Abrazar nuestra oscuridad para encontrar la luz…

Abrazar nuestra oscuridad para encontrar la luz…

Yanara

26/08/2024

A veces hacemos un recorrido al pasado para reencontrarnos con nosotros y al encontrarnos, vemos que esa persona es tan lejana y ajena a quienes somos hoy, que parece como ver la historia de alguien más. Pero él y vos son la misma persona.

Hubo momentos donde estuvimos en destrucción completa. Hoy viéndolo a la distancia, quizás nos damos cuenta que nos faltó mucha fe para creer que podríamos recuperar la luz y seguir con vida. No necesariamente hoy estamos desbordando felicidad, pero tampoco destilamos tristeza.

Siempre me gustó escribir y dejar plasmado un recuerdo inmortal de mi mente y mis sentimientos. Me recuerdan que fueron reales y estuve ahí. He escrito muchas veces en papel y muchas de esas hojas tienen machas de lágrimas de dolor, pero al leerlas hoy puedo ver que no dejé que me ganen los demonios y sigo intentándolo.

El camino de recuperación del duelo es algo tedioso y cansador. Estando al final del túnel te das cuenta de lo mucho que te costó encontrar esa luz hacia la salida. Ahora sabes que pudiste y siempre vas a poder.

Estos manuscritos personales me recuerdan que fui la tempestad, pero también puedo ser la calma.

No estamos locos, somos tan cuerdos como podemos. Vivir en la tempestad nos lleva a sentirnos perturbados, como si no fuésemos nosotros, pero lo somos. Siempre lo fuimos.

Si le preguntarán a su yo del pasado donde se hubiese imaginado estar a estas alturas ¿coincidiría con dónde están? Al final, todos deseamos una vida próspera y tranquila. Pero no se puede valorar la calma sin haber vivido en el huracán. 

Nuestra vida terrenal es muy efímera. Me gusta que existan miles de formas de inmortalizarla. La mía es escribir. Las palabras siempre fueron mi cable a tierra que mantuvo mi conexión con la luz mientras navegaba en la oscuridad. Al leerme me transporto a esos lugares donde estuve, pero ya no me pierdo entre la falta de luz, porque ya conozco el camino de vuelta. Quien alguna vez me lea puede tener la certeza de que van a conocerme un poco, aunque nunca me hayan conocido. 

Ojalá encuentren semejanza entre sus pensamientos y los míos.

Amo la vida y sé que el dolor forma parte de vivirla.

Los libros me ayudaron a encontrarme cuando me sentía perdida y me dieron la posibilidad de apagar mi realidad cuando esta me destruía. Supongo que escribo para que otros puedan sentirse menos solos en ese caos que es la mente.

Todos llevamos nuestro infierno personal y tenemos demonios que en ocasiones deciden por nosotros.

Sé que por momentos todo se nos vuelve abrumador y ningún lugar se siente nuestro. Nos buscamos sin éxito de encontrarnos. El pasado siempre va a ser nuestra prueba irrefutable de que participamos de esa guerra, no sin salir ilesos, pero si más fuertes que antes. 

Les deseo que nunca se apague esa pequeña luz que los habita, espero que nunca le permitan a nada ni nada apagarlos por completo. Ni la luna ni el sol dejan de existir, sea de día o de noche. Tu luz tampoco deja de hacerlo porque te apagues. 

Al menos no mientras exista una pequeña esperanza en vos de volver a encenderte… 

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS