La hiperfeminidad como recurso, el dolor como concepto

La hiperfeminidad como recurso, el dolor como concepto

Shantal Martinez

11/09/2024

La hiperfeminidad como recurso, el dolor como concepto.

“When women get angry, they are regarded as shrill or hysterical. On my way around that, for me is bleaching my hair and looking good. It’s bad that I have to do that to get my anger accepted, but then I’m part of an evolutionary process. I am not the fully evolved end.” -Courtney Love

Nuestros cuerpos y almas encarnan el dolor de nuestras madres y con ellas el de nuestras abuelas y las suyas. Por sobre lo que significa ser mujer, cada aspecto de la existencia terrenal es condicional y en algunos casos determinante. Cuando se refiere a nosotras, no se habla de enojo o bronca, sino de histeria. Apropiarse de este concepto es la respuesta moderna que creamos para re-significar aquellos arquetipos propios de una represión sistemática fundamentada en nuestra biología y socialización. Es por esta razón que el dolor se retrata frágil, virginal y con un tipo de feminidad anticuada y casi infantil. Darle una vuelta expresiva es nuestro recurso predilecto, y la idea general que acarrea Enajena como proyecto musical, filosófico, político y literario.

Las vastas fuentes bibliográficas narran distintas historias contadas desde mi punto de vista, desde una versión pervertida del arte y todo lo que conozco. Las extracciones literarias son constantes y aunque no se relacionan entre sí, coexisten dentro de mi propio universo. Casi en su totalidad, refieren a obras de escritoras y poetisas Argentinas. de igual manera, se hace mención a otros artistas internacionales.Nada es casualidad; la tristeza eterna de Alfonsina llevada por las olas también reside mi modernidad junto a las bandas de rock porteñas, los veranos absurdamente bohemios, la búsqueda insaciable de la perfección y la feminidad, los trastornos alimenticios, las novelas de Mariana Enriquez, Los diarios maniáticos de Alejandra Pizarnik, los labios rojos de Courtney Love y los discos de Bikini Kill en mi habitación.

La Virgen Maria, posiblemente la mujer más retratada de la historia, rara vez puede verse representada por fuera de su augurio, consigo lleva las marcas de su dolor-la cruz en el cuello- y la muerte de su único hijo varón. La simbología religiosa es otro medio de presentar el sufrimiento bajo los estándares de la estética clásica occidental. Las zapatillas de punta no solo representan los callos y las fracturas de mi pie; es aflicción convertida en pasos livianos y rodetes ajustados que sucumben al dolor para expresar la gracia de sus huesos dando pasos perfectos.

Me enferma la novia rockera. La Marianne Faithfull funcional, la Anita Pallenberg sin personalidad. Algún día se sabrá que el rock es de las pibas y el resto está demás.

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