Los movimientos literarios surgidos a principios del siglo XX, como el dadaísmo o el surrealismo, marcaron obras que desafiaron las normas y buscaron nuevas formas de expresión en diferentes partes del mundo. La Gran Guerra en Europa (1914-1918) impulsó una ola de creatividad en la literatura que no conoció fronteras de género o estilo académico, y aquí entra Herman Hesse en este mismo escenario. El renombrado escritor alemán nació en Calw (1877-1962), pasó la mayor parte de su vida en Suiza, donde finalmente se convirtió en ciudadano. Tras ingresar a un seminario, abandonó los estudios teológicos y más tarde trabajó como mecánico. Posteriormente, consiguió trabajo en una biblioteca, donde descubrió su amor por la literatura. Algo característico de Hesse era ser un rebelde que se veía constantemente en conflicto con el mundo contemporáneo, que parecía ser dominado por la ciencia, la educación institucionalizada y una sociedad que valoraba la conformidad sobre la individualidad.
Sus obras están caracterizadas por una profunda introspección psicológica e impregnadas de un fuerte contenido autobiográfico, donde los conflictos internos y las crisis personales encuentran eco en sus personajes y narrativas lo que lo han convertido en un escritor ineludible. Entre sus obras notables tenemos a Siddhartha, El lobo estepario y Demian, que exploran estos temas desde diferentes perspectivas. En 1906, lanzaría la obra literaria Bajo las Ruedas, momento en el cual la mayoría de los autores jóvenes comenzaban a explorar nuevas direcciones artísticas. Sin embargo, más allá de experimentar con narrativas artificiosas, el autor germano prefiere escribir con la limpieza, sencillez y la claridad propia del siglo anterior, lo que genera una lectura agradable y en la que todos podríamos identificarnos.
La obra narra la historia de Hans Giebenrath, un joven brillante que se esfuerza por encontrar su lugar en el mundo. A lo largo de siete capítulos, se exploran diferentes aspectos de su vida y desarrollo, mostrando su evolución y los desafíos que enfrenta a medida que crece.
Hans Giebenrath es un niño prodigio considerado un genio y una promesa para su pueblo. Desde temprana edad, muestra un talento excepcional en su escuela, donde su asombrosa inteligencia y su pasión por el conocimiento lo distinguen. Esto atrae la atención de su maestro, quien reconoce su potencial y lo alienta a seguir una educación más allá de los límites de su pequeño pueblo.
Su padre, Joseph Giebenrath es un hombre común y corriente de un pequeño pueblo que encarna las características típicas de los ciudadanos de su comunidad: buena salud, vida familiar y un sentido de respeto por la religión. Aunque participa en actividades sociales y juega a los bolos los viernes, su vida interior es bastante superficial, con pocas pasiones.
A medida que Hans crece, su insaciable deseo de aprender y su determinación por trascender las limitaciones de su entorno rural lo llevan a buscar oportunidades educativas superiores a las que su familia y comunidad esperan para él. A pesar de la oposición de su padre, Hans logra entrar en el prestigioso seminario teológico. Esta oportunidad cambia por completo su vida, prometiendo un futuro brillante, pero también marca el comienzo de su mayor desafío. La escuela se le presenta como un lugar opresivo; exige mucho más de lo que él es capaz de dar. La educación se basa en estrictas autoridades y reglas, mientras que la carga de trabajo parece interminable. A Hans le resulta difícil mantener el rendimiento que se espera de él en tales circunstancias. De forma lenta pero segura, la presión comienza a pasar factura a su bienestar físico y mental.
Durante su tiempo en la escuela, Hans se hace amigo de Hermann Heilner, un estudiante rebelde y poco convencional que desafía las normas establecidas. La amistad entre Hans y Hermann crece a medida que comparten ideas y experiencias. Heilner introduce a Hans en un mundo de pensamiento crítico y desafío a las normas, ayudándole a cuestionar el sistema educativo y las expectativas sociales. Sin embargo, la amistad con Heilner también trae complicaciones. Heilner es expulsado de la escuela debido a su irrespetuoso comportamiento, lo que deja a Hans sintiéndose aún más aislado y atrapado en el sistema.
La situación de Hans alcanza un punto crítico cuando no puede cumplir con las expectativas de sus profesores y de su padre. Su salud se deteriora rápidamente debido al estrés y la presión constante. Finalmente, sufre un colapso nervioso y es enviado de vuelta a su hogar para recuperarse. A pesar de estar en casa, la presión sigue persiguiendo a Hans. Se siente atrapado en un ciclo de expectativas y responsabilidades que no puede cumplir. En un momento de desesperación, Hans se sumerge en un río y muere en lo que parece ser un accidente trágico. Su muerte se ve como consecuencia directa de las presiones y exigencias inhumanas del sistema educativo. Hesse utiliza esta tragedia para hacer una crítica poderosa a la deshumanización y al sacrificio de la individualidad en aras del conformismo y el éxito académico.
La obra presenta una crítica contundente hacia un sistema educativo deshumanizador, centrando su trama en Hans Giebenrath y su lucha interna ante las presiones de una sociedad que valora más la conformidad y la productividad que la individualidad y el bienestar emocional. Hesse nos muestra un sistema educativo que ve a los genios como oportunidades para convertirlos en robots, obsesionado con la productividad y la perfección académica. Hans, un joven brillante, es consumido por las expectativas y presiones de este sistema, víctima de una pedagogía opresiva, rígida y fría. Este enfoque deshumaniza a los jóvenes, valorados únicamente por su capacidad de rendir académicamente, obligándonos a cuestionar si el objetivo de la educación debe ser formar autómatas obedientes o seres humanos plenos y autónomos.
Según Collado (2017):
Y así se repite, de escuela en escuela, el espectáculo de la lucha entre la ley y el espíritu, y volvemos a ver cómo Estado y escuela se abstraen en la tarea de matar y desarraigar a los espíritus más hondos y valiosos que brotan cada año. Y casi siempre suelen ser los más odiados por los maestros, los castigados con mayor rigor, los huidos o los expulsados de las aulas. (párr. 28).
En ese contexto que limita la libertad, el sistema educativo genera un cambio mental profundo y devastador en Hans. La presión constante y la falta de apoyo emocional lo llevan a una crisis personal. Sabe que está sufriendo, pero se siente atrapado entre cumplir con las expectativas impuestas y la posibilidad de abandonar todo. Esta disyuntiva es un golpe mental que refleja la crueldad de un sistema que no permite espacio para la duda o la vulnerabilidad, y que destruye la salud mental de los jóvenes. Su sufrimiento es un testimonio del fracaso de un sistema que no ofrece soluciones ni apoyo a aquellos que no encajan en su molde estrecho. La presión de cumplir con expectativas sociales y académicas desde pequeños puede generar sentimientos de desesperanza y desesperación si no se cuenta con el apoyo necesario para manejarlas. La carencia de respaldo emocional y la presión continua para destacarse generan un ambiente perjudicial que impacta considerablemente su salud mental.
Así, Maure (2019) señala:
Hay una presión social de tener una carrera, de ser distinto a los demás, de ser el mejor. En un mundo donde el paradigma es la competitividad y la acumulación, la presión que ponemos sobre los hombros de nuestros niños a tan temprana edad es intolerable y deshumanizadora. (párr. 3)
El sistema educativo no solo afecta la salud mental de los niños, sino que también les arrebata su infancia desde una edad temprana, limitando su libertad. Esto se ilustra claramente en casos como el de Hans, donde el sufrimiento psicológico es generado por las intensas presiones del sistema.
En el siguiente pasaje, Hesse (s.f.) plasma esta realidad:
Por propio impulso apartó de su lado la holganza y el juego, no se rió nunca tontamente en las lecciones y prescindió de los pasatiempos favoritos que eran para él la jardinería, la cría de conejos y la pesca, para dedicarse íntegramente a los estudios. (párr. 24)
Hans renunció a sus hobbies y pasatiempos para concentrarse únicamente en sus estudios, lo cual resultó en su fatal fallecimiento. La muerte de Hans genera intriga y resentimiento, preguntándonos a nosotros mismos: ¿Por qué no cambió? ¿Por qué no se opuso al sistema que lo aplastó? En ocasiones, aun sabiendo la verdad, nos dejamos llevar por la corriente. Este ejemplo ilustra cómo el sistema educativo puede motivar a los niños a descuidar áreas importantes de sus vidas, impactando no solo su salud mental, sino también su bienestar y felicidad. La prioridad de buscar el éxito académico y la eficiencia extrema impide que los niños gocen de una infancia equilibrada y completa.
La obra Bajo las ruedas de Hermann Hesse dejó una profunda huella en la crítica literaria y en la cultura de mediados del siglo XX. Su inmersión en la profundidad psicológica y la crítica hacia la sociedad, así como su escritura concisa y clara, han sido elogiados de diversas formas. La obra plantea cuestiones sobre la deshumanización de un sistema educativo estricto a través de la tragedia de Hans Giebenrath, ilustrando cómo el deseo insaciable de éxito académico puede abrumar todos los demás aspectos de la vida. Hans abandonó sus pasatiempos y actividades favoritas para concentrarse exclusivamente en sus estudios. Sin embargo, esta búsqueda decidida lo llevó a embarcarse en un camino de destrucción: debido a tales restricciones, él (y otros en situaciones similares) se privó de cualquier disfrute de la infancia. Hesse nos invita a reflexionar sobre nuestras prioridades educativas y la urgente necesidad de crear un entorno más equilibrado y humano que apoye el desarrollo integral de los estudiantes y proteja su bienestar emocional y personal. Bajo las ruedas sigue siendo una obra relevante que cuestiona nuestras prioridades y resalta la importancia de valorar a las personas en lugar de verlos como máquinas o robots que pueden producir.
Referencias:
Collado, M. (2017). Hermann Hesse: Bajo la rueda. La crítica al sistema educativo. La literatura y su análisis. https://laliteraturaysuanalisis.blogspot.com/2017/09/hermann-hesse-bajo-la-rueda-la-critica.html
Hesse, H. (1906). Bajo las ruedas. Alianza. https://centroderecursos.educarchile.cl/bitstream/handle/20.500.12246/53097/articles-101763_Archivo.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Maure, B. (2019). Bajo las ruedas: Una lectura melancólica y una playlist. Hambre Literaria. https://hambreliteraria.wordpress.com/2019/07/14/bajo-las-ruedas-una-lectura-melancolica-y-una-playlist/
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