¿Sabías que en el Perú, según el Ministerio de la Salud el 32% de la población ha pensado en suicidarse alguna vez en su vida? Una parte del porcentaje de esta población son jóvenes que la mayoría no solo lo piensa, sino que lo termina realizando debido a problemas insufribles que experimentan con sus progenitores. Este tipo de conflictos generan un sentimiento de rechazo en los jóvenes que, desde pequeños, solo buscan la aceptación paterna para estar bien consigo mismos, un hecho que Kafka afrontó toda su infancia, ocasionándole varias secuelas que le perjudicaron por el resto de su vida
El escritor checo expresa en su libro «Carta al padre» cómo lidió con varias situaciones conflictivas por el rechazo de su progenitor, a lo largo de su infancia.
Estas situaciones conflictivas las evidenciamos cuando Kafka menciona «Una rara vez piensa en todo lo que uno ha soportado en la infancia.» (Kafka,1919, p.61) En este fragmento se puede evidenciar los momentos difíciles que pasó Franz en su infancia y cómo no los pudo superar; además de evidenciar un gran pesar por los recuerdos de infancia. Extrapolando esta situación a la actualidad, podemos observar que muchas personas ignoran cómo sus experiencias tempranas afectan sus vidas diarias, a pesar de que en nuestros tiempos hay un creciente reconocimiento de la importancia de la salud mental y la creación de ambientes seguros y comprensivos para los niños.
Por otro lado, entre las dificultades que enfrentan los jóvenes con sus padres, destaca la sensación de estar en deuda con ellos. Los hijos a menudo sienten que tienen una obligación enorme con sus padres debido a los gastos y sacrificios que estos han hecho por ellos, lo que les parece una deuda impagable. Esta percepción puede generar una presión emocional significativa, afectando su bienestar y su autonomía. Además, se resalta el valor individual de cada persona, independientemente de la magnitud de sus acciones. Sin embargo, esta valoración se complica en la dinámica familiar, donde la crítica es común. A menudo, si algún miembro de la familia tiene limitaciones físicas o habilidades que dificultan sus actividades diarias, los padres pueden no aceptarlo completamente. Esto ocurre porque los padres tienen expectativas específicas sobre el futuro de sus hijos, y cuando estas expectativas no se cumplen, pueden surgir sentimientos de decepción y rechazo. Esta situación no solo genera un ambiente familiar tenso, sino que también afecta la autoestima y el desarrollo personal del joven, llevándolos a sentirse marginados y no valorados dentro de su propia familia. Así mismo se resalta la importancia y la angustia que siente una persona cuando se encuentra en una situación económica difícil, donde Kafka logra transmitir una gran eficacia. Así lo evidenciamos cuando el autor afirma: “Como te debo ahora pagar eso, yo un pobre que no puede pagar nada” (Kafka, 1919, p. 77). Podemos analizar cómo refleja el sentimiento de incapacidad de Kafka para cumplir con las expectativas o demandas de su padre. La frase «Cómo te debo ahora pagar eso» sugiere que se siente en deuda posiblemente por todo lo que ha recibido de él, ya sea dinero, atención o apoyo. Sin embargo, la frase «Yo un pobre que no puede pagar nada» indica que se percibe a sí mismo como incapaz de devolver o corresponder a esa deuda de alguna manera significativa. Y la pregunta que muchos se hacen es, en qué medida estamos obligados como hijos a compensar a nuestros padres por lo que han hecho por nosotros, lo que hace posible generar alguna forma de retribución para pagar lo que se ha recibido en sentido de deuda emocional y el deber hacia los padres. Además, el acto de esperar constantemente en la entrada de su casa durante la infancia sugiere una sensación de abandono o falta de atención por parte de los padres. Esto invita a los lectores a reflexionar sobre sus propias vidas, identificándose con su historia y analizando la relación con sus propios padres. La obra es realmente interesante porque subraya la importancia de la comunicación con los padres, mostrando lo horrible que puede ser una mala comunicación y las repercusiones que esto puede tener en nuestras vidas. Pone en evidencia el autoritarismo de muchos padres, que a menudo, sin darse cuenta, crean descontento y desconfianza en sus hijos. «Cada día de la infancia lo gastaba ante la puerta de su casa, esperando en la entrada y siempre me quedaba esperando» (Kafka, 1919, p.32) La cita expresa que, durante su infancia, la persona pasaba cada día frente a la puerta de su casa, esperando algo o alguien que nunca llegaba. Este hábito diario de esperar en vano refleja una rutina solitaria y monótona. La repetición constante de esta acción sugiere una sensación de esperanza frustrada, un anhelo persistente no satisfecho y una expectativa continua que nunca se cumplía, marcando profundamente su niñez con una sensación de vacío y desilusión.
En suma, como hemos visto las experiencias vividas de Kafka son problemas que persisten actualmente en los jóvenes, debido a distintas situaciones conflictivas que son parecidas o iguales a las del autor, como el no poder seguir adelante con su vida por la herida emocional que su progenitor le causó y por todo el rechazo que le hizo sentir, además su sentimiento de no saber cómo pagarle a su padre, ya que se sentía en deuda con él. Del mismo modo, como tuvo que vivir la sensación de esperar algún tipo de afecto por su padre, algún cariño que nunca lo obtuvo. Todo esto abarca a un tema global en el mundo, los jóvenes de este siglo, lamentablemente, pasan por todos estos conflictos, los cuales los lleva a ejecutar situaciones de riesgo que pueden llegar a acabar con su vida.
REFERENCIAS:
Kafka, F. (1919) Carta al padre 32-77 https://web.seducoahuila.gob.mx/biblioweb/upload/Carta%20al%20padre,%20de%20Franz%20Kafka.pdf
Ministerio de la Salud (2022) Gob.pe https://www.gob.pe/es/n/648834
ESCRITORES:
GARCIA LAVADO ALEX JHON
RENGIFO TIMANÁ, MILAGROS DANITZA
ORTECHO GARRAGATE ROSA ALEXANDRA
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