Las pasiones humanas en Las cuitas del joven Werther

Las pasiones humanas en Las cuitas del joven Werther

Las pasiones humanas y el poder emocional presentes en la condición del hombre en Las cuitas del joven Werther:  Las tormentosas verdades del lado más sensible, profundo e íntimo escondido en el alma del ser humano.

Propósito: Exhortar a los lectores a comprender la fuerza y peso de los sentimientos y emociones presentes en su naturaleza y que los ayude a tomar mejores decisiones para su vida.

Gonzales Lopez, Marcelo. (6 de julio de 2024)

Leer “Las cuitas del joven Werther” es el trágico y desgarrador reflejo de un alma quebradiza e inconsolable que va pereciendo lentamente de las garras de la vida por las feroces fauces del amor. El ambiente melancólico y sombrío envuelve una sensación totalmente desoladora para el corazón de quien repase cada hoja de esta novela y es que, el carácter sensitivo, vehemente y encarnado de nuestro protagonista, Werther, choca contra la cruda y cruel realidad del amor no correspondido de Charlotte, que desatará el frenesí más fogoso de las pasiones y los sentimientos humanos que desvestirá el dolor y la angustia irreversible que poco a poco se irá enmarcando en él y lo llevara por un camino frío y sombrío a su existencia.

Las cuitas del joven Werther es una creación narrativa epistolar que apunta a un estilo de vida orientado a la exaltación por lo sentimental y romántico, que tiene como fuente de contenido todas las cartas de nuestro emblemático personaje durante su estancia en Walhlheim hacia su amigo Guillerme. Goethe nos ofrece una exploración profunda de la naturaleza humana y la alta complejidad de las emociones a lo largo de nuestra vida representada en Werther y su enamoramiento hacia Lotte (o Charlotte) que no podrá consumarse porque ella ya está unida a otro hombre, Alberto, su prometido. Todo esto lo sumirá en un perpetuo sufrimiento atado a la incapacidad de poder expresar todo lo que él desea y siente hacia su amada:

Más de cien veces he estado cerca de arrojarme a su cuello. Sólo Dios sabe lo que me cuesta mirar y remirar tantos encantos, sin atreverme a extender mis brazos hacia ella. Apoderarse de lo que se ofrece a nuestra mirada y nos impresiona, ¿no es un instinto natural del hombre? ¿No echa mano el niño a todo cuanto le agrada? ¡Y yo! (Goethe, 1774, p.66).

El tono acongojado de Werther es la clara señal de que el deseo, producto de la pasión que lo invade va dejando profundas secuelas en él a través de su resignación al no poder saciar esos impulsos tan penetrantes que desencadena tener a su musa al lado suyo. Asimismo, apela a su lado mas humano a través de su condición como hombre, buscando respuestas que le permitan ceder ante sus anhelos y cargando consigo un profundo pesar que lo va inquietando y consumiendo más aún cuando estas afectividades pasionales van creando en él conflictos personales que van nublando su alma y causando que se transforma en una soledad interna y va dando lugar a que la tristeza y posterior desidia de sus emociones que van marchitando su ánimo: “¡Ay de mí! ¡Este vacío, horrible vacío que siente mi alma! Muchas veces me digo: Si pudiera tan solo un momento estrecharla contra mi pecho, todo este vacío quedaría cubierto” (Goethe, 1774, p. 65). En ese sentido, es indispensable priorizar y canalizar las energías y los impulsos que pueda traer nuestro sentir, evidentemente tenemos que hacer un énfasis especial en la inmadurez emocional de Werther, que va contrastando este amor en una obsesión desbordada y sin miramientos al entorno o la realidad que lo rodea, y que este mismo va repercutiendo en su estado de ánimo a lo largo de sus días, nos deja en claro que no debemos perder la cabeza por el amor, ya que puede atentar directamente contra nuestra salud mental y en consecuencia poder tomar fatales decisiones por dejarnos llevar por el corazón y dejando de lado otros de los aspectos clave en la realización del ser humano, la felicidad.

De esta manera, una vez más todo lo elemental, ilustrado a través de diversos medios (dinero, viajes, lujos) pierde totalmente sentido en este nuevo “estilo de vida”, donde Goethe nos demuestra que el verdadero camino a la felicidad y la existencia plena del ser humano es el saber y recibir amor y que, sin ello, muchas veces nos encontramos frente a un pasillo sin salida, que puede ser tan desesperanzador, como desgarrador, la verdadera cara y aspecto más sombrío del alma humana: “Los episodios de suicidas cuyos cuerpos fueron encontrados junto al libro abierto por su pagina final proliferaron por diferentes países” (Hernández, 2022). Todo esto generaría el fenómeno denominado “Efecto Werther”, término instaurado en 1974 por el psicólogo David Phillips que lo describe esencialmente “Para definir la relación entre el aumento de casos de suicidio y la publicación de noticias sobre este tipo de sucesos (Álamo, 2019). Dicho de esta manera, el rol de sentir y expresar adquiere una determinación vital en la novela, donde a través de la tragedia que acompaña al destino de Werther, podemos asociar la existencia de un gran peso o fuerza directamente vinculados a la forma más emotiva y sensitiva del ser humano guiado por un fuerte estado emocional que va ganando variabilidad de acuerdo a nuestras vivencias o experiencias diarias, ya sea en condiciones o refuerzos joviales o de melancolía pero que resulta determinante en el forjamiento, progreso y desarrollo de la vida y que en este caso, resulto sumamente inquietante y sombrío el panorama de como se simboliza en la novela el desaire que recrudece el corazón de cada ser humano sin el amor y en efecto, sin felicidad o ganas de su existencia.

En segunda instancia, la obra nos presenta un escenario donde las pasiones humanas pueden ser disfrazadas como una oveja negra a ojos del lector, pero la realidad, es que no es así. Como bien sabemos todos, uno forja y va definiendo su destino de acuerdo de hacia dónde se dirige a si mismo, también debemos aplicar la misma lógica en este terreno. Hay pasiones, que pueden ser tanto malas, así como buenas y que puedan afectar al transcurso de nuestra existencia en otras palabras, de manera tanto negativa como positiva.

Notemos de entrada la presencia de un doble aspecto en la pasión. Por un lado, se vincula con lo que se tiene que aguantar y lo que se sufre a pesar nuestro, en conexión con la raíz latina passio, que significa sufrimiento. Por otro lado, en la pasión se ubica lo que le da “sal” a la vida, lo que nos entusiasma y mueve. (Goetschy, 2020).

Entender el alma humana es sumamente un enigma total, pero si algo debemos tener claro es que es el camino perfecto que nos puede ayudar a comprender un poco de manera mas acertada, nuestra vida, por esta razón, mientras uno puede mover su dinamismo, sus esfuerzos y su ímpetu hacia el amor a malos hábitos que destrocen su vida gradualmente, tan solo por su inclinación o su predisposición hacia ello, otros sostienen una firmeza, potencia y ánimo hacia el cultivo de hábitos que puedan embellecer y dignificar más la vida. Queda claro entonces que, a través de estas prosas conmovedoras y cargadas de un sinfín de sentimientos pintados en un lienzo, las pasiones si bien representan un aspecto vital para nuestra formación en la vida, tenemos control y capacidad de gestionarlas para tener un panorama más amplio de la realidad y con esto, darles un uso bueno o malo para nuestro progreso en el mundo.

Una vez más, centrándonos en la pasión que domina y envuelve a Werther, podemos apreciar también las consecuencias rápidas y a corto plazo de no tener la capacidad suficiente de poder domarlas y eso hace que a lo largo de la obra, esta pueda evolucionar en una magnitud, grado o nivel tal que de manera intrépida se apodera del personaje, todo esto mientras va recordando tras un paseo por los valles una amarga decepción y desilusión que lo va moviendo a condenar todo aquello del cual es parte en una absoluta nada, manifestando así la poca lucidez o más bien intensa desesperación por tratar de dar solución a aquello que lo va desmoronando, su amor no correspondido: Muchas veces no alcanzo a comprender como puede amarla otro, como se atreve a hacerlo, ¡Siendo mi amor por ella tan intenso, profundo y único! ¡No conozco, no siento, no veo más que en ella! “(Goethe, 1774, p.60). Resulta complejo poder sacar del frenesí emocional envolvente al protagonista, cuestionándose crudamente el relato amargo de lo que es no poder ser correspondido, al mismo tiempo encapsulando un caudal silencioso de tristeza y desolación inmensas producto de pasiones que van controlándolo y en base a esto, debemos saber que muchas veces la aceptación de la realidad, por mas dolorosa, dura y larga sea el proceso, es necesario para salvar nuestra alma y no se condene a si misma a un rumbo donde las pasiones con sus fuerzas, energías e ímpetu puedan aislarnos de lo bonito y feliz de la vida.

En última instancia, queda definir como un tormento tan perfectamente elaborado por obra de Goethe, ahonda grandes dilemas que, si bien trata principalmente del las pasiones y los sentimientos humanos, también explora diferentes temas que ayudan a complementar el lado más sensitivo, hondo y visceral de la condición humana:

Werther filosofa sobre la vida y la muerte, el amor, la lealtad y el sentido de la vida. Aunque pueda parecernos un personaje de otro tiempo, marcado por la angustia y el exceso, no hace más que ponernos delante la verdad de los sentimientos y pasiones humanas.” (Huertas, 2023).

Los dilemas internos y conflictivos que van tejiendo los reflejos de los estados emocionales de Werther pasan a un primer plano representando el encasillamiento de lo que es mantener apaciguadas las fuerzas y el peso del alma en el cuerpo, donde resalta la sensibilidad y la percepción de lo que son realmente los sentimientos humanos, que si bien acompañan y fortalecen a la parte mental o racional de uno mismo, tienen directrices también distintas, para dar mas entendimiento, entre la pesadez de una realidad carente de empatía y frivolenta que constantemente hace alarde al autor y los critica directamente no sin antes, darle intelecto y formas a como también repercute estas sensaciones en la salud mental del personaje y que a lo largo de la obra harán de sus días un constante tono o acompañamiento a lo que significa afrontar la vida con la incondicional pasión a las personas o materias que nos rodean.

Estamos frente a una cuestión moralmente cuestionable, raíz de una pasión desmedida, que conforme vamos avanzando en su contenido nos damos cuenta de que la verdadera apariencia de este amor, va deformándose hasta crear una obsesión que discrepa entre lo que Werther anhela y lo que sabe que no puede conseguir, un conflicto interno que aborda desde diferentes perspectivas a más de uno, sumergirse en un baúl de recuerdos donde podemos despertar en el día que sentimos nuestro primer rechazo, nuestro primer corazón roto, sentir en carne propia lo que es sentir que nuestra musa añorada esté con alguien más y como sentir el proceso que el alma abandona al cuerpo, estas mismas energías o contundencia son los que nos abren paso a definir el estilo de vida al que uno quiere adaptarse, movido ya sea por la alegría o la tristeza de nuestro irremediable destino, pero que día a día nos enfrenta a lo que es el querer versus la realidad, que puede muchas veces significar cargo de conciencia o acarrear “sentimientos culposos” que pueden socavar y romper toda barrera, porque uno, como lector, deja el papel de espectador y toma el papel de Werther, tal como se aprecia en el siguiente fragmento:

¿Qué es esto, mi amigo? Estoy asustado de mí. El amor que ella me inspira, ¿no es el más puro, el más santo y el más fraternal de los amores? ¿He cobijado en lo más hondo de mi alma un deseo culpable? ¡Ah! No me atrevería a asegurarlo. ¡Cuánta razón tienen quienes dicen que somos juguetes de fuerzas misteriosas y contrarias! (Goethe, 1774, p. 80).

Queda claro que la novela Las cuitas del joven Werther tiene merecido su puesto bien merecido en lo más alto del romanticismo alemán e ilustre ejemplo para muchos escritores de la literatura moderna con todos los contrastes que representa el lado más íntimo y profundo del ser humano en relación a sus sentimientos pasionales, enfrentando la realidad y los deseos culpables nacido de las entrañas de emociones desbordantes que son el telón perfecto en una atmosfera que transporta hasta los aspectos más recónditos del alma humana. Goethe resalta a través del trágico destino de Werther un problema muy común en nuestra sociedad actual , la falta de control en nuestra vida, sumida en excesos e impulsos que hacen de esta un laberinto de conflictos y dilemas que pueden poco a poco socavar nuestro bienestar mental y emocional en un espacio donde nos sintamos dominados por la soledad y alineados a la convencionalidad de la sociedad tan lúgubre, insípido y mediocre para nuestras almas que nos haga quitarle el valor al regalo más preciado, la vida.

REFERENCIAS:

  • Álamo, A. (8 de mayo de 2019). El efecto Werther, literatura y suicidio. Lecturalia. https://www.lecturalia.com/blog/2019/05/08/el-efecto-werther-literatura-y-suicidio/
  • Goethe, J. W. (1774). Las penas del joven Werther. Editorial Palabras. https://www.taller-palabras.com/Datos/Cuentos_Bibliotec/ebooks/Las%20penas%20del%20joven%20Werther.pdf
  • · Goetschy, C. (20 de octubre de 2020). Las pasiones humanas. Blog del Centro Eleia. https://www.centroeleia.edu.mx/blog/las-pasiones-humanas/
  • Hernández, I. (8 de mayo de 2019). Werther y la moda de suicidio por amor. Historia National Geographic. Recuperado el 19 de abril de 2022 de https://historia.nationalgeographic.com.es/a/werther-y-moda-suicidio-por-amor_14021
  • Huertas, R. (16 de julio de 2023). Reseña de Las penas del joven Werther. El Quinto Libro. https://www.elquintolibro.es/2023/07/resena-de-las-penas-del-joven-werther/



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