CAPITULO 1 – “HERMANA”
Escena: (Casa)
Fujito: “Hikari, Hikari (renegando) mis tareas… las pintaste… te atrapare”
Hikari: “Hermano, noooo.”
La comienza a perseguir entre risas y riñas. Tocan la puerta.
Fujito: “Oh! Luego nos veremos Hikari”.
Hikari: luego.
Fujito abre la puerta.
Fujito: “Buenas tardes, que desea?”.
Mujer extraña: “Buenas tardes, le tenemos una invitación a una nuestra nueva feria que llego para hacer disfrutar a todo el pueblo, esta cordialmente invitado, habrá muchos premios, puede ir con toda su familia, los esperamos hoy”.
(Le da una tarjeta)
Fujito: “Muchas Gracias, mira Hikari tenemos una invitación, nos divertiremos juntos hoy”
Hikari (curiosa) se acerca a la puerta
Mujer extraña: “Que linda niña, es su herma… “
(Algo la silencio)
Hikari al acercarse a la puerta, parte de la luz del sol le dio en la mitad de su cara, volviendo uno de sus ojos de la pequeña niña a un color blanco.
Fujito se da cuenta como el ojo derecho cambio de color, miro a la mujer extraña y la vio sorprendida y sintió que debía cerrar la puerta y así lo hiso.
Fujito: “Que fue eso? (pensó agitado, sintió un terror que no entendía), Hikari… su ojo!!!”
Fujito la mira y no ve nada en especial, la sigue revisando y revisando… pero no encuentra nada en cara de Hikari, comienza a volver en sí, pensó que quizás fue su imaginación.
Hikari: ¡¡¡Hermano vamos a jugar!!!
Fujito suspira y vuelve en sí.
Fujito: Vamos, trae tus crayones vamos a pintar.
Hikari emocionada va a buscar sus cosas para poder estar con su hermano.
Durante el momento juntos, los hermanos reían mucho y disfrutaban el uno del otro, ellos tenían un lugar ideal donde reconectaban, era un tronco de árbol cortado (tocón), el cual servía como mesa de jardín para ellos y pasaban siempre juntos en ese lugar.
Fujito: ¿Hikari que dibujas?
Hikari: Un sapito como mi peluche. (Se lo muestra a Fujito).
Fujito: Tu sapito está roto, esta descocido por todos lados.
Hikari: El solo está enfermo.
Fujito: Pues yo seré su médico y lo sanare.
Fujito va por los hilos y agujas.
Fujito: Llego el medico por favor, alejarse de la zona de operaciones, el Sr Sapito será intervenido.
Hikari: ¿No le dolerá?
Fujito: Soy el mejor medico cocedor del mundo, ni lo sentirá.
Hikari: Esta bien, el Sr Sapito queda en tus manos hermano doctor.
Mientras Fujito cocía al Sr Sapito, Hikari dibujaba muchos sapitos de varios colores sobre el tocón del viejo árbol que yacía extrañamente dentro de la casa, el cual Hikari ahí pasaba siempre jugando con el Sr sapito o con su hermano. Fujito la observaba y contemplaba lo más puro del universo y a la vez como lo más importante sobre su vida, veía una fragilidad y ternura sobre sus acciones y rostro de su hermana que se preguntaba, ¿Porque Hikari le daba tanta paz?, era su ser más amado y lo único que él quería proteger, mientras Hikari sonreí el soltó unas lágrimas, ya que la veía feliz a su lado.
Hikari le muestra el dibujo terminado…
Hikari: Mira somos tú, el Sr Sapito y yo.
Fujito: ¿Porque me hiciste gordito?
Hikari: Es que comes mucho.
Fujito: Ese detalle no era necesario. Toma ya está, el Sr Sapito está sano, a salvo y muy bien cocido.
Hikari: (Sonriendo de oreja a oreja) ¡Sr Sapito!
Fujito mira la hora y ve que ya es tarde, debe ir a trabajar. Él trabaja ya que es el sustento de su hogar y su hermana. Se levanta y va a cambiarse para salir.
Hikari: ¡Gracias, hermano!
Fujito: De nada hermanita hermosa.
Fujito está listo para salir a trabajar. Pero se le vino a la mente lo que había pasado anteriormente con el ojo de Hikari, tiene dudas, pero vuelve a calmarse.
Fujito: Hikari ven, ya me iré a trabajar, vuelvo en 4 horas, no salgas y te diré algo muy importante, NO ABRAS LA PUERTA A NADIE, A NADIE, ¿escuchaste?
Hikari: Esta bien hermano, solo jugare.
Fujito: Solo quiero que entiendas que no abras a nadie, por favor.
Hikari: Si, no abriré a nadie. (Abrazando al Sr Sapito).
Fujito con miedos encima, decide irse, mientras cerraba la puerta, veía desaparecer a su hermana, se decía en su cabeza, ¿no será la última vez que te vea verdad?
Fujito cerrada la puerta, comenzó a caminar al trabajo, mientras caminaba se le vino a la cabeza aquella persona extraña que toco la puerta. Sentía que no podía dejar sola a Hikari, que debía regresar, pero …
Fujito: Deja de pensar cosas malas y tontas, Hikari estará bien, le llevare algo rico para que coma cuando vuelva. Pensare en positivo. ¡A trabajar!
4 horas después…
Escena: (Fuera de trabajo)
Fujito: ¡Uh! que agotado estoy, iré a casa a bañarme y dormir, pero Hikari cenará primero y hará sus tareas. Es hora de volver.
Fujito caminaba hacia casa, pensando en que iba a hacer de cenar y se preguntaba que estaba haciendo Hikari, seguía caminando y al alzar la mirada vio la feria que aquella mujer misteriosa los invito.
Fujito: ¡Oh! Esta es la nueva feria que llego y que esa mujer nos invitó, sería una pérdida de tiempo si entro solo, Hikari se molestaría si entro sin ella.
Fujito decidió no entrar y seguir hacia casa, pero en su camino, hubo algo que alumbro sus ojos, algo que llamo fuertemente su atención y sobre todo se emocionó como si Hikari lo hubiera visto, este era un SUPER PELUCHE DE SAPITO DE ORO.
Fujito: ¡Si lo llego a ganar Hikari no se molestará así haya entrado sin ella a esta feria, ese peluche se va conmigo a casa, por ti Hikari!
Fujito llega muy rápido hasta el puesto del peluche.
Fujito: ¡Como puedo ganar ese peluche de SAPO DE ORO!
Vendedor: Debe tumbar dos veces el mismo sapo de oro y así lo podrá reclamar.
Fujito: ¡Dame esas pelotas que ya llego el que se ganara ese SAPO!
Escena: (Casa de Hikari)
Hikari en cama esperando a su hermano, cansada de jugar y con mucha hambre.
Hikari: Ya es tarde y mi hermano aun no llega: c, olvide al Sr Sapo abajo, lo subiré.
Hikari baja en búsqueda del Sr. Sapo, llega a donde estaba, pues como siempre lo había dejado sobre el viejo tocón del árbol.
Hikari: ¡Así que aquí te quedaste Sr. Sapo! ¡Huyes de mi sin razón, pero ahora estas bajo mis manos y serás abrazado con mucho amor!
Hikari con su inocente mente se puso a jugar a pesar de que esperaba a su hermano y sobre todo olvido que tenía mucha hambre.
Hikari: ¡Jugaremos juntos Sr. Sapo y también tú! Pero es verdad nunca te puse un nombre. Así que hoy será el día de tu bautizo, te llamaremos …
Justo antes de terminar su oración, tocan la puerta.
Hikari: ¡Llego mi hermano!
Hikari emocionada fue a abrir la puerta, mientras daba pasos de alegría poco a poco vino a su mente lo que Fujito le había dicho:
¡NO ABRAS LA PUERTA A NADIE, A NADIE!
Hikari con el Sr. Sapo se quedaron parados frente a la puerta a la cual la vio más grande de lo normal, no sentía miedo, pero tampoco alegría.
Escena: (Feria)
Fujito: ¡Ya casi lo tengo! Solo me falta un Sapo más y el premio será mío.
Fujito no se había dado cuenta que ya había pasado 1 hora desde que salió del trabajo, estaba dispuesto a ganarlo así se quede sin monedas, todo sea por Hikari.
Fujito: ¡Eso es! ¡Le di! El sapo de oro es mío.
Vendedor: Casi es tuyo, pues casi lo tumbas, pero no lo tumbaste.
Fujito: ¡Pero si le di! También vi como caía.
Vendedor: Yo lo veo parado aún, míralo por ti mismo.
Fujito: ¡No puede ser! Como es posible, maldición, no me quedan muchas monedas, solo tengo para 5 tiros más ¡No me dejare ganar! ¡allá voy tramposo!
Escena: (Casa de Hikari)
Hikari no sabía si moverse así que solo vio cómo se abría poco a poco la puerta, sintió un frio que congelo su mirada.
Escena: (Feria)
Fujito: ¡Lo gane! Ahora si Hikari estará muy feliz, ¿Qué nombre lo pondrá?, bueno tengo que volver, debe tener mucha hambre.
Escena: (Casa de Hikari)
Hikari con una sonrisa, aferrada con los ojos cerrados, cargada estaba por una figura que le resultaba familiar, mientras esta caminaba hacia la puerta trasera donde la luz de la luna hacia presencia, Hikari tranquila poco a poco soltó al Sr. Sapo el cual cayó sobre el viejo tocón, dio cuenta que lo soltó, pero entre la calma que sentía, decidió solo querer estar abrazada. Mientras se perdían en la oscuridad de la noche…
Hikari: Hermano llegaste tarde.
Escena: (Fuera de la feria)
Fujito: No me di cuenta de que han pasado 2 horas, tengo que llegar rápido a casa.
Fujito contento con el Sapo de oro, no sabía por lo que Hikari estaba por pasar.
Escena: (Templo)
Hikari con los pies sobre el templo, uno que estaba muy oscuro por lo inmensamente grande que era y por la poca iluminación que las velas hacían. Sujetada por la mano de su “hermano”, confiada caminaba y sonreía por aquel inhóspito y cruel lugar. Ella noto muchas personas dentro mientras más caminaba, no podía ver sus caras ya que las capuchas que usaban lo impedían, solo una sonrisa con un deseo malo, como si no solo sonrieran por verla, sino por lo que querían de ella.
Hikari: Este lugar debe tener más luz, hay que poner más velas, porque nadie podrá jugar.
Figura: No te preocupes Hikari, hoy jugaremos con las luces apagadas.
Hikari llega al punto donde se esperaba su llegada, sentada sobre un altar la dejan, lugar donde va a reposar.
Hikari: ¿Hermanito que hacemos aquí? ¿A que jugaremos? Tengo hambre, quiero que me prepares mi comida favorita.
Figura: Claro que si Hikari, jugaremos y te daré de comer, pero primero debes darme tu dedo para poder empezar…
Escena: (Camino a casa)
Fujito: La luna esta hermosa, la noto más grande, es una luna llena, a Hikari le gustara verla, debo apurarme, o llegare muy tarde.
Escena: (Templo)
Hikari tomada de la mano esta, por aquella figura que empezó a…
Figura: Estamos reunidos aquí para ver el nacimiento de nuestra luna y también su muerte…
Pinchando el dedo de Hikari prosiguió con su oratoria.
Escena: (Camino a casa)
Se dice que hay un vínculo no solo sentimental entre hermanos, sino también uno físico y prueba de esto es que Fujito sintió ese hincón que Hikari recibió.
Fujito se detuvo debido al dolor, miro su dedo y noto lo rojo que estaba, su imaginación no se hizo esperar y en su mente se dibujó los ojos de Hikari.
Descontrolado corre hacia casa, su corazón vibra cada vez más y más.
Fujito: “Hikari sé que estas en casa, ¿Te encontrare ahí verdad?”
“Cuando llegue te abrazare fuerte”
“Quizás te caíste y golpeaste tu dedo”
“No te regañare por asustarme”
“Hikari… Hikari… Hikari… Hikari… Hikari”
Palabras en mente y una desesperación por ver a su hermana no eran tan posibles, él sabía que nada bueno lo esperaba, el cielo rendido a su tristeza hecho poco a poco una garua el cual mojo su ser, una cara empapada como lagrimas que inunda el alma aparentaba, frente a un cielo negro que jamás había visto.
Corrió tanto como pudo, vio su casa más cerca, pero mientras más se acercaba, el pecho apretaba más, cada paso lo sentía más pesado, pesado, pesado … “Mis piernas, mi cuerpo, qué diablos me pasa … “, “Tengo que llegar, estoy cerca, ya llego Hikari”, “Alguien … ayuda … ayuda … ayuda … ayu..”, sus peticiones no fueron cumplidas, una línea recorrió su cuerpo y cayo, cubierto de lluvia, débil, a pies de su casa imploro “Ayuda” … “Hikari” “Hikari” “Hikari” “Hikari ayúdenla” “Sé que no está en casa” “Ayúdenla” “Por Favor”.
Perdido de conciencia y frágil no pudo llegar a su destino, su auxilio no fue escuchado, su deseo ni un solo ser pudo cumplirlo…
Escena: (El altar)
El silencio inunda la sala, la tristeza invade cada rincón. Ojos cerrados de todos los presentes hacen una meditación. Hikari, en su lecho, yace sin queja alguna. Ya no ríe, su respiración cada vez es más silenciosa, su mirada perdida, las lágrimas de una luz se desvanecen. El suelo se vuelve poco a poco más tibio frente a la húmeda y fresca sangre que brota desde su interior. Aunque ningún movimiento había, su mano pedía ayuda y sus ojos piedad. Su único pensamiento era su hermano, el cual desaparecía lentamente de su vista.
La última imagen de Hikari – el pecho atravesado y venas cortadas, una niña que por su naturaleza era un manjar para aquellos seres con mucha maldad y desesperanza. Kodoku disfrutando el ritual miro sin piedad el altar y con una sonrisa sutil lo dio por finalizado.
CAPITULO 2 – “DESPERTAR”
Las gotas del cielo a gran velocidad caen sobre Fujito, acostado sobre su ser, el cual esta inconsciente, con una vista congelada en el tiempo, consumido de tristeza, sin razón en su entender, Hikari es su todo ahora mismo.
Fujito: Hikari, hermana…
Una sombra lo vigila, unos pies se hacen notar en la fría noche sobre la cabeza de Fujito.
Fujito: ¿Quién eres?
Viejo extraño: Entiendo tu dolor.
Fujito: ¿Cuál dolor?, solo me tropecé, aléjate de mí, de mi casa.
Fujito se da cuenta que ya puede moverse.
Fujito: ¡Ya puedo moverme! Hikari!
(Corre hacia casa)
(Abre la puerta con fuerza)
(No cierra la puerta)
Escena: (Casa)
Fujito: «HIKARI!!!!»
En cada rincón de la casa, la búsqueda no termina.
Fujito: «HIKARI!!!!», «HIKARI!!!!», «HIKARI!!!!», «HIKARI!!!!», «HIKARI!!!!»
Fujito con la verdad puesta se niega a aceptarla, Hikari ya no está.
Fujito: ¿Por qué sigo buscando? Sé que ella no está, ¡¡¡¡donde estas HIKARI!!!!», ¡¡¡¡»HIKARI!!!!», ¡¡¡¡»HIKARI!!!!», ¡¡¡¡»HIKARI!!!!», ¡¡¡¡»HIKARI!!!!»
Rendido cae sobre el lugar favorito de Hikari, con sus manos de desesperanza llega a tocar al Sr. Sapo el cual Hikari había soltado.
Fujito: ¿Nos dejó verdad?
Las lágrimas de un dolor sin explicación salieron de Fujito, abrazando al Sr. Sapo, se despedía de Hikari.
Una presencia se hace notar, cruzando por delante de Fujito
Fujito: ¿Es que acaso no tienes respeto?
Viejo extraño: Se que estas sufriendo, no te preocupes por mi
Fujito: Te dije que te largues.
Viejo extraño: Eres irrespetuoso para ser tan joven
Fujito: ¡LARGO DE MI HOGAR!
Fujito tuvo un ataque de ira, a pesar de estar sufriendo, corrió a la cocina por un cuchillo y fue sin pensar a atacar a la persona extraña. Cegado de ira quiso apuñalar al extraño, pero no fue así.
Tomándolo de la muñeca el viejo dijo…
Viejo extraño: Me presento, soy Fhorma.
Presentándose arroja a Fujito contra una mesa, rompiéndola en el acto, el dolor que sintió fue tan intenso que arrojo sangre, pero no se quebrantó.
Fujito: Eres muy fuerte para ser un viejo.
El viejo se sorprendió que Fujito se repusiera tan rápido y repitió
Viejo extraño: Me presento, soy Fhorma.
Lanzado un golpe más fuerte que el anterior, haciendo volar a Fujito e impactando sobre la pared, cayendo al piso en el acto.
Fujito: Y yo digo, eres muy fuerte para ser un viejo.
Fujito se lanzó hacia el con más ira de la que ya tenía, pero fracasando en el acto y volando de nuevo hacia la pared, pero esta vez no se levantó.
Viejo extraño: ¿No te levantaras?
Fujito: ¿Para qué? Me volverás a lanzar.
Viejo extraño: Se te notaba muy furioso, ¿Dónde se fue esa ira?
Fujito: ¡Mi hermana no está (entre lágrimas), HIKARI!
Viejo extraño: ¿Y qué piensas hacer?
Fujito: Si solo supiera donde esta, iría solo para traerla de vuelta.
Viejo extraño: ¿Ya no trataras de golpearme?
Fujito: ¿Golpearte? Lo que quise fue matarte, pero es imposible, no eres un viejo ordinario.
Viejo extraño: ¿Y no te sorprende?
Fujito: No.
Viejo extraño: Me causas curiosidad.
Fujito: ¿Crees que me importa?, ¡LARGO DE MI HOGAR!
Viejo extraño: Eso no pasara.
Fujito: ¿Por qué estas acá?, que buscas?
Viejo extraño: Vine a ver como estabas.
Fujito: Maldito viejo, ¿Qué buscas?
Viejo extraño: Volvió la furia, sí que eres un niño, mi pequeño Solis.
Fujito: ¿Solis?, Soy Fujito, quizás te equivocaste de sujeto.
Viejo extraño: Lo raro de todo esto es que no noto tu marca, ¿Dónde está?
Fujito: Te acabo de decir que te equivocaste de sujeto.
Viejo extraño: Muéstrame tu marca y será rápido todo esto.
Fujito: Es que eres sordo viejo.
Viejo extraño: Sabes, tu hermana era muy bonita.
Una extraña sensación recorrió el cuerpo de Fujito, el cual se movió por sí solo al escucharlo, con mucha velocidad dio un golpe en dirección a Fhorma, el que esquivo casi apenas.
Viejo extraño: No te gustó que la nombrara.
Fujito con una mirada fija y desafiante.
Fujito: ¿Quién eres? respóndeme.
Fhorma con las manos hacia atrás, responde.
Viejo extraño: Mi pequeño Solis, te volviste rápido por arte de magia.
Fujito: ¿Quién eres? Respóndeme maldito viejo.
Viejo extraño: Soy Fhorma.
Lanzado un golpe más fuerte que los anteriores, impactando de forma impresionante en Fujito, este resistió, pero cayo de rodillas frente a Fhorma.
Viejo extraño: Debes ser más respetuoso con tus mayores, ahora, cada vez que escuches mi nombre, te arrodillaras mucho antes que lo diga.
Fujito sangrando por la boca.
Fujito: Viejo maldito, te equivocaste de sujeto, no soy el que buscas.
Viejo extraño: Mis golpes te hubieran matado si fueras el equivocado, estos podrían matar a un humano ordinario, pero los resististe ya que eres especial mi pequeño Solis.
Fujito: Estoy mal herido viejo maldito.
Viejo extraño: Tu cuerpo se acostumbrará.
Fujito sin poder decir nada, Fhorma sujetándolo del cabello.
Viejo extraño: Como decía, tu hermana era muy bonita, no hay niñas que sean demasiadas hermosas desde pequeñas, su cabello blanco y sus ojos plomos, me parecían fascinantes, era como ver la luna de noche, hipnotizante.
Poco a poco a Fujito se le caían las lágrimas al escuchar de su hermana.
Viejo extraño: No llores mi pequeño Solis, ella está bien.
Fujito en llanto
Fujito: ¡¡¡¿DONDE ESTA MI HERMANA?, que le hicieron!!!
Viejo extraño: Ella era especial, ella tenía algo que queríamos, pero no opuso resistencia, nos lo entrego.
Fujito: ¡¡¡Era una niña, que le hicieron!!!
Viejo extraño: No era una niña, era una reencarnación, lo viste con tus propios ojos, cuando se iluminaron sentiste esa sensación, ¿verdad?
Fujito quebrándose mas
Viejo extraño: Sus ojos, eran bellos, impresionantes, me llenaron de alegría y de tristeza, fue excitante.
Fhorma riendo deliberadamente.
Viejo extraño: Es la primera vez que me encantan…
Fujito interrumpiendo
Fujito: Deja de hablar de ella, como si la conocieras y …
Fhorma lanzando dos golpes en el rostro de Fujito, silenciándolo en el acto.
Viejo extraño: Eres muy impertinente niño, silencio.
Fujito con lágrimas de sangre, recordando a su hermana
Viejo extraño: Hikari era la reencarnación de Losna.
Fujito lo mira fijamente
Viejo extraño: Losna es su antiguo nombre, para que te sea familiar ella era Luna, en carne y hueso, mi hermosa Luna reencarnada, jajaja.
Fujito: Estas loco, ella era una niña, era mi hermana, ¡¡dime donde esta!!
Viejo extraño: Impresionante, ¿no?
Fhorma sujetándolo más fuerte a Fujito y este forcejeando.
Viejo extraño: Fue muy especial volverla a ver, pero ya descansa junto a las otras Lunas.
Fujito: ¡¡¡Que le hiciste!!!
Viejo extraño: Recuperamos lo que era nuestro y dejamos su cuerpo vacío.
Fujito: ¡¡¿Dónde esta?!!
Viejo extraño: Esta muerta, hijo mío.
Fujito olvido el dolor que sentía, desde su espalda sintió una helada que erizo su piel, sabía que él no mentía, pero aun así tenia dudas que terminaron en furia.
Fujito: ¡¡Maldito de hijo de puta!!
Fujito se lanzo hacia Fhorma aun sabiendo que este lo iba a parar, pero no le importo
Fujito: ¡¡Te matare!!
Viejo extraño: Inténtalo.
Fujito se lanzó hacia Fhorma aun sabiendo que este lo iba a parar, pero no le importo
Viejo extraño: Si no fueras importante te mataría ahora mismo.
Fhorma tomo de los brazos a Fujito, dándole un rodillazo en el estómago, sacando el aire de sus pulmones, Fujito con un gesto inconsciente, se repuso, Fhorma lo noto de inmediato y lanzo dos patadas hacia su rostro, Fujito trato de cubrirse, pero no las evito, cayó al suelo medio inconsciente.
Viejo extraño: ¿Quieres intentarlo de nuevo?
Fujito no podía moverse, los golpes fueron muy destructivos.
Viejo extraño: Ahora te diré porque eres importante, mi pequeño Solis.
Fujito alzando la mirada, tenía esperanzas de escuchar toda esta tragedia.
Viejo extraño: No me había percatado que tú eras especial, has ocultado muy bien tu presencia.
Fujito no entendía que decía, pero en su poco hablar decía…
Fujito: Devuélveme a mi hermana, por favor.
Viejo extraño: Eso será imposible, ella no volverá, y no es su culpa, ya que la culpa es tuya, por no protegerla.
Fujito se quebró nuevamente por que se sentía culpable.
Viejo extraño: Y sabes a que me refiero mi niño Solis, ya que desde muy pequeño lo notaste, tu fuerza, tu resistencia, tu capacidad de adaptación y sobre todo tu conexión con la luz del día, ya encontré lo que tanto buscaba, y lo que tanto escondías, tu marca de nacimiento, la encontré mientras te sujetaba el cabello, sabia que eras la otra mitad de Losna.
Fujito aun no entendía sus palabras.
Viejo extraño: ¿Alguna vez notaste tus cambios de color en tu cabello o en tus manos?
Fujito se sorprendió que Fhorma sepa eso.
Viejo extraño: Entonces si los notaste, entonces déjame esclarecerte esa duda, eres la reencarnación del Sol, tu nombre verdadero Sóh, uno de mis hijos favoritos de estos nacimientos repentinos y divinos, y que gran alegría que Losna y Sóh sean hermanos en reencarnaciones, ¿casualidad? No creo.
Fujito se levantó con las pocas fuerzas que tenía.
Fujito: No me interesan tus historias de fantasía, por esas mierdas mataste a mi hermana y no dejare que te vayas con vida.
Viejo extraño: Que miedo.
Fujito: Este mundo esta lleno de historias, pero hasta donde llegarían para creerse muchas mierdas como tú.
Fujito sin notar su cuerpo, sus ojos cambiaron de un color negro a naranja rojizo, desprendiendo un calor intenso pero soportable para Fhorma.
Viejo extraño: Al fin apareció mi pequeño Solis.
Fujito se lanzo con mucha velocidad, sujetando con gran fuerza a Fhorma, el cual lo observo con soberbia, Fujito lanzo dos golpes que fueron esquivados con facilidad, lanzo 2 golpes mas sin efecto alguno. Fhorma dejo que este siga golpeando, pero poco a poco se daba cuenta que su velocidad de adaptaba hasta que un golpe llego a rozarlo, desatando la paciencia de Fhorma.
Viejo extraño: Mi niño Sóh, es una lastima que todo termine así, en tu vida pasada fuiste uno de mis queridos…
Fujito: ¿Crees que me interesa ahora escucharte?
Viejo extraño: Eres muy pequeño para entenderlo, así que iré al grano.
Fhorma con mucha velocidad, sujeta los brazos de Fujito quebrándolos en un instante, Fujito no fue capaz ni darse cuenta de lo que paso, Fhorma quebró también las piernas de Fujito con un solo ataque, dejándolo inmóvil, Fujito no entendía porque su cuerpo no respondía, ya que la velocidad de Fhorma era irracional.
Viejo extraño: Vine a obtener tu poder, mi querido alumno, eso fuiste alguna vez en tu vida pasada, y la tomo porque esta reencarnación no es apta para el poder increíble que tiene, así que me la quedare, tu vida termina hoy.
Fujito: No dejare…
Fhorma lo interrumpe con un golpe en el rostro, manteniéndolo en el aire, con una ráfaga de puños y patadas, destrozando cada parte del cuerpo de Fujito, este yacía en el aire, sin detectar ningún dolor, ya que su cuerpo dejo de responder, solo su memoria se ponía en marcha con los recuerdos de su hermana, su sonrisa, su fragilidad….
Viejo extraño: No te duermas Solis, aun no acabo.
Fhorma aumento los golpes que agitado finalizo con un golpe en el pecho de Fujito atravesándolo fácilmente, cayendo sobre el mar de su propia sangre.
Viejo extraño: Es hora de que…
Una explosión de forma repentina se generó al caer el cuerpo de Fujito, detonando todo a su alrededor, quemando y encendiendo. Una lluvia se genero frente a esa explosión, tanto Fhorma y Fujito desaparecieron en el acto, dejando la escena en llamas calcinando toda la casa, junto al sr sapo desapareciendo en las llamas.
CAPÍTULO 3 – NUEVA LUNA
Escena: La casa en llamas
La casa en un infierno furioso arde con una intensidad que parece devorar todo a su paso. El cielo nocturno se tiñe de rojo y naranja, mientras las llamas rugen, levantando una espesa columna de humo que se eleva hacia las estrellas. El calor es sofocante, como si el fuego estuviera vivo, con un hambre insaciable. La gente se agolpa en las calles, atraída por el horror de la escena, sus rostros iluminados por el resplandor del fuego. La confusión y el miedo son palpables en el aire.
Policía 1 (gritando por encima del ruido): ¡Retrocedan todos! ¡Las llamas están fuera de control!
Bombero (mirando el fuego con desconcierto): ¿Qué pudo haber causado esto? Nunca había visto un incendio tan… violento.
Policía 2: Es como si… no sé… como si el fuego estuviera… protegiendo algo.
A medida que los bomberos intentan acercarse, el fuego parece arremeter con mayor furia, casi como si tuviera voluntad propia. Nadie se atreve a acercarse demasiado; el calor es demasiado intenso, casi como si rechazara cualquier intento de intervención. A través del humo, dos sombras se mueven dentro de la casa, apenas visibles entre las llamas danzantes. Pero no son ni Fhorma ni Fujito. Son dos figuras desconocidas.
Sombra 1 (con tono frustrado): Llegamos tarde… Todo esto es inútil.
Sombra 2 (respondiendo con frialdad): ¿Y qué esperabas? ¿Qué nos estuvieran esperando con los brazos abiertos? Lo que buscamos ya no está aquí.
Sombra 1: No entiendo por qué nos enviaron en primer lugar. Todo esto es una pérdida de tiempo.
Sombra 2 (enojada): ¡Si no hubieras tardado tanto, estaríamos a tiempo! Ahora, el niño Apolo estará furioso.
Sombra 1 (mirando alrededor con desdén): Todo por nada… ¿Qué esperabas encontrar en medio de este caos? Ya está todo perdido.
Sombra 2 (en voz baja, casi susurrando): Ya es tarde, el tiempo no está de nuestro lado.
Sombra 1 (respondiendo con sarcasmo): ¿Y cuándo lo ha estado? Apolo siempre espera lo imposible.
Sombra 2 (mirando fijamente el fuego): No es nuestro trabajo cuestionar. El niño Apolo ahora estará molesto.
Sombra 1 (respondiendo con sarcasmo): Para ser un niño, siempre está molesto…
Las dos sombras se deslizan rápidamente entre las llamas, sus voces se desvanecen en la distancia mientras se alejan, dejando atrás el caos y la destrucción. El fuego, implacable, sigue devorando la casa, mientras ellos desaparecen.
12 años después…
Escena: Caminando por la ciudad
Una niña pequeña, de apenas 2 años, está en los brazos de su madre. Caminan por una calle bulliciosa, rodeadas de edificios altos que proyectan largas sombras sobre ellas. Las luces de los autos y escaparates reflejan en los charcos, creando destellos de colores en el pavimento húmedo. La niña, Hitomi, observa el mundo con ojos curiosos y brillantes, mientras su madre la lleva apurada.
Gente en la calle (sonriendo al ver a Hitomi): ¡Qué niña tan adorable!
Mas gente en la calle (sonriendo al ver a Hitomi): ¡Qué bonito cabello!
Niños en la calle (sonriendo al ver a Hitomi): ¡Mama esa niña es muy bonita!
Las personas comienzan a aglomerarse por el encanto de Hitomi.
Madre de Hitomi (dando las gracias con prisa): Con permiso. Llegaremos tarde a su fiesta.
Hitomi, ajena a la prisa de su madre, sonríe dulcemente, disfrutando de la atención. La madre de Hitomi, sin embargo, está ansiosa por llegar a su destino.
Hitomi (mirando hacia las luces de la ciudad): Mami, ¿a dónde vamos?
Madre de Hitomi (con una sonrisa): A tu fiesta, Hitomi. Hoy es un día especial.
Hitomi (confusa): ¿Especial? ¿Por qué?
Madre de Hitomi (acariciándole el cabello): Porque hoy cumples dos años, mi amor. Todos están esperando para verte.
Hitomi se queda en silencio, procesando lo que su madre le ha dicho. Su atención se desvía hacia las luces que brillan en la distancia, pero hay algo que la intriga, algo que parece estar observándola.
Escena: Fuera del edificio
A lo lejos, tres figuras están fuera del edificio donde se celebrará el cumpleaños de Hitomi. Es un edificio imponente, con grandes ventanales que reflejan las luces de la ciudad. Los transeúntes pasan rápidamente, sin prestar atención a los tres observadores.
Persona 1 (mirando hacia el edificio): Ya han entrado. Están en el vigésimo piso.
Persona 2 (con tono sarcástico): ¿En serio? ¿Ahora somos guardaespaldas de la niña? Esto es ridículo.
Persona 3 (con seriedad): Deja de quejarte. Nuestra misión es asegurarnos de que todo esté bajo control.
Persona 2 (cruzando los brazos): Esto es una pérdida de tiempo, ¿Verdad Kon?
Kon (tranquilo): Tsuqki siempre te quejas, cuando estarás a gusto?
Persona 3 (severamente): Concéntrense. Cada uno a su posición. Yo estaré dentro.
Kon (sorprendido): ¿Thot, tú dentro de la fiesta?
Thot (con calma): Sí. Ustedes dos solo causarían caos si algo sale mal.
Kon (murmurando): ¿Qué saldrá mal?
Tsuqki (murmurando): Pero… quería entrar por los bocadillos. Tengo hambre.
Thot (cortante): ¡Silencio!
Tsuqki (resignado): Espero que al menos valga la pena…
Escena: Dentro de la fiesta
El ambiente es festivo y ruidoso. La decoración es extravagante, con globos de todos los colores y mesas llenas de comida. Niños corren y juegan, riendo y gritando, mientras las madres conversan en grupos. Algunas hablan sobre la decoración, otras sobre sus hijos, y algunas simplemente se han recostado en los sofás, disfrutando del descanso. Las ventanas de lunas transparentes ofrecen una vista impresionante de la ciudad, un mar de luces que se extiende hasta donde alcanza la vista.
El ascensor se abre, y Hitomi entra en la sala, todavía en brazos de su madre. Los invitados se acercan para felicitarla, admirando su vestido y su sonrisa inocente. Una secretaria, con lentes elegantes y un porte impecable, se acerca a la madre de Hitomi.
Secretaria (con voz suave): Lamento informarle que su esposo no podrá asistir. Ha tenido un percance en el trabajo.
Madre de Hitomi (con un suspiro): Otra vez… Siempre es lo mismo.
Hitomi escucha las palabras, pero su atención se desvía hacia los globos que flotan en el aire y la vista desde las enormes ventanas. Mientras su madre se aleja para hacer una llamada, Hitomi, curiosa, se escabulle de los brazos de su madre y camina hacia las ventanas. Se apoya contra el cristal, admirando la vista. La ciudad se extiende ante ella como un mundo nuevo y brillante. Pero algo la intriga, algo que la hace sentir observada. Sus ojos se dirigen hacia abajo, hacia alguien.
Hitomi (hablando para sí misma): ¿Quién está ahí…?
Escena: Abajo del edificio
Tsuqki (hablando nervioso por el micrófono): Kon, creo que el objetivo me está mirando.
Kon (irritado): No digas tonterías. Es solo una niña de 2 años. Deja de desconcentrarte.
Tsuqki (insistente): Te digo que siento su mirada, Kon. ¡La niña me está mirando!
Kon (con tono burlón): ¿Estás seguro de que no es solo tu imaginación? ¿Desde cuándo te asustan las niñas pequeñas?
Tsuqki (más nervioso): Esto no es una broma, Kon. No es normal.
Thot (interrumpiendo con autoridad): ¡¡Ustedes no somos los normales!! Dejen de hacer ruido. Estoy entrando a la fiesta.
Kon (murmurando para sí mismo): Siempre tan serio…
Escena: Dentro de la fiesta
Hitomi, aun mirando hacia abajo, siente que el ascensor está por abrirse y dirige su mirada hacia allí. Las puertas se abren, y nuevos invitados entran en la sala. Uno de ellos es Thot, vestido con un terno negro y lentes oscuros, llevando un gran regalo para Hitomi. Junto a él, un niño misterioso, de unos 5 años, sale corriendo del ascensor, admirando la decoración y uniéndose rápidamente a los otros niños.
Thot (saludando con cortesía a la madre de Hitomi): Hola, es un placer estar aquí.
Madre de Hitomi (con una sonrisa): Gracias por venir. Lamento que sea bajo estas circunstancias…
Thot (con calma): No te preocupes. Estoy aquí por Hitomi.
Hitomi, al ver a Thot, corre hacia su madre, tirando de su vestido.
Hitomi (con preocupación): Mamá, no me gusta.
Madre de Hitomi (sorprendida): ¿Qué dices, Hitomi? ¡Pero si es Thot, tu padrino! Mira, te ha traído un gran regalo.
Thot (sonriendo amablemente): ¿Quizás no te gustaron mis lentes, pequeña? Discúlpame por eso.
Hitomi sacude la cabeza, negando.
Madre de Hitomi (con firmeza): Hitomi, no seas maleducada. Recibe tu regalo con una sonrisa.
Hitomi (mirando a Thot): No.
Thot (mirándola con interés): ¿Qué te hace sentir incómoda, mi damita?
Hitomi pide que Thot la cargue.
Thot (con una sonrisa calmada): No hay nada que temer, Hitomi. Estoy aquí para celebrar contigo.
Hitomi (murmurando): él no me gusta (Señalando al niño que entró corriendo).
Thot mirando al niño con curiosidad
Hitomi (con voz baja): Quiero que se vaya.
Kon (escuchando la conversación, hablando en el micrófono): ¿Thot, todo bien?
Thot (susurrando de vuelta): Todo bajo control. Mantente alerta.
A lo lejos, el niño observa la conducta de Hitomi y decide acercarse a ella con su regalo, con una sonrisa que no alcanza a sus ojos.
Niño (con una sonrisa extraña): Hola, Hitomi. Este regalo es para ti.
Thot y Hitomi lo ven
Niño (sonriendo): Hitomi, ¿te gustan los regalos grandes?
Hitomi (respondiendo con cautela): A veces…
Niño (con una sonrisa enigmática): Este es especial. Quiero que lo tengas.
Thot se agacha para que Hitomi lo reciba, pero ella se aferra a él, mirándolo con recelo.
Thot (con paciencia): Damita, reciba su regalo. Seguro es algo que le gusta.
Hitomi (resistiéndose): No quiero, no me gusta.
Thot (persuasivo): Damita, es un regalo bonito.
Niño (sonriendo con insistencia): Seguro no le gusta porque es chiquito.
Thot (más serio): Damita es un poco especial. No te preocupes, lo tomaré yo por ella.
Niño (con una mirada intensa): No. Yo quiero que ella lo reciba.
Thot (con un tono más firme): Está bien. Damita debe recibirlo.
Hitomi (mirando a Thot, con ojos suplicantes): No quiero…
Thot (susurrando suavemente): No pasa nada, pequeña. Estoy aquí contigo.
Finalmente, Thot convence a Hitomi para que acepte el regalo. Aunque con evidente nerviosismo, Hitomi finalmente se deja convencer. Thot la deja parada frente al niño para que reciba el presente.
Escena: Fuera del edificio
Tsuqki (inquieto, mirando a su alrededor): Oye Kon, ¿no te parece extraño que todo esté tan tranquilo para una tarea como esta? ¿Y porque Thot está aquí?
Kon (sin preocupaciones): Thot es el padrino, tiene que estar aquí. No hay nada de qué preocuparse.
Tsuqki (con una sensación persistente): Pero… Primero, ella me ve, y ahora todo esto… algo no me cuadra.
Kon (frunciendo el ceño): ¿Te has vuelto paranoico, Tsuqki? Relájate. Todo está bajo control.
Tsuqki (con voz baja): No lo sé…
Escena: Dentro de la fiesta
Hitomi se acerca lentamente al niño para recibir el regalo. El niño, con una sonrisa que parece demasiado amplia, la observa con ojos fríos. Hitomi, aún más nerviosa, extiende sus brazos para tomar el paquete, pero se detiene cuando el niño toma su mano izquierda.
Niño (con voz suave y peligrosa): Oye, Hitomi, ¿te gustan los aviones?
Hitomi (insegura): Sí.
Niño (con una sonrisa que oculta algo más): ¿Y sabes volar?
Hitomi, confundida, lanza una mirada hacia Thot, respondiendo.
Hitomi: No.
Niño (sonriendo): Espero que aprendas…
De repente, con un movimiento sorprendentemente rápido y violento, el niño la sujeta firmemente del brazo y la lanza hacia las lunas de vidrio que rodean la sala. El impacto es brutal, el vidrio se rompe con un estruendo y Hitomi sale disparada hacia afuera. Su cuerpo vuela por el aire, el grito ahogado apenas sale de su garganta mientras siente el vacío bajo sus pies.
Thot, atrapado por el shock, reacciona en un instante, corriendo hacia la ventana rota. Con una agilidad increíble, salta en un intento desesperado por alcanzarla en el aire. Pero algo sucede. Hitomi ya no está. Thot, sin entender cómo, se da la vuelta y ve que el niño misterioso la sostiene en sus brazos, como si nada hubiera pasado.
Thot (con un grito que resuena en la sala): ¡KON! ¡TSUQKIIII!
CAPITULO 4 – MELENA
Escena: Dentro de la fiesta
El grito de Thot rompe el ambiente festivo, llenando la sala de un silencio tenso y cargado de incertidumbre. Los niños, que minutos antes corrían y reían, ahora están congelados en sus lugares, sus ojos grandes y llenos de confusión. Las madres, incapaces de comprender lo que está ocurriendo, se miran entre sí, sintiendo una creciente sensación de peligro que parece llenar cada rincón de la sala.
Hitomi, aún en los brazos del niño, parece haber cambiado de alguna manera. Su rostro, que antes reflejaba un miedo, ahora luce extrañamente sereno, casi como si estuviera bajo un hechizo. El niño, por otro lado, la sostiene con una confianza y una sonrisa perturbadora, mientras sus ojos, fríos y calculadores, se clavan en Thot.
Thot (con voz firme): ¡Suéltala!
El niño no se inmuta y empieza a jugar con el cabello de Hitomi, enredando los mechones entre sus dedos de manera casi distraída, como si estuviera disfrutando de un juego.
Niño (con voz suave): Sabes, las lunas son muy bonitas desde aquí arriba.
Hitomi (en un susurro): Sí… muy bonitas.
Thot da un paso, pero el niño lo detiene con una mirada llena de advertencia.
Niño (con una sonrisa): ¿Mucha prisa?
Thot (con calma): Libérala y podemos evitar un desastre.
Niño (con un tono de burla): ¿Un desastre? Creo que subestimas lo que está en juego aquí. No soy yo quien debería preocuparse por cómo terminará esto.
Kon y Tsuqki irrumpen en la sala, sus rostros tensos, preparados para cualquier eventualidad. Pero Thot levanta una mano, ordenándoles detenerse. La tensión en la sala aumenta, mientras todos intentan evaluar la gravedad de la situación.
Kon (con voz baja): Thot, ¿Qué hacemos?
Thot (sin apartar la vista del niño): No se muevan. No debemos exponernos, no aún.
El niño, viendo la cautela en los movimientos de Kon y Tsuqki, sonríe con una malicia evidente.
Niño (con voz suave): Hay muchas personas. ¿Seguro que quieres arriesgar sus vidas?
Thot observa al niño con atención, tratando de descifrar sus intenciones.
Niño (murmurando para sí mismo): Esta niña, Hitomi… no pensé que fuera a ser tan pequeña, pero desde que la vi, supe que era ella, el encanto que tiene es casi hipnotizante.
Niño (mirando directamente a Thot): Noto tu desesperación, sabes lo importante que es esta nueva luna, esta nueva reencarnación.
Las palabras del niño caen como un martillo en la sala, golpeando a Kon y Tsuqki con una revelación que los deja atónitos. Ambos intercambian miradas, claramente desconcertados por la información que Thot no les había compartido.
Tsuqki (con sorpresa): ¿Thot? ¿Nueva Luna?
Kon (asintiendo con preocupación): Ahora entiendo todo… Thot, ¿Por qué ocultar algo tan importante?
El niño, disfrutando de la confusión que ha sembrado, se ríe suavemente.
Niño (burlón): ¿No lo sabían? Qué ironía.
Thot no responde, sus ojos fijos en el niño, pero la tensión en su postura revela que la situación es mucho más peligrosa de lo que había anticipado.
Miyako (incapaz de contener el miedo): ¡Por favor, suéltala! ¡Es solo una niña! ¡No le hagas daño!
Thot (sin apartar la vista del niño): Miyako, guarda la calma. Pronto tendrás a tu hija de vuelta.
Niño (con una sonrisa torcida): ¿Estás seguro de que puedes protegerla?
El ambiente se vuelve aún más pesado, como si el aire estuviera siendo drenado de la sala. Los murmullos nerviosos entre los adultos comienzan a crecer, mientras los niños, sintiendo la tensión, empiezan a llorar.
Escena: Afuera del edificio
Mientras tanto, en el exterior del edificio, el clima empieza a cambiar de manera abrupta. El viento comienza a levantarse. La gente en la calle se detiene, mirando hacia el cielo, notando que se ha oscurecido aún más, como si una tormenta se estuviera gestando en lo alto.
Transeúnte 1 (murmurando): ¿Has visto cómo está el cielo?
Transeúnte 2 (tratando de ignorar): Es solo el clima, nada de qué preocuparse.
Transeúnte 3 (murmurando): Parece que va a caer una tormenta.
La sensación de inquietud es palpable entre los transeúntes que no pueden evitar sentir que algo malo está ocurriendo.
Escena: Dentro de la fiesta
El niño comienza a caminar lentamente por la sala, sosteniendo a Hitomi en sus brazos. Thot, con cautela, da un paso, intentando mantener la calma mientras observa cada movimiento del niño.
Thot (con voz controlada): ¿Quién eres?
El niño se detiene, girando la cabeza lentamente para mirar a Thot, su sonrisa nunca desaparece, pero su expresión se vuelve más fría, más peligrosa.
Niño (con un tono de burla): ¿Quién soy? Que irrespetuoso.
Tsuqki, sintiendo la tensión en el aire, da un paso adelante, preparado para actuar, pero Thot lo detiene.
Thot (alzando la voz): ¡No te muevas, Tsuqki! No podemos exponernos, no frente a toda esta gente.
El niño observa con una sonrisa por la cautela de Thot.
Niño (con voz suave): Tengo un propósito y están interfiriendo. No me hagan actuar, podría ser…
Kon, moviéndose con la velocidad del viento, aparece detrás del niño, intentando arrebatar a Hitomi de sus brazos. Pero antes de que pueda siquiera rozarla, el niño desaparece en un destello de velocidad y reaparece detrás de Kon, su risa suave resuena en el aire, burlándose de su intento.
Niño (susurrando al oído de Kon): ¿Eso es todo? Esperaba algo más impresionante.
Thot (con un tono grave): ¿Lo notaron?…
Kon (asintiendo, con voz baja): Sí… No es un simple niño…
Tsuqki (sin poder contenerse): El gran y “poderoso” Zodiaco, el Rey de las Bestias, Leo, en una fiesta infantil. ¿Quién iba a pensar que lo encontraríamos aquí?
El niño, ahora claramente identificado como Leo, se gira lentamente hacia Tsuqki, sus ojos brillan con una chispa peligrosa.
Leo (con una sonrisa burlona): Tardaron mucho en darse cuenta. Qué patético.
Tsuqki (sin dejar de ser sarcástico): Perdónanos, leoncito. No queríamos ofender… Pero parece que no eres tan imponente como creíamos.
Leo (sus ojos fijos en Thot): Ah, pude oler ese hedor desde lejos. Sabía que venía de ustedes… reencarnaciones, Thot, dios de la sabiduría; Kon, dios del viento; y el miserable de Tsuqki… ‘Dios de…’ ¿Qué era? Oh, verdad, solo un sirviente.
Tsuqki (enfurecido): Ten más respeto por tus mayores, niño.
Thot (con un tono serio): Nos reconoció.
Leo (con una risa suave): ¿Debería hacer reverencia?, jajaja.
Miyako, que ha estado observando con terror, ahora está completamente desconcertada por lo que está escuchando. No puede comprender lo que está ocurriendo, pero la mención de dioses y zodiacos la llena de un terror aún mayor.
Tsuqki: No nos subestimes, niño. Podrías salir de aquí sin tu pelaje.
Leo (en susurro): Un niño morirá por cada movimiento que hagan. ¿Están dispuestos a llevar esa carga?
Los niños, que habían estado asustados, pero en silencio, ahora están completamente aterrorizados. El pánico comienza a propagarse por la sala, los llantos se intensifican, y los adultos intentan calmar a sus hijos.
Thot: No lastimaras a nadie, Leo. Lo que buscas no lo tendrás.
Leo (jugando): Ya la tengo entre mis manos, mi nueva luna.
Thot (gritando mientras se lanza hacia Leo): ¡Kon, protege a los adultos! ¡Tsuqki, encárgate de los niños!
Leo (resuena con poder): ¡¡¡FRACTUM!!!
De repente, un golpe en forma de felino emerge de Leo, dirigido directamente hacia uno de los niños. Tsuqki, con reflejos rápidos, desvía el ataque con una barrera de agua, como una ola furiosa protegiendo a los niños. Thot, anticipando el movimiento de Leo, crea una copia de sí mismo en un parpadeo. La copia aparece debajo de Leo, intentando arrebatar a Hitomi. En un instante, la copia se transforma en un cofre, encerrando a Hitomi dentro y poniéndola a salvo, lejos del alcance de Leo.
Leo (con una risa sarcástica): Clásico de magos… Siempre con un truco bajo la manga. ¿Algún otro que me sorprenda?
Kon, viendo una oportunidad, genera una ráfaga de viento para llevar el cofre hacia él. Pero Leo, con un simple gesto de la mano, deshace la ráfaga como si no fuera más que una brisa, y coloca su pie izquierdo firmemente sobre el cofre, reclamándolo como suyo.
Leo (triunfante, sus ojos fijos en Thot): Creíste que sería tan fácil.
Leo genera una ráfaga de leones que lo rodea, empujando a Thot hacia atrás con una fuerza impresionante, como si una manada de fieras lo hubiera embestido. Kon y Tsuqki, comprendiendo el peligro, levantan una barrera protectora alrededor de los invitados, cubriéndolos de las ondas de choque que sacuden la sala.
Kon (preocupado): No bajes la guardia, Tsuqki. Debemos mantener la barrera a toda costa. No podemos permitir que salgan heridos.
Tsuqki (mirando a Leo): Maldición este lugar es demasiado pequeño. Es muy peligroso luchar aquí.
Thot (confiado en sus habilidades): Es mi turno.
Thot, sintiéndose protegido por la barrera que sus compañeros han levantado, desata una lluvia de cartas explosivas hacia Leo, cada carta cargada con un poder destructivo capaz de hacer temblar la estructura misma del edificio. Pero Leo, con gran velocidad, aparece debajo de Thot en un abrir y cerrar de ojos, golpeándolo con un puño directo al mentón que resuena como un trueno. Thot, aunque sorprendido por la fuerza del golpe, no se deja caer. Toma el puño de Leo en un intento de contraatacar, pero Leo genera vibraciones que se transforman en un rugido ensordecedor, un sonido tan potente que parece sacudir los cimientos de la sala.
Thot (recuperándose, mientras se limpia la sangre del labio): Eres fuerte para ser tan pequeño…
Leo (enfadado, sus ojos ardiendo): No hay rival para un Zodiaco como yo. Deberías quedarte en el piso y…
Thot logra conectar una patada en la cara de Leo, un golpe que debería haber sido devastador, pero Leo lo soporta como si fuera una caricia. Aunque no parece sentir el golpe, Leo finge un dolor exagerado, lo que solo aumenta su furia.
Leo (enfurecido, su voz un rugido): ¡Nadie me toca! ¡Nadie! ¡Esto es una ofensa!
El ojo de Leo cambia, adoptando una forma completamente felina, con una pupila vertical que destella con un poder salvaje. Con una velocidad inhumana, golpea a Thot en el estómago con una fuerza devastadora, haciendo que Thot se doble de dolor mientras la sangre fluye de su boca. Kon y Tsuqki, desesperados por ayudar, se ven impotentes, atrapados por las ondas de choque que Leo sigue generando, manteniéndolos a raya.
Thot (sangrando): No te dejaré ir…
Thot golpea el brazo de Leo con todas sus fuerzas, haciendo que Leo impacte contra el suelo con tal fuerza que el piso tiembla y se quiebra, el sonido de la destrucción reverbera a través del edificio.
Escena: Piso de abajo
En el piso inferior, las personas sienten el estruendo y la quiebra del suelo. El pánico se apodera de ellos, sus gritos llenan el aire mientras corren en todas direcciones, buscando desesperadamente un refugio en medio del caos.
Escena: Dentro de la fiesta
Thot sigue golpeando a Leo, cada golpe cargado de fuerza. Pero Leo, en su arrogancia, sigue subestimándolo, creyendo que ninguno de los golpes puede realmente dañarlo. Sin embargo, en uno de los golpes, Leo siente algo caer de sus brazos: su propia sangre. Al ver esto, su furia alcanza un nuevo nivel, su otro ojo adopta la forma felina, brillando con más intensidad. Toma a Thot por la cabeza y hunde su rodilla en ella, seguido de una serie de golpes brutales que hacen que el aire mismo tiemble.
Leo (con voz cargada de ira): ¡¿Te atreves a lastimarme?! ¡No me detendré hasta que no quede nada de ti!
Leo golpea a Thot con una serie de golpes rápidos y precisos, cada uno de ellos cargado de la furia contenida de la bestia que lleva dentro. Thot, aunque herido, se niega a caer sin luchar. Resiste cada golpe, canalizando toda su energía, pero la furia de Leo es implacable, y su fuerza parece no tener fin.
Tsuqki (desesperado): ¡No podemos quedarnos sin hacer nada! ¡Kon, debemos ayudarlo!
Kon (luchando por mantener la barrera): Si rompemos la barrera, los invitados morirán. ¡Tsuqki, no podemos hacer nada!
Pero Tsuqki, por la desesperación, bajo la guardia por un momento, intentando intervenir en la pelea. Ese instante fue lo que Leo necesito. Con un rugido ensordecedor, libera una onda de choque que golpea a uno de los niños, fracturándole las costillas y lanzándolo violentamente contra las ventanas de vidrio. Otro niño es alcanzado por estas vibraciones, matándolo en el acto, su cuerpo inerte vuela hacia las ventanas, rompiéndolas, silenciando toda la sala.
Thot (gritando de desesperación): ¡Tsuqki! ¡Los niños! ¡Maldita sea, Tsuqki, dije que intervengan!
Los cuerpos de los niños salen volando a través de las ventanas rotas, uno de ellos desmayado y el otro sin vida. Tsuqki, al ver la devastación que ha causado su error, incapaz de aceptar lo que acaba de ocurrir.
Tsuqki (con voz nerviosa): ¡Kon! ¡Mantén la barrera!
Tsuqki corre hacia las ventanas a velocidad donde los cuerpos de los niños caen al vacío. Llega a tomarlos.
Tsuqki (con voz rota, sus lágrimas fluyen mientras sostiene el cuerpo del niño): ¡Mierda! ¡Esto no puede estar pasando! ¡No así!
La desesperación de Tsuqki lo consume, y Thot, viendo que la situación está fuera de control, sabe que no tiene otra opción. Leo está fuera de sí, y Kon no resistirá mucho más tiempo manteniendo la barrera. Si no actúan rápido, todos los presentes estarán en peligro.
Thot (temblando de dolor): ¡Kon, quita la barrera! ¡Ahora!
Thot sujeta a Leo pero a cambio de eso recibe muchos golpes directos y siente que sus fuerzas están al límite, pero no puede permitir que Leo continúe con su destrucción. Con un último esfuerzo, se lanza hacia las ventanas de luna, rompiéndolas por completo y sacando a Leo de la sala de fiesta en una explosión de cristales. Kon, agotado, usa toda su energía restante para mantener la barrera lo suficiente como para proteger a los invitados mientras Thot y Leo caen fuera del edificio.
Leo (con un rugido de furia): ¡Sueltameeeee!
Escena: Afuera del edificio
Thot y Leo caen al vacío, el viento azotándolos mientras descienden a gran velocidad. Thot, usando lo que le queda de energía, intenta controlar la caída para minimizar el impacto, pero Leo, en su furia, sigue golpeándolo, intentando liberarse para continuar su ataque.
Leo: ¡Moriraaaaaaaaas!
Thot, sangrando y exhausto, se aferra a Leo con todas sus fuerzas, sabiendo que, si lo suelta ahora, todo estará perdido.
Escena: Dentro de la fiesta
Kon, al ver que Leo ha sido sacado del edificio, les dice a las personas que corran, los cuales van directo al ascensor para escapar, deshace la barrera para ayudar a Thot.
Escena: Fuera del edificio
Tsuqki, aún en estado de shock abraza los cuerpos de los niños, pidiendo perdón por su error.
Tsuqki (entre lagrimas): Leo pagara por lo que hizo, perdónenme fui un…
Tsuqki es golpeado
repentinamente por una figura misteriosa y arrojado hacia los pisos inferiores a gran velocidad, impactando con otro edificio. Esta misma figura golpea a Thot separándolo de Leo. Thot impacta en el edificio de alado desmayado. La figura y Leo se mantienen en el aire.
Figura misteriosa (dirigiéndose a Leo): Demoraste mucho, pensé que eras más eficiente.
Leo, todavía furioso, se gira hacia la figura, reconociéndola de inmediato. Con sorpresa y respeto atraviesa su expresión, aunque su ira no se apaga.
Leo (gruñendo): No esperaba que vinieras…
Otra figura misteriosa aparece saliendo de la sala de fiesta, sosteniendo el cofre y a Kon inconsciente.
Figura misteriosa 2 (alegre): Encontré a la nueva luna y estaba este sujeto protegiéndola.
Figura misteriosa (sus ojos con un destello peligroso): Nos vamos.
Otra figura aparece en el acto
Figura misteriosa 3 (buena): Es de mala educación irse sin despedirse.
Figura misteriosa (serio): Apolo.
Apolo: Fuji…
CAPÍTULO 5 – DECLARACIONES
Escena: fuera del edificio
El viento sopla agitando las ramas de los árboles y levantando nubes de polvo oscureciendo la ciudad como si una tormenta estuviera por desatarse. Una figura misteriosa apareció y ayudó a Leo. Ahora estos se mantienen en el aire, observando a Apolo.
Apolo: Fujiki, una sorpresa verte.
Fujiki: ¿Ahora eres aliado de estos mediocres?
Apolo: Tengo mis propios intereses.
Fujiki mira con seriedad a Leo
Fujiki: Aun eres un niño.
Leo (mirándolo fijo): ¿Quieres comprobarlo?
La figura misteriosa que tiene el cofre de Hitomi y a Kon le dice a Leo.
Figura misteriosa: Eres un idiota que solo nos hace perder el tiempo.
Leo (furioso): ¡Cállate, Ibra!
Ibra: No me alces la voz, niño estú…
Antes de que Ibra pudiera terminar de insultar a Leo, es golpeada por un nuevo personaje en un abrir y cerrar de ojos, enviándola hacia un muro cercano de un edificio. El impacto es tan fuerte que hace que el muro se quiebre en mil pedazos, mientras el cofre que contenía a Hitomi y Kon son tomados por este nuevo personaje.
Nuevo personaje (con voz tranquila):
No debes tomar cosas que no te pertenecen.
Apolo (confiado): Astrea, llegaste.
Leo se eriza al verla.
Leo: Astrea…
Fujiki: Un zodiaco te acompaña, Apolo, sabes mover tus cartas.
Apolo se prepara para combatir.
Apolo (sonríe): ¿Empezamos?
Fujiki: Será interesante en otro momento, por ahora te dejare con vida.
Ibra aparece detrás de Apolo, agitando unas cadenas para golpearlo.
Fujiki: ¡Alto Ibra! Si no quieres perder un brazo, aléjate de él.
Apolo aparece detrás de ella, tocándole el hombro.
Apolo: Eres muy rápida.
Ibra se queda paralizada, siente la mirada directa de Apolo, aun sin verlo a los ojos. Leo se sorprende.
Fujiki (en voz alta): ¡Ibra!, ¡Leo!, nos retiramos.
Leo con curiosidad mira a Apolo.
Fujiki (mirando directamente a Apolo):
La próxima vez, no seré tan condescendiente.
Leo (lanzándose contra Apolo):
Yo aún no he termina…
Fujiki crea tres portales, teletransportando a Ibra, Leo y a él, a otro lugar.
El aire poco a poco va calmando, la tensión ya no está presente por lo que la situación deja de ser peligrosa.
Escena: Reanimando a los heridos
Astrea ingresa a la sala con el cofre de Hitomi y Kon.
Apolo se acerca a Thot, el cual esta inconsciente, lo reanima y este responde.
Thot: ¡Apolo! ¿Hitomi?
Apolo: Ella está bien, levántate, tenemos que hablar.
Apolo ayuda a Thot a levantarse, su sangre gotea lentamente, marcando el suelo con manchas rojas, quejándose del dolor.
Apolo: Ese niño no se contuvo.
Thot: Fue muy fuerte…
Escena: Sala de fiesta
Astrea al ingresar a la sala, ve a Miyako y dos mujeres más en shock, ellas al verla se quedan aún más pasmadas y con terror, Astrea solo las mira fijamente mientras deja el cofre y reanima a Kon.
Escena: Edificio de alado
Tsuqki temblando, escondido con los niños en brazos.
Tsuqki (mirando los cuerpos):
¿Qué he hecho? ¡Maldición!
Sigue lamentándose mientras se levanta de los escombros, se encamina derrotado hacia la sala.
Escena: Dentro de la sala
Se ve llegar a Thot y Apolo, Astrea ayuda a Kon el cual trata de estabilizarse.
Thot: ¡Kon! Te encuentras bien?
Kon: Yo sí, pero tú no estás nada bien, no pude ayudar, lo siento.
El rostro de Thot normalmente sereno y sabio ahora está marcado por la fatiga y preocupación. Se limpia la sangre de la boca con la manga.
Thot: Fue mi culpa, no dimensione el daño que podía causar.
Apolo: Ya no se lamenten, lo controlaron bien.
Tsuqki aparece en escena juntos a los niños.
Tsuqki (con voz rota): ¿A esto le llamas controlar? ¡Mis manos están de sangre inocente!
Kon (sus manos temblando levemente):
¡Tsuqki!
Kon ayuda a sujetar al niño herido, mientras que Tsuqki se queda con el fallecido. De las tres mujeres nerviosas, dos eran madres de cada niño, una de ellas corre sin importar el miedo que sentía.
Madre del niño herido (desesperada): ¡¿DÓNDE ESTÁ MI HIJO?! ¡USTEDES… DEMONIOS! ¡¿QUÉ LE HICIERON?!
Su voz tiembla y su cuerpo parece colapsar con cada palabra, llega hasta Kon y toma a su hijo en sus brazos. El niño débil y adolorido gime de dolor mientras su madre lo abraza con desesperación. Las lágrimas corren por su rostro empapando el cabello y la frente de su hijo mientras lo sujeta firmemente como si temiera que se le escapara de entre los brazos.
Madre del niño herido (llorando):
Mi amor, mi amor… Estoy aquí, mamá está aquí…
Mira alrededor frenéticamente, sus ojos llenos de miedo y odio se fijan directamente hacia los presentes, con movimientos torpes y descoordinados, comienza a retroceder con terror en dirección al ascensor.
Mientras tanto, la otra madre observa la escena en un estado de pánico aferrada a una desesperada esperanza, de repente, ve el cuerpo inerte de su hijo en los brazos de Tsuqki y con un grito corre hacia él.
Madre (gritando): ¡HIJO! ¡HIJO MIOOOO!
Su voz es un grito de pura angustia, las lágrimas brotan de sus ojos rodando por su rostro, mientras se lanza al suelo junto a Tsuqki. Sus manos tiemblan violentamente cuando toma el cuerpo de su hijo de los brazos de Tsuqki.
Tsuqki (con voz rota, entregando el cuerpo del niño): No… no pude…
La madre toma el cuerpo de su hijo, abrazándolo con una desesperación, como si pudiera devolverle la vida con la fuerza de su amor. Su llanto se convierte en un lamento desgarrador.
Madre (gritando): ¡DESPIERTA HIJO! ¡POR FAVOR!
Las lágrimas caen sobre el rostro del niño empapando su piel sin vida. Ella sacude suavemente su cuerpo, como si intentara despertarlo de un mal sueño, pero él no responde. Su rostro se llena de un dolor absoluto al darse cuenta de la verdad y su grito se vuelve aún más agudo.
Madre (gritando): ¡¡NOOOOOO HIJO!! ¡MI AMOR! ¡NO ME DEJES! ¡AYÚDENME! ¡SE LOS RUEGO! ¡DEVUÉLVANLO!
Abraza a su hijo, aferrándose como si su vida se fuera con él, los presentes solo observan, Tsuqki trata de no quebrarse.
Tsuqki: No… no podemos hacer nada.
Madre (gritando): ¡¡MI VIDA!! ¡MI TODO! ¡MI HIJOOOO! ¡¡MONSTRUOS! ¡MONSTRUOS! ¡MONSTRUOS! ¡ME LO QUITARON!
Sus gritos llenan la sala con angustia, Thot deshace el hechizo del cofre, y Hitomi aparece en escena, Miyako al ver a su hija, corre hacia ella abrazándola.
Thot (con calma): Quisimos protegerlos.
Madre (con voz llena de odio y desesperación): ¡PROTEGERNOS! ¡MIREN! ¡MI HIJO ESTÁ MUERTO! ¡MONSTRUOS! ¡MONSTRUOS! ¡MONSTRUOS!…
Las palabras de la madre resuenan dentro de Tsuqki que lo llevan a recordar ese día, el día que en que todo cambio para el…
Flashback de Tsuqki
Escena: Una casa modesta, temprano en la mañana.
Una casa pequeña, de paredes gastadas y pasillos llenos de fotos familiares y dibujos infantiles. En una habitación esta Tsuqki de 7 años duerme junto a su hermano mayor, Zak de 9 años.
Madre de Tsuqki (gritando desde la cocina):
¡Tsuqki! ¡Zak! ¡Despierten! ¡Es hora de alistarse para el colegio!
Tsuqki se remueve en su cama, cubriéndose con la manta.
Tsuqki (medio dormido): No quiero ir… estoy cansado…
Zak se levanta con una sonrisa tierna y le da un pequeño empujón.
Zak (animadamente): Si no te levantas, mamá vendrá con la chancla.
Tsuqki suspira, pero al ver la sonrisa alentadora de Zak, no puede evitar contagiarse, mostrando una pequeña sonrisa. Los dos se levantan de la cama, estirándose.
Escena: Cocina de la casa
En la cocina, su madre está ocupada preparando el desayuno. El olor del arroz con pescado y huevo frito llena el aire, el aroma del té recién hecho da la bienvenida. Ella se mueve rápidamente poniendo los platos en la mesa mientras que los hermanos bajan de las escaleras bostezando.
Madre de Tsuqki (apresurada):
¡Vamos, vamos! ¡Coman rápido! ¡Llegarán tarde! ¿Tsuqki hiciste tu tarea?
Tsuqki, con un bocado de arroz en la boca, se detiene de repente, recordando que olvidó hacer su tarea.
Tsuqki (nervioso, hablando en mente):
Oh no… ¡La tarea! ¡Lo olvidé!
Zak (tranquilizándolo en mente también):
No te preocupes, cuando volvamos del colegio te ayudaré.
La madre de Tsuqki apresurada coloca las loncheras en las mochilas y se las entrega a cada uno.
Madre de Tsuqki (con un tono más suave):
No quiero que se metan en problemas hoy. ¿Me escucharon?
Ambos asienten rápidamente mientras terminan su desayuno, como viven cerca del colegio siempre salen caminando por las calles llenas de otros escolares.
Escena: Camino al colegio
Zak y Tsuqki hablan sobre los rumores y mitos que circulan en la escuela.
Tsuqki (con curiosidad):
Zak, dicen que algunos chicos en el colegio tienen poderes. ¿Crees que sea cierto?
Zak se ríe agitando la cabeza.
Zak (sonriendo): Solo son historias inventadas para asustar o impresionar a otros.
Pero Tsuqki tiene sospechas, hay intriga en sus ojos.
De repente, un grupo de cinco niños de unos 12 años aparecen a la vista, son conocidos en el colegio por ser matones y su mera presencia hace que otros niños se alejen. Al pasar junto a Tsuqki y Zak, uno de ellos, un niño robusto con una sonrisa empuja a Tsuqki haciéndolo caer al suelo.
Matón líder (burlándose):
¡Cuidado por dónde caminas, enano!
Tsuqki se levanta con rabia, pero antes de que pueda hacer algo Zak lo detiene.
Zak (con voz calmada, tranquilizando a Tsuqki): Déjalo, no vale la pena. Llegaremos tarde al colegio.
Tsuqki molesto acepta a regañadientes y sigue a su hermano. Su pequeña mano se aprieta en un puño.
Escena: Recreo en el colegio
Durante el recreo Tsuqki y Zak se encuentran en su lugar habitual bajo un árbol grande donde siempre comparten su almuerzo, sentados en el césped hablan sobre los rumores de poderes en la escuela mientras comen.
Tsuqki (mordiendo su sándwich):
Escuché que alguien vio a un chico volar por encima del gimnasio. ¿Te imaginas, Zak? ¡Volar!
Zak sonríe, asintiendo con la cabeza.
Zak (con una risa suave):
Sería increíble, pero solo son historias. Aunque… uno nunca sabe, este mundo está lleno de cosas extrañas.
De repente los matones aparecen nuevamente interrumpiendo la conversación. El líder con una sonrisa de desprecio mira a los hermanos.
Matón líder (burlándose):
¿De qué hablan, perdedores? ¿De sus fantasías estúpidas otra vez? Mejor dennos sus loncheras.
Tsuqki se levanta rápidamente, encarando al líder.
Tsuqki (enojado): ¡No les daremos nada!
Los matones se ríen, divertidos por la valentía de Tsuqki, sin previo aviso comienzan a golpearlo, tirándolo al suelo. Zak, sin pensarlo, se interpone, tratando de calmar la situación.
Zak (tratando de razonar):
No peleemos. No queremos problemas.
Los matones no escuchan y comienzan a golpear hacia Zak. Este a pesar de ser golpeado se coloca encima de Tsuqki, cubriéndolo con su cuerpo para protegerlo de los golpes.
Zak (susurrando a Tsuqki mientras recibe los golpes): No te preocupes, Tsuqki. Estoy aquí…
Satisfechos los matones, cansados de golpear se alejan, tirando las loncheras de los hermanos hacia la calle, se ríen burlonamente mientras se van, dejando a los hermanos magullados y ensangrentados en el suelo.
Zak (con voz suave, tratando de calmar a Tsuqki): ¿Estas bien Tsuqki?
Tsuqki (furioso): ¡Ellos me las pagaran!
Zak: No vale la pena enojarse. Vamos a recoger nuestras loncheras.
Tsuqki frustrado corre hacia la calle, mientras su hermano lo ve alejarse, Tsuqki al querer tomarlas no se percató que pasaba un camión a toda velocidad, por lo que todo se paralizo, solo vio las luces delanteras ya en su cara, pero sintió un empujón junto con un grito…
Zak (gritando con todas sus fuerzas):
¡TSUQKIII!
Con un último impulso Zak empuja a Tsuqki fuera del camino del camión librándolo de la muerte. Tsuqki cae de espaldas al suelo, aturdido, mientras ve que su hermano no tuvo la misma suerte, pues es arrollado por el camión, que sigue su camino sin detenerse. Todo se ralentiza. Tsuqki mira con horror el cuerpo inmóvil de su hermano en el suelo, la sangre extendiéndose alrededor de él.
Los estudiantes se aglomeran y gritan, el grupo de matones también se acerca, mientras miran el cuerpo de Zak.
Tsuqki no entiendo que paso, sus oídos están tapados y su cuerpo se siente diferente, lo siente caliente como si algo estuviera cambiando en él y despertando a la vez, algo que comenzó a desatar su furia.
Tsuqki (gritando con desesperación, lágrimas llenando sus ojos): Za… Za… Zaaaaak… ZAAAAAAAAAAAAK!
Un destello de luz azul sale de sus ojos, su cuerpo comienza a temblar y una ráfaga de agua surge inundando la calle, atrapando a los estudiantes aglomerados en un torbellino de agua, rápidamente comienzan a ahogarse, Tsuqki en un estado de trance no puede detenerse.
Estudiante cercano (gritando, intentando nadar):
¡Ayuda! ¡No puedo respirar!
El agua sigue aumentando, envolviendo a más niños, sus cuerpos luchando por salir a la superficie. Tsuqki, con los ojos desorbitados y llenos de lágrimas, atrapado en su propia tormenta, incapaz de detener el caos que ha desatado. El agua sigue fluyendo de su cuerpo en olas imparables, Tsuqki está congelado, su mente aturdida por la mezcla de horror y pérdida. La imagen de su hermano Zak, inmóvil en el suelo, sigue grabada en su mente, un eco doloroso que resuena con cada latido de su corazón, su pecho se siente pesado el dolor y la culpa.
Tsuqki (en trance, susurrando):
Zak… Zak… Zak…
Las palabras apenas salen de su boca, sus labios moviéndose sin control mientras su poder continúa manifestándose. Alrededor de él, el agua empieza a formar una barrera, una especie de burbuja que encapsula a los estudiantes atrapados tratando de matarlos lentamente. Algunos golpean el interior de la burbuja intentando desesperadamente liberarse.
Estudiante atrapado (golpeando el agua con pánico): ¡No puedo respirar! ¡AYUDA!
Estudiante atrapado (con pánico):
¡MONSTRUOO!
Matón líder (con pánico): ¡MONSTRUOO SUELTAMEEE!
Estudiante atrapado (con pánico):
¡MONSTRUOO! ¡NOS MATARA!
Muchos estudiantes (con pánico):
¡MONSTRUOO!
De repente, cuando iba a lanzar una segunda ráfaga de agua más intensa, un adolescente con lentes y una túnica blanca aparece frente a Tsuqki colocando su mano suavemente en el hombro, haciendo que Tsuqki se desmaye en el acto.
Escena: Refugio
Tsuqki recupera el conocimiento y al levantarse se encuentra en un dormitorio, sorprendido ve al mismo adolescente de lentes.
Adolescente misterioso (con una pequeña sonrisa):
Hola soy Thot.
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