Sueño llamada

En un sueño nebuloso, me encontraba en el bullicioso corazón de una ciudad comercial, rodeado con luces brillantes y el murmullo constante de la multitud. Las tiendas, con sus vitrinas relucientes, ofrecían un sinfín de productos, sentía que algo más profundo me guiaba.

Mientras caminaba, se cruzó un hombre de aspecto enigmático, vestido con un abrigo largo que parecía absorber la esencia de la ciudad. El hombre, con una mirada sabia, compartió brevemente algunas palabras de aliento que me resonaron en el corazón. Sin embargo, tras ese encuentro, me sintí atraído por una melodía suave que comenzaba a fluir a través del aire, envolviendo todo a mi alrededor.

A medida que la música de meditación llenaba el espacio, sentí una vibración en el cuerpo, como si cada nota estuviera resonando con mi ser interno. Era una sensación de paz y conexión, que me llevó a un estado de profunda introspección. Las luces de la ciudad comenzaron a desvanecerse, y todo lo que quedaba era la música y la vibración que me unía a algo más grande.

En medio de este trance, una mujer apareció ante mi, su presencia llena de calma y determinación. Con una voz suave pero urgente, me indicó que alguien me estaba llamando. Sus ojos reflejaban una mezcla de preocupación y comprensión, como si conociera la importancia de ese llamado.

Despertando de la meditación, me dí cuenta de que debía prestar atención a esa voz. La mujer, con un gesto amable,me instó a seguir la intuición, recordándome que a veces, en la búsqueda de lo material, olvidamos lo esencial que nos conecta con nuestro ser y con los demás.

A medida que la escena se desvanecía, sentí que había aprendido una lección invaluable sobre la importancia de escuchar tanto a mi interior como a aquellos que me rodean, incluso en medio del ruido de la vida cotidiana.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS