LA CENSURA DEL SABER: FAHRENHEIT 451

LA CENSURA DEL SABER: FAHRENHEIT 451

Nayeli Candelario

09/07/2024

En el vasto universo de la literatura, se destaca
Ray Bradbury, uno de los escritores más aclamados de nuestra época. Reconocido
en el campo de la escritura de ciencia ficción, Bradbury incursionó en la
temática sobre distopías filosóficas. Su producción se encuadra dentro del
contexto social y político que se vivió dentro de la Guerra Fría. Es en esta
época, en 1953, que Bradbury lanza al mundo Fahrenheit 451. Su obra más
importante es un ejemplo excelso y texto insignia del género de la ciencia
ficción. Esta novela fue adaptada al cine en 1966 bajo la dirección de François
Truffaut, alcanzando la popularidad global por su fundamental impacto en la
sociedad y la cultura. Muchos de los lectores interpretaron la obra como una
crítica hacia los sistemas totalitaristas, pero el autor negó esta
interpretación y argumentó que su obra era una crítica a las nuevas
tecnologías. Bradbury no solo cultivó la ciencia ficción, sino que también
escribió libros realistas e incluso incursionó en el relato policial. También trató
de temas más cotidianos como el racismo, el miedo a la muerte, el amor y la
infancia.

Ray Douglas Bradbury nació el 22 de agosto de
1920 en Waukegan, Illinois (Estados Unidos). Desde joven demostró una gran
imaginación y una inclinación por la escritura. Comenzó a escribir desde niño,
aunque no recibió una educación formal como escritor. Cultivó un aprendizaje y
manejo de la escritura de forma autodidacta. Su producción literaria comenzó a
los veinte años. En 1938 publicaría su primera historia en una revista de
aficionados. Con la aparición de crónicas marcianas, comenzó su
ascendente fama literaria. En 1951 publicó uno de sus libros mayores, el
hombre ilustrado
, compuesto por varios relatos de naturaleza fantástica, y
dos años más tarde publicaría, como ya se mencionó, otra de sus obras
representativas, Fahrenheit 451. El legado que dejaría Bradbury sería
una exploración interna de los seres humanos y mostraría una perspectiva
futurista de los problemas de la sociedad.

Fahrenheit 451, una novela futurista que narra la
historia de Guy Montag, quien pertenece a un grupo peculiar de bomberos. Su
misión no es apagar incendios, sino provocarlos, pues es el encargado de quemar
libros en una sociedad que los ha prohibido terminantemente. Este bombero
cumple con su deber sin cuestionamientos. Montag vive una vida normal hasta que
conoce a su vecina Clarisse que ve el mundo de manera diferente. Ella hace que
él se cuestione y reflexione sobre su papel como bombero, en una sociedad
opresiva que lo limita a ciertos aspectos en su vida.

El cambio de Montag comienza a notarse cuando es
llamado a una intervención en la casa de una anciana que es denunciada por
tener objetos ilícitos y éste se ve confrontado con la presencia de estos. Por
un impulso de su interior, Montag esconde un libro. Esto podría traerle
problemas. Sin embargo, esta acción también evidencia el interés y la
curiosidad que los libros representan para el protagonista. El deseo
incontrolable de leer lo consume y es cuando Montag empieza a adentrarse en el
fantástico mundo de la literatura. Con esto logra conseguir un pensamiento
autónomo y diferente a lo que la sociedad ha impuesto. Así, entra en conflicto
con su oficio y se resiste a seguir cumpliendo con sus obligaciones. Él tiene
una nueva perspectiva de la vida y siente la obligación de cambiar la
organización tan superficial del sistema al que pertenece.

En medio de este objetivo, el protagonista
contacta a Faber, quien es un profesor retirado y aún mantiene en su poder
libros y posee un pensamiento más analítico y completo de lo real; juntos
proponen un plan para derrocar al sistema opresivo. Realizan copias de libros y
se los siembran a los bomberos para lograr con esto la desacreditación de la
profesión y que el sistema colapse. Cuando Montag regresa a casa, ve como su
esposa y sus amigas muestran una actitud egoísta y carente de conciencia y
preocupación por lo que está pasando en el mundo y la inminente guerra atómica.
Debido a esto empieza un debate político; luego les lee un libro de poesía.
Ante esto las amigas de Mildred comienzan a llorar, pues la poesía las cautivó
y no comprendieron el porqué.

A
la mañana siguiente, el capitán de bomberos revela a Montag que saben de su
traición y este es obligado a quemar su propia casa. Su esposa, quien lo
delató, se marcha, abandonándolo. Montag y Beatty inician una riña, la cual
termina con la muerte del capitán. Tras cometer su crimen, huye con dirección a
la casa de Faber que lo ayuda a escapar de la ciudad y a encontrarse con un
campamento de intelectuales rebeldes que han memorizado libros para preservar
su contenido. Montag se une a ellos y cuando la ciudad es destruida por la
bomba atómica, salen de su refugio listos para empezar de nuevo. Este grupo de
personas representa la esperanza de un futuro en el que el conocimiento y la
libre expresión puedan florecer nuevamente.

La novela de
Bradbury nos muestra una sociedad con un alto nivel tecnológico que es
utilizada como herramienta de control para someter y manipular a los
ciudadanos. La tecnología crea un ambiente de entretenimiento y distracción, y
de esta manera impide el pensamiento crítico, como es el caso de Mildred, quien
representa de manera exacta la influencia sistemática, pues se ve condicionada
por el estilo de vida establecido por el gobierno. Ella vive aislada del
entorno social. La ingesta de pastillas y el constante uso de fármacos la
mantienen embrutecida. También es víctima de una distracción y un exceso de
información constante que responde a la estrategia del régimen totalitario de
la novela:

Y en sus orejas las diminutas conchas, las radios como dedales
fuertemente apretados, y un océano electrónico de sonido, de música y palabras,
afluyendo sin cesar a las orillas de su cerebro despierto. […] En los últimos
dos años no había noche en que Mildred no se hubiese dejado mecer por aquel
mar; no se hubiese sumergido de buena gana en sus aguas una y otra vez.
(Bradbury, 2015, p. 24).

Como se
evidencia en la cita, la esposa de Montag carece de independencia sobre sus
actos, lo que la mantiene sometida a una vida controlada.

En este contexto
de manejo del pensamiento humano, la incineración de libros es una medida de
censura utilizada para mantener en la ignorancia y el desconocimiento a las
personas, y que de esta manera no sean capaces de expresar su libertad de
pensamiento. Por consiguiente, surge la presencia de Guy Montag, protagonista
de la obra, quien es bombero, pero cuya función principal irónicamente es
quemar los libros. En un principio, él obedecía y cumplía su rol
correspondiente de manera estricta, y esto indica que este también está
condicionado por las ideas impuestas en la sociedad. Sin embargo, esta
ideología empieza a cambiar cuando conoce a una joven llamada Clarisse, quien
casualmente es su vecina. Esta joven despierta en Montag una curiosidad y
deseos de conocer, que de cierta manera lo empujan a una transformación de
ideas y de conducta. Una imagen de ella la podemos tener a continuación:

Es un personaje totalmente contrapuesto a la sociedad que nos
presenta la novela. Ella simboliza la libertad, en contraste con el
totalitarismo que reina en la sociedad, y le encanta la naturaleza, en
contraste con el exceso de tecnología existente en su mundo. (Infante, s.f,
p.48).

 La aparición de
este nuevo personaje emblematiza la fantástica autonomía intelectual que posee
el ser humano. La rebeldía que caracteriza a Clarisse hace que sea un personaje
realmente valioso y complejo. Por ende, ella impulsa a Montag a reflexionar sobre
lo verdadero y lo real. Así, apreciamos un cambio en el comportamiento de él,
quien se ve atraído y sucumbe ante la curiosidad despertada. Esto se refleja
cuando él, en una de sus misiones como bombero, ve como una señora muere
quemada y aferrada a sus libros, lo que le provoca gran asombro, además de
apoderarse de uno. Con esto se permite ver la iniciativa que toma el
protagonista para conseguir un cambio en la perspectiva y la manera de ver a la
sociedad. Todo lo que pasa alrededor cambiaría radicalmente, surgiendo la duda
acerca de si en verdad lo que está haciendo el gobierno es correcto o no, si la
sociedad necesita nutrirse de información nueva para lograr un cambio y que en
realidad todo lo que pasa no es más que solo una idealización totalmente errónea
ante los libros.

Como fuerza
contradictoria aparece el capitán Beatty, que personifica la represión y el
abuso del régimen totalitario. Muestra el lado autoritario y dictatorial que
resalta en la sociedad; es imponente y drástico; manifiesta el trato despiadado
e implacable contra todo aquel que se atreva a ir en contra del orden
establecido. Su inteligencia le permite manipular al resto con gran habilidad,
pues utiliza sus conocimientos en Literatura para destruir cualquier argumento
a favor de los libros: “¡Qué traidores pueden ser los libros! Crees que te
apoyan y de pronto se vuelven contra ti. Otros pueden utilizarlos también, y
ahí estás perdido en medio del pantano, entre un gran tumulto de nombres,
verbos y adjetivos.” (Bradbury, 2015, p. 125). Esta declaración evidencia un
poder intelectual y perverso en Beatty capaz de confundir y persuadir a Montag.
A pesar del poder intelectual del capitán, Montag se aferra a su creciente
deseo de libertad y conocimiento, rechazando la felicidad impuesta y abrazando
la incertidumbre de un mundo más allá de los límites de su sociedad
controlada. 

Fahrenheit 451,
la obra magistral de Ray Bradbury, es un profundo canto de alerta y un
clarividente tratado sobre la alienación de la sociedad en un mundo de
creciente deshumanización. A través de su prosa incisiva y su estilo narrativo
que conjuga lirismo y precisión, Bradbury nos sumerge en un universo distópico
donde los libros, emblemas del conocimiento y la libertad intelectual, son
reducidos a cenizas en aras de una supuesta felicidad colectiva y una paz
impuesta. El protagonista, Guy Montag, personifica la chispa de la rebelión
intelectual y el despertar de la conciencia crítica, un héroe trágico que
desafía el dogma opresivo y busca la redención en el fuego purificador del
conocimiento prohibido. La evolución de Montag, desde bombero censor hasta ferviente
defensor de la literatura, simboliza la eterna lucha entre la ignorancia
impuesta y la búsqueda de la verdad. Bradbury, a través de una narrativa rica
en metáforas y simbolismos, no solo denuncia la censura y la superficialidad de
una sociedad que teme al pensamiento crítico, sino que también rinde homenaje
al poder transformador de la palabra escrita. Fahrenheit 451 es, en
última instancia, una meditación sobre la fragilidad de la cultura y la
importancia vital de preservar la memoria y la individualidad en tiempos de
oscuridad. La relevancia perdurable de esta obra radica en su capacidad para
resonar con las inquietudes contemporáneas, recordándonos que la vigilancia y
la defensa de la libertad intelectual son responsabilidades ineludibles de toda
sociedad que aspire a llamarse libre. Así, Bradbury nos invita a ser guardianes
del fuego del conocimiento, un fuego que, paradójicamente, tiene el poder de
iluminar y salvar a la humanidad de la sombra de la ignorancia.

Referencias
bibliográficas:

Bradbury,
R. (2015). Fahrenheit 451, Penguin Random House Grupo Editorial S.A.

Infante,M.L(s.f).
Las distopias: Fahrenheit 451, IES Verdaguer, curso 2010-2011 https://www.edubcn.cat/rcs_gene/treballs_recerca/2010-2011-01-3-TR.pdf

INTEGRANTES

Nayely Guadalupe Castillo Sifuentes 

Daymmy Clayddy Giraldo Tolentino

Romer Lisandro Valencia Salinas

Marco Antonio Zelaya Saenz

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