México 🇲🇽 mi gran maestro.
Quiero agradecerte.. las derrotas, los triunfos, los corazones unísonos latiendo que me dieron una banda de oportunidades.
Empiezo estas líneas de este modo, con tus formas me enseñaste a confiar y ser paciente, a expresarme vulnerable y resiliente cuando abriste tus puertas para brindarle un segundo respiro a mi madre, quien fue atendida con los talentos médicos y asistenciales en términos oncologicos, allí aprendí a valorar el tiempo, la dedicación, la empatía, la solidaridad, el coraje, la fuerza y el ímpetu inquebrantable.
Con su pérdida física, me enseñaste que hay batallas que se pierden pero no por ello, debes rendirte en la guerra. Que a veces creemos haber perdido, cuando realmente ganamos, es aprender a ganar desde otra perspectiva de la victoria.
Bajo ese mismo cielo, de esa realidad me demostraste los lazos familiares, que no corren con la misma sangre, cuando personas que apenas conocía me levantan de escombros emocionales en los que yacía.
Me enseñaste que los sueños no se tienen dormidos, sino despiertos, que las oportunidades son para los vivos y no para los que les falta un latido, fue cuando me embarazaste con la carrera de medicina, misma que me fue retando día con día, con llantos, con risas, con logros y adversidades. En esa misma conquista, colocaste colegas que hoy los llamo hermanos, esos que la vida los tatúa en tu alma y los funde en el corazón.
Me regalaste cielos nublados, cielos soleados, cielos pintados, me enseñaste que cuando no pudiese respirar por la contaminación que te caracteriza, los alientos y bocanadas de aire estaban en tu espíritu valiente y decidido.
A la par, fui descubriendo tu historia, me fuiste plagando de retos, que ameritaban enfoque y determinación, ahí me forjaste de carácter, templanza y gallardía.
Me guiaste mediante pruebas, el desarrollo de mis habilidades y herramientas, que veía como castigos del destino y la vida, eran un regalo que me hacías con cuidadoso detalle.
En medio de los días pusiste a prueba mi talento, al tener mi debilidad personalizada en mis manos cuando se tintaban sus escleras, y su consciencia deliraba, me enseñaste con esa prueba de todo lo que era capaz de hacer con amor, dedicación, conocimiento y devoción, me pintaste los rostros de la red de apoyo que había formado; y de la persona que bauticé como refugio y lugar seguro. En medio de la prueba dibujas el camino, aunque yo no entendiera el trazo que hacías, victoriosa de esa batalla. Me dejas soltar mi debilidad en su ruta, para yo sigilosamente aprender más del camino venidero.
Pasaron los días me fundiste en experiencias, en el toque de tambor de corazones tocando. Me mostraste que personas eran parte de las flores del jardín, que aparecen cuando tienes una tierra fértil.
En fértiles tierras me enfatizaste para que soltara mis semillas y ahora comienzo a recoger la dulce cosecha de mi esfuerzo y de las promesas auto cumplidas.
En tanto, me dejas recibir la noticia menos deseada, pero con cuidado e intimidad decidiste prepararme para estar rodeada de sostén y amor, ese que no pedía pero con esfuerzo manifestaste merecía, hoy aunque lloró la pérdida, me dejaste entendida que había hecho todo y más de lo que podía, de allí me enseñaste que tenía que agradecer, y felicitarme por cada paso dado aunque fuese pequeño.
Hoy te agradezco cada esfuerzo, cada minucioso aprendizaje, cada gota de lluvia llena de amor..
Me guardaste en las alas del águila de tu bandera para que yo abriera las mias propias y volara. Y hoy emprendo mi vuelo hacia una nueva vida, gracias México
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