al principio les tenía un poco de miedo, pero al pasar tiempo con ellos Fui testigo de sus atrocidades pero también de sus virtudes, sus acciones son cuestionables pero, todo lo hacen por su propia supervivencia y aunque no me agrade su comportamiento intento ser lo más flexible que puedo. Aunque también tienen su lado bueno, es increíble como pueden dejarlo todo para ayudar a los suyos, ellos hacen hasta lo imposible por proteger a sus familiares y amigos.

Al principio tenía mis dudas, cuando mi madre nos dijo que nos enviaría a vivir con ellos me asuste mucho, creía que todos eran arrogantes y llenos de odio, avía escuchado historias de como se dañaban los unos a los otros en guerras sin sentido, tenía miedo de que nos lastimaran sin motivo ;sin embargo, mis temores desaparecieron con el tiempo. Ellos nos ayudan cuando lo necesitamos y nosotros a ellos.

Daré lo mejor de mi para que todos seamos felices juntos, puede sonar infantil pero, me gustaría que todos nos lleváramos bien y no hablo solo de Humanos y Ángeles, me refiero a todas las razas de Harlen.

Mi sueño es vivir en un mundo donde todos podamos vivir en paz.

—Buenos días a todos, me esforzaré al máximo para serles de ayuda.

—Jhina, buenos días llegas justo a tiempo, necesito que me ayudes con unas personas.

—Déjemelo a mi.

Me encanta ayudar a las personas, y más si es curando sus enfermedades. Nací con una habilidad muy especial “Ojos divinos” con su ayuda puedo curar las heridas mortales, no importa cuán mal este, si aun respira puedo salvarlo y eso no es todo también puedo mejorar las habilidades de las personas aunque esto es por un corto tiempo. Y como si fuera poco puedo bendecir a las personas con solo mirarlas. Cuando están bajo el efecto de mi bendición su capacidad regenerativa aumenta significativamente, y no me refiero a que solo se curan más rápido también su capacidad de recuperación de mana aumenta.

Sigo a mi compañera a una habitación llena de personas lastimadas, cada vez que veo sus expresiones de tristeza mi corazón duele. Esa es la razón por la cual me esfuerzo tanto por ayudar. No puedo soportar ver sufrir a las personas cada vez que alguien lo está pasando mal, puedo sentir su dolor quizá esto también es producto de mi habilidad.

—¿Crees que puedes sanar a todos?

—No te preocupes, daré lo mejor de mí —junto mis manos y preparo mis ojos— no teman muy pronto su sufrimiento terminara.

Me toma unos segundos reunir el mana necesario para curar a todos a la vez, cuando estoy lista me aseguro de que todos estén dentro de mi campo de visión y activo mi habilidad.

—“CURATIO”

Enseguida toda la habitación esta plagada de mi poder mágico, en segundos las heridas de todos comienzan a sanar, sus huesos rotos, sus miembros cortados, su piel quemada literalmente todas sus heridas son tratadas en cuestión de segundos.

—ahora todos deberían estar bien —mis piernas pierden su fuerza y caigo—Estoy un poco cansada.

Siempre que salvó a las personas la energía de mi cuerpo es drenada por completo, y si la uso en exceso mi cuerpo sufre daños puede ser simplemente toser un poco de sangre hasta que literalmente mi cuerpo se rompa.

Si esto es lo que tengo que soportar por hacer felices a todos lo resistiré con gusto.

—Señorita se encuentra bien —uno de los pacientes me ayuda a ponerme de pie.

—No se preocupe por mi, al contrario está usted bien.

El me mira con una gran sonrisa.

—Estoy mejor que nunca, incluso el dolor que me acompañó por años ya no existe.

—Me alegro de que estén bien, si me disculpa necesito descansar un poco.

Uno a uno los pacientes salen de la habitación, las sonrisas es sus caras hace que mi cansancio desaparezca, me siento tan feliz de poder ayudar.

Luego de descansar por unas horas me siento como nueva, incluso podría usar mi habilidad de nuevo aunque mi hermano me regañaría si se entera.

Salgo de la habitación y busco a alguien que necesite ayuda, camino por los pasillos del hospital y no puedo ver a nadie, ¿todos se fueron ya?. A juzgar por el cielo no es muy tarde, ¿me dejaron sola de nuevo?.

Abecés siento que no somos más que una herramienta para los humanos, hay ocasiones en las que los ayudamos con la seguridad de la ciudad y ni siquiera nos dan las gracias, pensar en esto me pone muy triste. Tanto así que me dan ganas de llorar.

No tengo que pensar en esas cosas, seguramente ellos están siendo cautelosos con nosotros porque no nos conocen bien, seguramente es eso.

Luego de recorrer todo el hospital y no encontrar a nadie, decido irme a casa, al principio no teníamos donde quedarnos, pero con la ayuda de todos construimos casas para todos.

Me gusta los lugares con muchas personas, a menudo me gusta caminar por el mercado, al estar rodeada de personas me hace sentir que soy parte de ellas.

Me detengo a comprar en algunos puestos, la comida que venden en ellos es la mejor, en medio del mar de personas veo una figura familiar.

— ¡Gabriel! —grito sacudiendo mi mano.

Me acerco rápidamente y le doy un gran abrazo.

—¿Qué te ocurre, estas bien? —dice colocando su mano en mi cabeza.

—Estoy bien no tienes que preocuparte, ¿Qué estas haciendo aquí?

—¿puedes soltarme primero?.

A regañadientes lo suelto y comenzamos a caminar.

—Estaba comprando cosas con Adelaida, pero no se adonde se fue.

Adelaida es mi mejor amiga en todo el mundo, nos conocemos desde que nacimos, ella Gabriel y yo somos inseparables.

—¿Finalmente están saliendo? —pregunto con una gran sonrisa.

—¡Claro que no!, sabes como es, ella siempre tiene esa aura como si fuera inalcanzable. Por más que me esfuerzo en intentar algo con ella, me rechaza sutilmente o cambia de tema.

—Me compadezco de ti hermano —le doy palmadas en la espalda —Sabes que siempre puedes contar conmigo para ayudarte.

—Lo dice la persona que nunca a tenido una relación.

El me mira y se ríe a carcajadas.

—¡Oye!, no estamos hablando de mi sabes. —lo golpeó en el estómago.

—Esta bien, pero tranquilízate un poco.

—Lo pensaré si me compras algo de comer.

—A este paso ni siquiera podrás volar.

—¿Qué es lo que tratas de decir?.

Al verme molesta intenta no mirarme a los ojos.

—Quiero decir —el apunta detrás de mi y grita —¡Es Adelaida!.

—No caeré en ese truco, si no me alimentas no te perdonaré.

Alguien se pone detrás de mi y golpea mi cabeza.

—Haaa—me quejo y frotó mi cabeza —quien se atreve a golpearme.

Me doy la vuelta y veo a Adelaida mirándome fijamente.

—Ade, eres tú— me abalanzo sobre ella y le doy un fuerte abrazo.

—Cálmate un poco, si me aprietas tan fuerte romperás mis costillas —habla intentando zafarse.

La aprieto más fuerte y le digo.

—No te preocupes, si llegara a suceder te curaría de inmediato.

—Eso no me hace sentir mejor.

Me aferro a ella para que no pueda alejarse de mí; sin embargo, Gabriel habla detrás de mi.

—Jhina, mira tengo tus brochetas favoritas, te las daré si la sueltas.

—Tu ganas esta vez. —la suelto y arrebato la brocheta de las manos de Gabriel.

Adelaida respira con alivio y se ríe al verme comer.

—Se está haciendo tarde, vámonos a casa.

Adelaida y yo empezamos a caminar y Gabriel se queda atrás, cuando nos alejamos el dice.

—¿Ade crees que podamos terminar nuestra conversación de antes?.

No esperaba que Gabriel estuviera tan desesperado por salir con Adelaida, la miró y puedo ver que se sonroja un poco.

—Tal vez luego, Jhina esta muy cansada y quiere llegar a casa pronto.

—No se preocupen por mí —ella me da un pequeño jalón de orejas y me da una mirada aterradora— pensándolo mejor estoy cansada, Gabriel apúrate o te dejaremos atrás.—digo un poco nerviosa.

El suspira levemente y comienza a caminar, desde que tengo memoria Gabriel a sido cercano a Adelaida, Siempre hacen todo juntos Hasta me sorprende que no sean pareja a estas alturas.

Mientras caminamos Gabriel intenta hablar con Ade pero ella lo ignora, es un poco gracioso ver como se esfuerza por mantenerla feliz.

Finalmente llegamos a casa Adelaida se despide de nosotros y camina hacia su casa, Gabriel se ofrece a acompañarla pero ella le recuerda que vive literalmente al lado de nosotros.

Subo las escaleras dirigiéndome a mi habitación pero, Gabriel me llama.

—Jhina tengo que hablar contigo —lo dice con un tono serio.

¿Que puede ser tan importante como para hablarlo a esta hora?

—¿Qué ocurre, esta todo bien? —pregunto bajando las escaleras.

—Tengo que irme por un tiempo.

—¿Irte? —Corro hacia el.

—¿Adonde iras, con quien, que vas a hacer?

—Tranquilízate un poco, como ya sabes mi trabajo es garantizar tu seguridad y la de todos; sin embargo, hoy tuve una reunión con el Lord de Valyria, el me dio una misión muy importante.

—¿Qué clase de misión?.

—Últimamente a ávido reportes sobre avistamientos de demonios cerca de la capital de Roding. Mi trabajo es ir e investigar que esta pasando.

—¿La capital?, eso está muy lejos.

—Lo se, me tomará 4 meses ir y volver, no es mucho tiempo pero nunca hemos estado separados. Por eso quiero que estés lista.

—¿Cuando te iras?.

—Mañana en la mañana, y no te preocupes no iré solo, forme un pequeño grupo con nuestros hermanos.

—Déjame ir contigo.

—Tu sabes que eso es imposible, aunque me molesta tener que separarnos, me molestaría más llevarte a un lugar tan peligroso.

—No estarás sola, Adelaida se quedará contigo y te cuidara, asegúrate de escucharla y no le causes demasiados problemas.

—¿Ella lo sabe?

—Hablamos de esto antes y aunque quería ir, la convencí de quedarse a cuidarte.

—Esta será la primera vez que nos separemos, asegúrate de hacerle caso a Adelaida y no te alejes de ella ¿esta bien?.

—Tu sabes mejor que nadie que hago esto para mantenernos a salvo.

—Lo se pero no Quiero alejarme de ti. — me acerco y lo abrazo.

—Ni yo de ti —El también me abraza— tienes que ser buena y esperar a que regrese.

—Deja de tratarme como una niña.

—A mis ojos siempre serás mi tierna hermanita menor, no importa cuanto crezcas ni cuanto tiempo pase.

El acaricia mi cabello lentamente, entiendo que tenga que irse, pero no me siento segura sin el en casa. Daré lo mejor de mi para que el pueda estar tranquilo.

—No te preocupes por mí, no soy tan débil como crees y como tu dijiste no estaré sola. —lentamente lo suelto.

—Me compadezco de Adelaida por tener que cuidarte.

Ambos nos reímos.

—Eso era todo, apresúrate y ve a dormir.

—Esta bien, no olvides despedirte de mi cuando te vallas.

—Eso dependerá de si eres capaz de levantarte temprano.

Ese último comentario me molesto un poco me despido de él y me voy a la cama. Pero cuando estoy subiendo las escaleras el me dice.

—Cuando te encuentres sola no te acerques a los humanos, ¿de acuerdo?.

Me parece un poco extraño que me dijera eso pero no de doy importancia.

—Esta bien.

Por fin llego a mi cálida cama, me pongo una ropa más cómoda y me acuesto. Cierro mis ojos y me quedo dormida de inmediato.

Los rayos del sol entran por mi ventana y calientan mi rostro

 El sonido de las aves me llena de calma, si tan solo pudiera dormir un poco más.

 Toc-toc-toc

¿Quién toca a esta hora de la mañana?

—Jhina, ¿estas despierta?.

¿Gabriel, que esta haciendo?

—Sabía que no serías capaz de levantarte temprano, si no te das prisa me iré sin despedirme.

—Ahhh —doy un pequeño grito, y me levanto de golpe.

Lo olvide por completo, me cambio de ropa lo más rápido que puedo y abro la puerta. Gabriel estaba mirándome con una mirada burlona.

—Buenos, días dormilona — dice tratando de no reír.

—Buenos días, gracias por venir a levantarme.

—No podía irme sin despedirme.

Le doy un gran abrazo.

—Tienes que regresar lo más rápido que puedas ¿entiendes?.

—No tienes que preocuparte, estaré devuelta antes de que te des cuenta.

—Vamos, Adelaida nos está esperando abajo.

Ambos bajamos y veo a Adelaida esperando en la puerta. Sin pensarlo dos veces me abalanzo sobre ella.

—Buenos días, Ade ¿dormiste bien?.

—Me hubiera gustado dormir un poco más, pero Gabriel fue a despertarme.

—Debe de ser duro para el, no podrá verte por un largo tiempo.

Ambas reímos un poco.

—Basta de bromas —Dice separándome de Adelaida—¿ Recuerdas lo que dije Verdad?, me prometiste que la cuidarías, no la dejes que haga nada estúpido y si es posible no te alejes de ella.

Adelaida me mira y se ríe.

—No crees que ya es lo suficientemente mayor como para que la trates como una niña.

—¡Si!, no soy una niña.

El da un gran suspiro antes de hablar.

—Confío plenamente en ti así que no me decepciones.

A lo lejos veo a unas personas llamando a mi hermano.

—Tengo que irme —el toma mis manos —No causes muchos problemas, ¿esta bien?.

—Seré una niña buena.

—Espero que sea así.

—Adelaida me permites un momento.

—¿De que se trata?

El me suelta y camina junto a Adelaida, se alejan unos pasos y voltea a verme.

—Jhina deberías ir a desayunar, seguramente tendrás hambre.

¿Quiere un momento a solas con Ade?, doy un pequeño suspiro y me doy vuelta.

—Tienes razón, Que disfrutes de tu viaje, te quiero.

Entro a la casa y sierro la puerta, quisiera saber de que hablan pero será mejor darles un poco de privacidad. Me dirijo a la cocina para preparar algo de comer.

—¿De que quieres hablar?.

—Seguramente abras notado que los Humanos se han estado comportando un poco extraño últimamente.

—En los últimos días se han empeñado en estar cerca de nosotros, lo cual me parece un poco extraño.

—También me parecía raro pero creí que intentaban ser amistosos, pero ahora que lo mencionas todos Nosotros tenemos a un humano a nuestro alrededor.

—Lo vez, se siente extraño tener a tantos humanos cerca, es como si nos vigilaran.

—También e tenido esa sensación, ¿porque lo mencionas ahora?.

—Pareciera que están apuntando hacia Jhina, tal vez sea por su habilidad o quizá quieren algo más.

—Por favor, no dejes que se acerque a los humanos.

—No te preocupes estará a salvo bajo mi cuidado.

—Confío en ti, y una cosa más

 ¿cuando regrese podríamos salir a tomar algo?

—Te están esperando es mejor que vayas pronto, yo iré a ver como esta Jhina.

—En cuanto a tu pregunta, me gustaría visitar un restaurante que acaba de abrir.

Debería preparar algo para Adelaida también, are una ensalada de frutas seguramente le gustara.

Tomo un cuchillo y pelo unas cuantas manzanas y también unas bananas, al terminar de pelarlas las picó en pequeños cuadrados, cuando estoy terminando Adelaida entra a la casa.

—Jhina, ¿dónde estás? —Grita desde la puerta.

—Estoy en la cocina.

Escucho sus pasos acercándose y la veo entrar.

—Gabriel acaba de irse.

Se para junto a mí.

—Déjame, ayudarte un poco.

Toma el cuchillo de mi mano y comienza a picar las frutas a una gran velocidad.

—Tenemos 4 meses solo para nosotras, ¿qué te gustaría hacer?.

—No lo se, ¿tienes alguna idea? —respondo agachando mi cabeza.

Adelaida coloca su mano en mi hombro.

—No te desanimes, Gabriel estará de vuelta antes de que nos demos cuenta.

—Eso lo se, pero me preocupo por el.

Ella suelta una pequeña risa.

—¿Te preocupas por el?, sabes mejor que nadie que no le pasara nada, es lo suficientemente fuerte como para regresar sin un rasguño, y no te preocupes por los demás seguramente estarán bien.

—¿Lo crees?

 —Lo sé, los tres todavía tenemos muchas cosas que hacer.

Ella coloca la fruta picada en dos platos, caminamos hacia la mesa, coloca uno frente a mí y se sienta a mí lado.

—Qué te parece si vamos a visitar el mercado, ¿te gusta estar allí verdad?.

—¿No tienes nada que hacer?.

—El día de hoy lo dedicaré solamente a ti.

—Hoy aremos todo lo que quieras, no importa que sea.

—¿Estas segura? —la miro con una sonrisa traviesa.

Ella mira hacia otro lado.

—Bueno, casi todo.

Ambas nos reímos y planeamos que hacer el resto del día. Varias horas después estamos listas para salir.

—Nuestra primera parada es el mercado, daremos un pequeño paseo por el y compraremos algo de comer.

—¿Pero si acabamos de desayunar?

Me doy la vuelta y me acerco a ella.

—Creí que haríamos lo que yo quisiera.

—Esta bien esta bien.

Luego de una caminata tranquila llegamos al mercado. Un mar de personas nos da la bienvenida, paramos en algunos puestos para jugar unos juegos y comprar comida.

Todo es tan lindo hay gente tocando instrumentos y gente bailando, caminando en medio de todas las personas vemos un grupo de personas formando un gran círculo, nos acercamos y encontramos a varias personas haciendo un show callejero. Parece ser algún tipo de comedia, jalo del brazo a Adelaida y entramos en medio de la multitud. Nos quedamos unos minutos pero no logro entender el sentido del humor de los humanos así que nos vamos.

Veo todo tipo de personas algunas grandes y otras muy pequeñas, también vemos algunos ángeles con sus puestos de comida, los saludamos y ellos me regalan pequeñas porciones de lo que venden. También veo a algunos ángeles con armaduras y espadas, ellos nos saludan y se detienen a hablar con Adelaida.

—¿Quiénes eran ellos? —preguntó después de que se fueran.

—Eran parte de los guardias de la ciudad, se encargan de mantener el orden y protegernos del ataque de los monstruos, Gabriel es el capitán de todos nosotros.

—¿Tú también formas parte de ellos?.

—Claro que si, desde que llegamos a Valyria La Reyna nos dio la orden de formar un escuadrón qué ayude a los humanos a proteger la ciudad.

—Mi madre… La extraño mucho.

—Todos la extrañamos, pero como ya sabes ella no puede venir sin permiso.

—¿No extrañas a nuestros hermanos que se quedaron en el reino celestial? —Digo mirando mis pies.

—Claro que los extraño así como ellos a nosotros, si pudiera elegir, haría que todos estemos juntos.

—Pero los “Dioses“ nos encomendaron esta misión ¿recuerdas?.

—Venir a Harlen y formar una alianza con los humanos. —la miró a los ojos.

—Eso es lo que hemos estado haciendo y precisamente por eso Gabriel tuvo que irse.

—¿Crees que lo estamos haciendo bien?.

—Claro que lo estamos haciendo bien, ahora somos más cercanos a ellos, mira a tu alrededor, vez a nuestros hermanos vendiéndole comida a los humanos, los vez formando parte de la guardia de la ciudad, los vez trabajando hombro con hombro junto a ellos.

—A medida que pasamos tiempo juntos dependemos unos de los otros.

—A este paso no tardaremos en estar juntos de nuevo, así que no estés triste a tu madre y al resto de nosotros no nos gusta verte triste, todos queremos verte sonreír.

Sus palabras me consuelan, todos mis temores se disipan cuando estoy junto a mis amigos. Ella tiene razón últimamente somos muy cercanos a los humanos, estoy segura de que veré a mi madre y al resto de nosotros pronto.

—Lo lamento, no volveré a estar triste, pero no puedo esperar para mostrarle a mi madre las delicias y la belleza de Harlen. —Le doy una gran sonrisa.

—Estoy segura de que le encantarán, ambas son iguales, dejando eso de lado ¿que tal si vamos a comer algo?, ayer abrieron un nuevo restaurante el cual e querido visitar.

—Qué estamos esperando —la tomo del brazo y comenzamos a correr —Tenemos que llegar antes de la hora del almuerzo o si no estará muy lleno.

Me gusta como es mi vida ahora, espero que nunca cambie.

—Se está haciendo tarde deberíamos ¿volver no crees?.

Luego de comer seguimos visitando diferentes lugares, hasta que llegamos a la plaza de Elyria.

—Fue un día muy divertido —abrazo a Adelaida.

—Yo también me divertí mucho.

—¿Mañana saldremos juntas también?.

—Lo lamento Mañana tengo tareas que cumplir, si quieres puedes acompañarme.

—¿Puedo?

—Por supuesto, aunque será muy aburrido, te lo advierto desde ahora.

—No importa, mientras estemos juntas todo será divertido.

Estamos sentadas viendo pasar a la gente. Varios grupos de ángeles y humanos pasan frente a nosotras.

—¿Qué es lo que tanto miras? —Ella toma mi mano.

—Mira a ese grupo, ¿se ven felices verdad?.

—¿Te refieres al grupo donde están nuestros hermanos?

Asiento con la cabeza.

—Vez te dije que ahora somos cercanos a ellos.

—Eso lo se pero…

—Vamos dime que es lo que te molesta, are todo lo posible por resolverlo.

—¿Porque los humanos son tan amigables con ustedes?.

—¿De que hablas? , también solo son contigo.

—Lo son pero, no hay ningún humano al que pueda llamar amigo.

—Así que eso es lo que te molesta, no tienes que pensar mucho en ello los humanos son cuidadosos contigo debido a que eres nuestra princesa.

—tal vez no lo sabes, pero también son cautelosos con Gabriel.

—Espero que pronto pueda encontrar a ese amigo.

—Tranquila se que lo harás.

Adelaida se pone de pie y toma mi mano para levantarme.

—tenemos que volver a casa, estarás cansada luego del gran día que tuvimos.

—Esta bien.

Tomamos nuestras cosas y emprendemos el viaje devuelta a casa; sin embargo, un Ángel con armadura nos detiene.

—¡ Capitana! —Grita corriendo hacia nosotras.

—¿Qué es lo que ocurre?. —Dice Adelaida con preocupación.

—Hubo un accidente en la entrada principal, un Humano empezó a ata.. —Adelaida cubre la boca del informante y me mira.

—Jhina, ¿crees que puedes ir a casa sola esta vez?.

—¿Qué es lo que ocurre? —preguntó preocupada.

—No pasa nada ¿verdad? —ella suelta mueve las manos de la boca del ángel y este habla.

—Señorita Jhina es un placer verla de nuevo. —el toma mi mano.

—¿hay algún problema? —Le pregunto.

—No ocurre nada, solo vine a buscar a la capitana, para poder organizar una fiesta para los soldados.

—¿Fiesta?

—Exacto a usted le encantan verdad, cuando esta este lista será nuestra invitada de honor.

Adelaida da un paso al frente.

—Era una sorpresa para ti, pero lo descubriste antes.

—Tienes que fingir que no sabes nada esta bien, o si no todos estarán desilusionados.

—No te preocupes, yo no e visto nada.

Ambos se ríen.

—Iré con el para ver que todo esté bien, mientras tanto tu ve a casa yo llegare enseguida.

Ambos comienzan a alejarse con prisa.

—Ade —grito y ella voltea.

—Te parece bien si voy al viejo árbol a leer un poco.

—Ya es muy tarde, a este hora las niñas buenas se van a dormir, ¿eres una niña buena verdad? .

—No me quedaré por mucho tiempo, por favor —Junto mis manos y la miro con tristeza.

Ambos se miran y Adelaida suelta un gran suspiro.

—Esta bien, pero tienes que regresar rápido entiendes y no puedes hablar con nadie de acuerdo.

—No lo are —corro y le doy un abrazo —cuando regreses te estaré esperando para dormir juntas.

—Esta bien, ahora tenemos que irnos.

Adelaida y su compañero abren sus alas y vuelan a gran velocidad. Yo hago lo mismo y vuelo a casa tomo algunos libros y unos bocadillos y vuelvo a salir.

A menudo suelo visitar la cima de la colina junto a Gabriel y Adelaida, aquí se encuentra un gran árbol el cual tiene muchos años. Me gusta este lugar Aquí es muy tranquilo a diferencia de Elyria.

Cuando llego extiendo una gran alfombra qué traje conmigo y me siento sobre ella, miro frente a mí veo el atardecer.

—Es muy hermoso.

El sol ocultándose marcando el final del día produce colores muy hermosos, los tonos dorado brillante me recuerdan a él cabello y ojos de Adelaida. Ella es muy hermosa no me sorprende que Gabriel este enamorado de ella.

Abro mi bolso y saco unos bocadillos y me los llevo a la boca en el momento en que iba a comerlos un ruido ensordecedor me asustó haciendo que tirara los bocadillos .

—¡Qué ocurre! —Grito levantándome de golpe.

Miro la dirección de donde escuche ese sonido y veo un gigantesco pilar de luz cayendo en la planicie. Nunca avía visto nada parecido, tras unos segundos la luz desaparece dejando un gran cráter.

—¿Qué es lo que acaba de suceder?

Rápidamente recojo mis cosas y me dispongo a irme ;sin embargo, mi corazón comienza a doler un poco.

—Esto solo ocurre cuando veo a alguien herido, ¿entonces porque esta pasando ahora?.

¿Alguien herido? Me doy la vuelta y pongo mis cosas en el suelo. Vuelo hacia el borde del cráter y me acerco con cuidado, lentamente me acerco al centro del gran agujero, esta muy oscuro pero logro ver a alguien tirado en el suelo.

Rápidamente corro hacia el pero lo que veo me deja en shock.

—¿Es-es un Demonio?.

Frente a mi yace un cuerpo el cual se parece al de un humano ;sin embargo, este cuerpo es diferente, tiene un par de alas las cuales son completamente diferentes a las mías o a las de cualquier ángel, también tiene un par de cuernos y esta cubierto de sangre.

Me alejo lentamente pero en cuerpo se sacude un poco, me asustó así que vuelo lejos de él. Cuando me alejo mi corazón comienza a doler.

—¿Dolor?, eso significa que todavía esta vivo.

Regreso y me arrodilló junto a él, acercó mi cara a la suya y confirmo que todavía respira.

—¡ Esta vivo!, tengo que darme prisa y salvarlo.

Junto mis manos y preparo mis ojos, el está muy herido así que tengo que concentrar una gran cantidad de mana para que funcione. Junto el mana lo más rápido que puedo luego de unos segundos estoy lista.

—“CURATIO”

La zona se llena de mi poder mágico, poco a poco sus heridas comienzan a sanar; sin embargo, esta muy herido, me esfuerzo por salvarlo y mi boca empieza a sangrar.

—Solo un poco más.

Vierto todo el mana que tengo, y lentamente sus heridas son  sanadas, intento levantarme pero me es imposible, lo intento nuevamente pero una gran cantidad de sangre sale de mi boca.

Toso un poco y paso mi mano por mis labios limpiando la sangre que derrame,

El cuerpo frente a mi se mueve un poco y sus alas y sus cuernos desaparecen por completo. Me muevo lentamente hacia atrás. El intenta ponerse de pie pero cae enseguida…. 

Mi cuerpo se siente pesado, intento moverme pero mi cuerpo no responde. Me quedo tirado y siento una extraña energía cubriendo mi cuerpo, nunca avía tenido una sensación similar, se siente tan cálido, se siente tan bien.

Luego de unos minutos la extraña sensación se detiene, intento ponerme de pie pero estoy muy débil para hacerlo. Caigo hacia atrás y escucho una cálida voz.

—¡Cuidado!, tu cuerpo estaba muy herido tienes que descansar un poco.

lentamente abro mis ojos y lo que veo me deja sin palabras.

—¿Un ángel?

—Así que estoy muerto. — digo mirando al ángel a los ojos.

—Nunca creí que llegaría al cielo.

El ángel me mira con desconcierto y comienza a hablar.

—No estas muerto, bueno casi lo estabas pero logre curarte justo a tiempo.

—¿No lo estoy?

—todavía estas vivo.

—Pero, ¿tu eres un ángel verdad?.

—así es.

—Entonces deberíamos estar en el cielo.

—No estamos en el cielo, estamos en Elyria.

—¿Elyria? Qué es eso —respondo confundido.

Ella me mira como si no creyera mis palabras.

—Quien eres tú —dice retrocediendo un poco.

—¿Quién soy?.

¿Quién soy yo? Intento recordar pero toda mi mente esta en blanco, me esfuerzo por recordar ;sin embargo, mi cabeza comienza a doler.

doy un pequeño grito sosteniendo mi cabeza con fuerza.

—¿Oye estas bien?, no te muevas demasiado, tu cuerpo todavía está muy débil.

—No se quien soy, no logro recordar nada. —clavo mis uñas en mi cabeza intentando recordar algo.

—¡Espera! No hagas eso te harás daño.

Ella toma mis manos y las aleja de mi cabeza.

—No tienes que preocuparte, estoy segura de que con el tiempo recordarás quien eres.

¿Ella está tratando de consolarme?, no se la razón pero lagrimas salen de mis ojos.

—No tienes que llorar te prometo que todo va a estar bien.

Ella comienza a explicarme donde estamos, según ella estamos en Elyria una ciudad fronteriza del reino de Roding. Según sus palabras Elyria es la única ciudad de Roding donde Viven ángeles y humanos.

—Así que estamos en Elyria, nunca e escuchado ese nombre.

—Qué me dices de Harlen.

—¿Harlen?

—Así se llama este mundo.

—No lo recuerdo.

No se la razón pero mi intuición me dice que Elyria es un ciudad muy peligrosa, intento ponerme de pie me tambaleo un poco pero lo consigo.

—¿Qué estas haciendo?, tienes que descansar.

El ángel intenta detenerme pero doy unos pasos para hacerle saber que estoy bien.

—Lo ves, estoy mucho mejor ahora.

—eso parece.

—Muchas gracias por tu ayuda, te prometo que te pagaré por salvarme la vida.

Me doy la vuelta y comienzo a caminar hacia el bosque.

—¿A dónde vas? —pregunta el ángel.

—No lo se, caminaré por un rato y intentaré recordar quien soy.

—Pero ¿porque vas hacia al bosque?, es muy peligroso de noche deberías ir a Elyria es mucho más seguro allí.

—Gracias por tu preocupación, pero tengo una extraña sensación.

—¿De que estas hablando?.

—No tengo ni idea, pero te prometo que te pagaré.

Doy varios pasos alejándome del ángel; sin embargo, todo se torna oscuro y caigo al suelo.

—¡Oye!, que te pasa.

Apenas y puedo escuchar la voz del ángel, cada vez siento más frío y siento como mi conciencia desaparece poco a poco. El ángel me levanta y pone mi brazo sobre su cuello intentando cargarme.

Ella da unos pasos antes de caer, intento moverme o abrir mi boca pero me es imposible hacerlo.

—Jhina, ¿donde estas, qué fue ese ruido?.

—¡Adelaida!, ¡Ayúdame por favor!.

A lo lejos escucho una voz que cada vez se acerca más a nosotros. Lucho por mantenerme consciente pero agote las últimas fuerzas qué me quedaban. Luego de intentar hablar o emitir algún sonido, me desmayo sin poder hacer nada para evitarlo.

—¡Jhina! ¿Qué estas haciendo y quien es el?.

—No lo se, escuche un ruido muy fuerte y fui a ver de que se trataba y lo encontré muy herido, lo sane lo mejor que pude pero el se desmayo.

—Tienes que dejarlo, esta zona podría ser muy peligrosa tenemos que irnos de aquí de inmediato.

—¡No lo dejaré!, el no podrá sobrevivir si lo dejamos aquí.

—Ade por favor, ayúdame a salvarlo.

—Nunca te volveré a pedir nada te lo prometo, te lo suplico ayúdame esta vez.

—¡Solo por esta vez!. —ella se ve muy molesta pero acepta ayudar.

—A donde lo llevaremos.

—Lo llevaremos a casa.

—¡JHINA!.

—¡No hay otro lugar!, Ade te lo suplico ayúdame a salvarlo.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS