Vi volar mis sueños
y fui trás ellos,
así pude dar el mensaje que buscaba.
Palabras simples que en el fondo,
a quien correspondía, enamoraba.
Pero como Cyrano, entregué mis letras,
para que otros puedan sentir la pasión.
Dibujé en un lienzo palabras bellas,
para que conmuevan a ese corazón.
Di un paseo por las nubes,
también con mi ilusión intacta,
de llegar a esa alma y poder mostrar,
que mis letras no son, de quien se las jacta.
Un andar bajo la lluvia tenue,
merodeando tus sueños conmigo.
Despertando ilusiones que prometen,
de este amor ser un fiel testigo.
Nunca desistas ni aunque tengas que hacerlo,
porque en realidad no es lo correcto.
Desistir es como huir en plena lucha
y te hace cobarde sin razón al respecto.
Como Cyrano, entrego mis letras,
para que puedas componer tu canción.
Escondido entre las sombras,
en labios de otro te ofrezco mi corazón.
Recoger el fruto maduro
es lo que pude lograr con altivez.
El insistir me dió mil motivos,
para ganar la batalla a la timidez.
Como Cyrano,
una vez expuesto a la luz,
supe encontrar la estoica valentía
y arrancar de mi pecho esta cruz.
Horacio Caraballo.-
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