Nos queda una canción

Nos queda una canción

Dario Valenzuela

26/06/2024

Nos queda una canción 

entre los árboles,

en medio del vuelo de los pájaros,

en el corazón tibio de los nidos,

agachada en las esquinas de septiembre,

en los campos que nadie ha sembrado todavía,

en el barro haciéndose ladrillo y en el fuego que lo quema, 

para hacerlo consistente.

Nos queda una canción

en el vacío de los días que se fueron y no vuelven

en los días que son más que las esperas, 

en un sueño que no llega,

en el día que atraviesa mutando nuestros cuerpos,

en medio del río, sin vislumbrar la orilla nunca.

Nos queda una canción

en el aire de esta tarde 

que avanza hasta los bordes de la noche,

en los huesos del mundo 

que imploran nacimientos,

en la lluvia que se esconde, detrás de nuestros ojos

Nos queda una canción que llueve lenta 

en la sombra mordida del poema,

en la ropa vacía de nosotros 

al costado de la cama,

en la desnudez de navegar despiertos todavía,

en cada puerto de la piel regada de exilios 

en un soplo del beso, hasta cerrar los ojos.

Nos queda una canción

en la mirada de los niños

en el viento que agita agujas del reloj 

sobre esta hoja,

en donde solo importa la palabra

abriendo y cerrándose

sobre el perro que ladra las veredas

Nos queda una canción

abriéndose y cerrándose

sobre la hornalla 

haciendo silbar la pava hasta secarse.

Abriéndose y cerrándose

sobre eso 

que pasa todos los días, cada día

de abrirse y cerrarse

de perderse y buscarse

y correr el riesgo de tardar una vida 

en encontrarnos.

Nos queda una canción y no es desesperada.

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