Las luces giran, el sonido me aturde. El movimiento violento de los cuerpos danzantes me desorienta; me tambaleo. Hay excesos en exceso en este lugar. No estoy cómodo, debería irme. Sin embargo, no puedo; tengo los pies anclados al suelo, el cuerpo me pesa. Mi corazón late con fuerza, bombea de manera constante. Lo siento galopar, es tan intenso. Dicen: «sarna con gusto no pica», pero a mí me pica mucho.

Aun así, lo entiendo: soy tan parte del exceso como el resto. Lo busqué, y ahora tengo que esperar a que baje. Pero la ansiedad me agobia, la mente va a mil, siento tanta envidia. Ojalá pudiera danzar de manera violenta, ojalá pudiera apagarme. No creo que eso suceda; aún sigo aquí, dentro de mi mente. Quiero irme, necesito irme, pero no puedo. Estoy atrapado en este naufragio.

Esta sarna me pica mucho, esta sarna… me consume.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS