Un cita con PAN

No sabía que decir, tampoco tenía nada que contar, hace rato que deje de escribir y tampoco he vuelto a llorar. Una historia, ¿¿Sobre PAN?? ¿¿de qué vamos a hablar?? -El pan es solo PAN, será que quieren la receta filtrar, pero si en Google esta. ¿¿Quién invento el PAN?? -Es tan antiguo, que ni Google lo debe recordar. Debo dejar de divagar y una historia contar. Una historia de pan inventada o real, pero si se acaban las palabras y no dejo de divagar, ¿¿será que, en el pueblo de mis palabras, el PAN nunca llegará y la última cena nunca se hará??, ¿¿será que mis palabras no se podrán salvar??

Pan pan pan pan…

Una nueva historia apareció y el pan la protagonizo, no sé si esta historia es verdad o si alguien la invento, solo sé que yo no amase el pan, tampoco lo cocine, no lo serví, y tampoco me lo he de comer. Estábamos alrededor de la mesa, no era la última cena y tampoco éramos 12 los reunidos, aun así, la tentación se presentó, se sentó en la misma mesa y me miro, yo no me resistí y la mirada le devolví. Pan con mantequilla y ajo era la entrada que ofrecían en ese lindo lugar, es esta mi debilidad, lo quisiera probar, «El pan no hace bien» me dije para no pecar. Él se acercó, yo no quise hablar, pero igual me logro descifrar, «La lucha no es contra el PAN» alcanzo a susurrar, y me hizo erizar, confundida lo voltee a mirar, me dijo «Al final de la noche es a mí a quien te vas a querer devorar». Con aire de superioridad lo procedí a ignorar ya no me dejo intimidar, la mirada de nuevo en el PAN, pero no dejo de pensar que «la lucha no es contra el pan», pero es que no quiero luchar, solo lo quiero intentar, me quiero dar la oportunidad de nuevas cosas experimentar, el no para de hablar, y yo no lo puedo escuchar, en mi cabeza resuena la palabra «devorar», tiene un aire seductor, parece nervioso también, que será eso gracioso que dijo que lo hizo sonreír, debería salir de mi cabeza y prestarle más atención, he vuelto a divagar. -Llego la pizza, espero que te guste al final también es pan. Me hace sonrojar, en la caja dice «TE AMO» me dieron ganas de escapar, y el nuevamente mi mente logra descifrar: -Oye es un chiste no vayas a escapar, conozco este lugar y mis amigos una broma me quisieron jugar. Entre el pan que me quiere devorar y la pizza que me quiere amar, seguro que con el postre me voy a casar.