Tanto odio, tanto rencor hacia un ser que en vida ya no existe pero que en recuerdo prevalece. Martirio de sentir , de recordarte , de huir de ti.

Odio cada decisión que tomaste, odio lo que nos hiciste pasar los últimos días de tu existencia, odio la doble cara que tenias, exigiendo moral y ética mientras en tu hogar la carencia de los valores detonaba el delito más grande.

Ese error te marcó, me marcó por ello mi odio debe ser grande hacia ti pero el dolor crece con ello ¿ porque ? ¿ por qué ? ¿ por qué ?. Tus dolencias y pecado te llevaron a la muerte ¿será castigo divino? quizás si. ¿Será mi turno? ahora yo misma tengo mis dolencias, ahora yo misma tengo mis pecados que me llevan a la locura, locura de visitarte en la muerte. Pero no no puedo verte me niego hacerlo prefiero vivir en el infierno que estar nuevamente a tu lado.

Pero ¿por qué? porque cada vez que te odio siento que muero, porque me destruyo a mi misma cada que pienso en ti. Tú solo tú puedes hacerme esto.

Te odio tanto que amarte duele y mientras mas que lo niegue más dolor siento, mientras más detenga los recuerdo de ti mas me hundo en el resentimiento. Tu sonrisa, tu voz, tu mirada, tus gestos, tus abrazos, tu manera de amarme fue lo que me llevó a odiarte no por tu error si no por ausencia , ausencia que me mata por no poder verte una vez más. La despedida que me prometieron fue la despedida que nunca llegó. Te fuiste sin aviso, te fuiste dejándonos solas, dejaste a tus hijos con el monstruo. Te fuiste y dejaste un gran dolor , dolor que con el tiempo se hace más sublime si aceptas tu partida pero yo .. yo en estos momentos no quiero no quiero aceptar que solo vivirás en mis recuerdo aunque ya 4 años de su partida. Pero duele como si ayer te hubiera visto pálida y sin respiración , duele aun cuando el recuerdo de vestirte por última vez no vuelva a repetirse , duele igual como si el entierro haya sido hoy , hoy la tierra te tiene en posesión hoy eres parte de la tierra que un dia pisabas, hoy ya no existes y hoy me dueles.

Hoy me despido de tu recuerdo donde tu mirada desviada y tu labios no emitían sílaba alguna. Hoy acepto tu partida, hoy te acepto con tus errores solo fuiste una mujer enamorada que quería ser feliz por primera vez. Hoy te perdono madre. Perdono que nos hayas hecho vivir con el monstruo aquel que amaste hasta tu muerte, perdono que te hayas ido sin despedirte, perdono que tu partida me cause tanto dolor , dolor de tenerte e ir hacia ti hacia tu brazos que muchas veces me cuidaron brazos que necesitare el resto de mi vida.

Hoy te pido perdón por no llegar a entenderte como madre, perdon por no ser la hija que hubieras querido, perdon no entenderte como mujer, una mujer enamorada. Perdona madre perdona por tardar tanto en escribirte y visitarte.

Prometo ser leal a los valores que me has inculcado, prometo amar como tú nos amaste, prometo cuidar y proteger a tus hijos … a mis hermanos, prometo cumplir mis sueños, prometo … te prometo que seré feliz como me hubiera gustado que lo seas tu. Prometo luchar por ser una mujer de la que te sientas orgullosa en donde estes y al pensar en mi como hija tu rostro salga una sonrisa.

Te prometo ver en la otra vida madre y ser esas amigas que éramos.

Tu hija Samantha

Etiquetas: carta

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