Pontificia Universidad Católica del Perú Maestría en Gerencia Social Curso: Cultura y Desarrollo Profesora: Rita Zegarra Quintanilla Alumna: Rocío del Pilar Núñez Delgado 22 de julio 2024
Explique la afirmación de C. Delgado en relación a que la conducta arribista no contribuye un problema individual, sino un fenómeno derivado de la naturaleza estructural de las relaciones sociales en países como el Perú
En la cultura, sociedad peruana hay una percepción errada, distorsionada, acerca de los bienes como: la tierra, la riqueza. El poder, la influencia, el honor, el status, el respeto, el éxito; por mencionar algunos, de que se encuentran en poca cantidad, que esta sensación de limitado, es el sustento, base, justificación de su conducta y que conduce al fenómeno del “arribismo”.
Alcanzar el éxito social en nuestra sociedad peruana se convierte en una “lucha campal”, poseer ese bien que es limitado inalcanzable, impulsado por un deseo desenfrenado de surgir y poseer el bien a costa de cualquier comportamiento no ético o conducta en prejuicio de la otra persona que posee el bien.
Como la percepción del bien es limitado en nuestra sociedad y lo tienen solo “algunos”, el que quiere conseguir el bien anhelado requiere que el que lo tiene ya no lo tenga, para poseerlo; es decir hay una necesidad de “derribar” al que tiene el bien para que ellos puedan obtenerlo y tener “éxito” social; eso es el “arribismo”.
Pero este suceso del arribismo, no es individual, es producto de un proceso, donde influyen mecanismos psicológicos de comportamiento arribista, por aparente falta de oportunidades, intensa competencia, que como menciona Delgado con expresiones como: “serruchar el piso”, “tirarse”, “madrugarse”, “traer abajo”, “abrirse paso”; que dan cuenta del proceso sórdido, para obtener el triunfo anhelado.
El arribismo tiene dos formas operativas; la adulación, los halagos, la zalamería o coba a quien este ocupando cargos de poder y la agresión verbal con chisme, calumnia, la crítica, el ataque al competidor que posee el bien que es limitado.
Se forma un triangulo de acción, donde el arribista esta en el vértice, por otro lado, los contendores al reconocimiento del éxito social “limitado” y por el otro extremo los aliados en esta competencia, en quienes se pone en marcha la agresión verbal y la adulación respectivamente.
Este mecanismo entre adulación y agresión verbal puede ser simétrico, cuando el arribista que lo lleva acabo lo hace en forma simultanea a las personas que ocupan cargos de poder o puede ser asimétrico cuando el arribista por un lado adula al poderoso, pero de lejos esparce calumnias, chismes, contra su opositor que tiene el bien.
En la sociedad peruana, el arribista tiene un alto grado de manipulación, mediante estos modos operantes, adulación y calumnia, que le asegura el éxito social como bien limitado; pero esto va mas allá; el arribista se “especializa” en uno de estos dos mecanismos para obtener la “victoria”; perpetuando este comportamiento y generalizándolo en la sociedad peruana.
El arribista adulador tiene una actitud pasiva, tiene que ver con las relaciones interpersonales, con determinadas características psicológicas por su actitud subordinada, siempre por debajo de las personas con poder; propio y arraigado en la sociedad peruana; lo que lo lleva a la mediocridad, a los “rodeos”, es inseguro, sin hacer frente a situaciones que requieren de su aplomo, huyen de riesgos como manifiesta Delgado…su escusa es ”no conviene enemistarse con nadie”… esta es la muletilla y universo sobre el cual gira el actuar del arribista adulador.
Esta dependencia, con alto grado de timidez, hace del arribista adulador que esta “siempre en la sombra”, lo llene de frustración, impotencia, que opta en convertirlo en agresivo contra sus subordinados, conducta que le genera un cierto nivel de autorespeto, que pueda equilibrar su posición de adulación; mecanismos circunscritos en la burocracia peruana, en organizaciones institucionalizadas, donde los ascensos son mínimos a cargos de superiores.
Por otro lado, el arribista cuyo medio es la crítica, la calumnia al opositor tiene rasgos psicológicos de agresividad, este “raje” no es directo, es a sus “espaldas” del opositor, del dueño del éxito social, propia de esferas intelectuales, políticas, artísticas, donde se alinean “bandos” antagónicos, e impera la competencia ruin e infame.
Pero es un ciclo que se perpetua, “como una bola de nieve rodante, que crece y no para”; debido a que el arribista por inseguridad con rasgos psicopatológicos tiene una actitud negativa, son sofisticación en su actuar, en su manipulación, que lo desgasta psicológicamente y no tienen energía para la competencia licita, legal por el éxito por lo que empeora su comportamiento contra sus opositores con medidas mas innovadoras y asertivas para criticar a su oponente y llenarlo de calumnias y obtener el éxito social.
Paradójicamente cuando el peruano tiene éxito en el extranjero no se suscitan estos mecanismos de arribismo, como que no se pone en peligro el equilibrio interno en la sociedad peruana con un triunfo fuera del país.
Emulando lo escrito por Delgado, que cita textualmente a Ernesto Sábato “en este país de resentidos solo se llega a ser un gran hombre cuando se deja de serlo”, menciona a grandes figuras ilustres como José Carlos Mariátegui, Gonzales Prada, Vallejo, José María Arguedas, que después de fenecidos, la sociedad peruana se rinde a sus pies, situación que no hicieron cuando estaban vivos.
Aplicando las explicaciones de L. Williams, desarrolle un ejemplo para cada una de estas expresiones, desde la realidad rural del Perú: La percepción bimodal, la baja tolerancia a la ambigüedad, la aversión al riesgo, y la escasa orientación al futuro.
Con respecto a la percepción bimodal, hasta antes del golpe de Estado de Juan Velasco Alvarado la tierra era propiedad de pocos y los que trabajan la tierra estaban sometidos a un sistema de dominación, que se inició desde la época de la conquista española, todo el proceso calo como un psicosocial durante el desarrollo sobre todo de los niños, afectando sus percepciones, comportamientos conductas, que si bien el sistema cerrado de dominación ya ha cesado aun persisten estas conductas y percepciones bimodales que han pasado en generaciones y se siguen perpetuando.
Un ejemplo en una comunidad rural seria cuando el Estado dictamina una política publica de apoyo, que puede ser la mejora en las técnicas de cultivo, como se realiza con el programa de desarrollo rural con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el desarrollo; pero al inicio no hay una adecuada aceptabilidad por parte de la comunidad rural, debido a su percepción bimodal acerca de ser esta una política confiable o no confiable por parte de las personas que viven en esas zonas rurales, sin poder abrirse a un panorama de múltiples matices de percepción con respecto a la política pública y puedan asimilarla y aceptarla.
Según Williams, es por el sistema de alta dominación, que en el sicosocial se basa en el triángulo sin base, donde se crea un medio de escases, de castigos, sin ninguna recompensa, con percepción de bienes muy limitados, controlados por el dominador, con paupérrima comunicación entre los subordinados, para evitar asociaciones y sublevaciones, donde se instala esa percepción bimodal sin tener en cuenta una amplia gama de situaciones y para ellos, o es bueno o es malo; es extraño o conocido; es amigo o enemigo.
En cuanto a la baja tolerancia a la ambigüedad, la aversión al riesgo, podemos ver cuando se presenta un conflicto de orden social en las comunidades campesinas, como por ejemplo acuerdos con empresas mineras; las negociaciones, que se llevan a cabo en mesas de concertación son complicadas debido a la baja tolerancia a la ambigüedad, las personas y dirigentes de las comunidades pueden ser muy cambiantes en las decisiones que toman en base a su percepción bimodal, además de la clasificación disfuncional en la situación en base a estereotipia por lo que unos días la negociación puede ser cordial, pero otros días pueden mostrar hostilidad frente a otras autoridades, que dificulta llegar a acuerdos, alargando la resolución.
En un ambiente de alta dominación, donde a un niño no se le permitió desarrollar la identificación, clasificación de las personas en un acontecimiento nuevo que sale de su rutina, el niño que crezca percibirá estas situaciones de estereotipia; es decir lo clasificará como patrones anteriores; con intolerancia ambigua, frente a su ansiedad, mostrando reversión, con estados cambiantes durante sus relaciones interpersonales mostrando alternancia radical entre hostilidad y amicalidad en forma drástica.
De la escasa orientación al futuro, somos testigos año tras año como las comunidades rurales que viven alejadas en “estancias” en zonas altas como en Puno, sufren por temporadas de invierno de “friaje”, son varias campañas que se realizan, solicitando donaciones de víveres, frazadas y otros elementos que les permitan proporcionar ayuda, porque no solo las personas se ven perjudicadas, también los animales que crían y las plantas que siembran; son personas, que viven el día a día sin tener esperanza en controlar el futuro y demuestran gran dependencia, que no se organizan para cambiar su situación, que su destino lo echan a la suerte.
Este es otro problema que indica Williams; en un sistema de alta dominación, donde uno no puede controlar el medio; el futuro se torna en fatalismo y su destino lo deja a la suerte; cuando un niño se desarrolla no tiene noción acerca del futuro, cuando necesita algo, requiere que se satisfaga rápido su necesidad, pero si se le enseña en base a recompensas que debe esperar, el será mas tolerable a controlar su medio, será menos dependiente y tendrá la capacidad de controlar su futuro; pero si crece en un medio hostil, donde quiere aplacar necesidades y no hay recompensas; será más dependiente, el futuro lo vera como fatalismo, no creerá en su propia capacidad, ni de la capacidad en comunidad.
Los psicosociales, como parte de los sistema de dominación son perturbadores, pero a su vez muy aleccionadores, para poder dilucidar y entender el comportamiento de las personas en zonas rurales de la sociedad peruana y con ello tener información necesaria para poder ayudarlos; es un trabajo multidisciplinario, multisectorial e intersectorial, como parte de la Gerencia Social, mediante políticas sociales, con estrategias planificadas, para transformar sus vidas, cambiar y permitir su evolución hacia su bienestar logrando su empoderamiento y crear sostenibilidad en su transformación.
Referencias Bibliográficas
Delgado, Carlos 1971 “Ejercicio sociológico sobre el arribismo en el Perú”. Problemas sociales en el Perú contemporáneo” – Perú – Problema N°6. Lima: Instituto de Estudios Peruanos.
https://repositorio.iep.org.pe/server/api/core/bitstreams/b3398c6d-e93c-47f1-
ad72-12444af63a2a/content
Williams, Lawrence R. 1969 “Algunos correlatos sicológicos y sociales de los sistemas de dominación” Cap. 3
Páginas 80 – 94. En Dominación y cambios en el Perú rural – la microrregión del valle de Chancay, autores: José Matos Mar y otros. Instituto de Estudios
Peruanos Lima
https://repositorio.iep.org.pe/server/api/core/bitstreams/4cb48667-ff56-418f-be64-
06454ee936f6/content
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